Un hombre muere en Málaga tras llamar tres veces al 061 y esperar casi cuatro horas su llegada

Un hombre, identificado como A.L.G., de 53 años de edad, fue hallado muerto la madrugada del pasado lunes al martes en su domicilio, a pesar de haber llamado tres veces pidiendo socorro al Servicio de Emergencia Sanitarias 061 tras haber sufrido un desvanecimiento y encontrarse mal. El 061 acudió a la vivienda casi cuatro horas después de la primera llamada de auxilio y encontró al hombre ya fallecido. Agentes de la Policía de Málaga investigan el caso.

Según ha explicado hoy el subdirector de comunicación del Servicio de Emergencias Sanitarias 061, Ricardo Sotillo, los hechos ocurrieron en la calle Peña de Málaga capital. Desde su casa, la víctima llamó por primera vez al 061 a las 20.36 horas del lunes para pedir asistencia médica y contó que había sufrido "un desvanecimiento del que ya se había recuperado". Al preguntarle por su historial clínico, explicó que padecía una enfermedad pulmonar crónica, aunque nadie acudió a su casa hasta las 00.15 horas, pese a que avisó al 061 dos veces más.

Según ha indicado Sotillo, en esa primera primera llamada, el hombre, que se encontraba sólo, relató que ya se había recuperado del mareo, pero que sentía "debilidad al levantarse y una especie de hormigueo en las piernas". El aviso, según ha publicado hoy el Diario Sur y ha confirmado Sotillo, no se clasificó de emergencia, puesto que el enfermo hablaba con "voz normal y entera" y los antecedentes de su enfermedad no hacían sospechar que se tratara de una urgencia vital.

No se consideró "una emergencia"

No obstante, tras esta llamada se decidió que le atendiera el Servicio Especial de Urgencias (SEU). En este sentido, el responsable del 061 ha indicado que al paciente le fue asignada una unidad de urgencia "y se le dieron instrucciones de que si empeoraba volviese a llamar y de que se hiciese acompañar por algún vecino o familiar". De hecho, la víctima llamó hasta dos veces más, a las 21.32 y a las 23.49 horas, para advertir de que no había ido ningún médico a verle, de que seguía sólo y mal y de que a penas le quedaba batería en el móvil.

En ese momento, según fuentes del servicio de emergencias, el paciente estaba consciente y hablaba por teléfono con normalidad, lo que alejó la sospecha de asfixia. Según Sotillo, "15 minutos después de la última llama la unidad llegó al domicilio". Cuando los servicios sanitarios finalmente acudieron a la vivienda, no pudieron acceder al domicilio y, tras llamar en cinco ocasiones para que abriese la puerta y no obtener resultado, el médico avisó a la Policía local, que logró entrar a la vivienda por el piso superior junto a los Bomberos alrededor de las 1.20 horas.

Según han informado fuentes policiales, el hombre acababa de morir. Al acceder a la casa, los agentes hallaron el cadáver de A.L., ha detallado Sotillo, que ha asegurado desconocer la causa de la muerte, al tiempo que ha querido aclarar que "no es habitual" que se produzca una demora de estas características en la prestación del servicio de urgencias, "pero se creyó que no era una emergencia y la unidad que lo atendió no llegó antes porque efectuaba otro servicio". Por último, ha asegurado no tener constancia de que cuando los facultativos intentaron acceder a la vivienda se oyeran voces en el interior, y ha lamentado "profundamente" el fallecimiento del paciente.