Blazquez afirma que "no se puede discriminar a nadie por su orientación sexual"

El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el obispo de Bilbao Ricardo Blázquez, ha afirmado hoy que no se puede ni humillar ni discriminar a nadie por su orientación sexual y ha agregado que la Iglesia no va a convocar manifestaciones contra el proyecto de ley de matrimonio homosexual. Por otro lado, ha negago haber recibido un frío recibimiento durante su visita al Vaticano, al tiempo que ha expresado su plena disponibilidad para reunirse "pronto" con el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero. También ha subrayado que no trae "ninguna consigna" de la Santa Sede sobre las relaciones de la Iglesia española con el Ejecutivo socialista.

Durante una rueda de prensa, convocada tras regresar ayer de su viaje de tres días a Roma con motivo de su nuevo cargo al frente de la curia española, Blázquez ha sido preguntado sobre la actitud de la Iglesia ante la tramitación en el Parlamento de la ley que equipara los metrimonios homosexuales con los heterosexuales, ha señalado que la actitud de la Iglesia ante los gays es de acogida y ha subrayado "que no se puede discriminar a nadie por su orientación sexual". En relación con el proyecto de ley, que superó ayer su primer trámite en el Congreso, el obispo de Bilbao se ha limitado a recordar "las palabras de Jesús al ser preguntado sobre si uno podía despedir a su mujer por cualquier motivo".

"Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, hombre y mujer los creó, les dio el encargo de creced y multiplicaos, y luego los bendijo", ha señalado Blázquez citando al Génesis. Tenemos, según el presidente de la Conferencia Episcopal, "la misma dignidad de manera diferenciada", a lo que ha añadido citando a "un conocido socialista francés que ha tenido cargos de altísima responsabilidad" que la humanidad se compone de "hombres y mujeres, no de heterosexuales u homosexuales". Las diferencias, ha agregado, "no pueden ser nunca pretexto para la discriminación", sino que lo han de ser "para el enriquecimiento y el crecimiento personal".

"No he tenido una fría acogida"

Por otro lado, el obispo ha expresado su disposición a reunirse "pronto" con Rodríguez Zapatero, y ha negado haber recibido consigna alguna de la Santa Sede sobre las relaciones de la Iglesia española con el Gobierno español. Blázquez ta,bién ha negado que "hubiese tenido una fría acogida". En respuesta a una pregunta, ha indicado que había regresado de la Santa Sede "con grandes estímulos" y con el convencimiento del apoyo, de la colegialidad, y de una comunicación transparente y fluida que refleja una gran comunión eclesial. Según Blázquez, toda la visita transcurrió "en un clima de gran cordialidad".

Sobre la situación en el País Vasco, ha señalado que los obispos no tienen "en proyecto" ningún documento sobre la unidad de España, y que acatará la decisión que se adopte sobre la participación o no de Aukera Guztiak en las listas electorales a las elecciones autonómicas vascas. Blázquez, que fue en su día uno de los firmantes de la polémica carta de los obispos vascos sobre la ilegalización de Batasuna, ha indicado, al ser preguntado sobre si ahora volvería a firmarla, que "siempre" ha querido actuar y ha actuado "en conciencia, entonces, antes y ahora". "He hecho siempre lo que creía que debía hacer", ha recalcado.

En relación con su pertenencia o no al movimiento que fundó en Madrid Francisco Argüello, Blázquez se manifestó rotundo: "No soy el obispo del Camino Neocatecumenal". Sobre El Código da Vinci, contra el que la Iglesia ha emprendido una campaña, ha precisado que no puede opinar porque no lo ha leído: "Uno no puede leerlo todo y ha de dedicar el tiempo a lo que uno cree que más necesita y más le ayuda". Sobre las recientes encuestas en las que se refleja que la Iglesia católica va perdiendo credibilidad entre la juventud y los universitarios españoles, ha sido preguntado sobre si "una rebaja" en la doctrina moral católica y en el uso del preservativo contribuiría a mejorar la situación. "Yo creo que las rebajas vienen muy bien para los grandes almacenes y los clientes, pero la dignidad del hombre no admite rebajas", ha sentenciado.