Rouco podrá revalidar la presidencia de la Conferencia Episcopal pero necesitará apoyos

El cardenal y arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, puede revalidar para un tercer mandato su cargo como presidente de la Conferencia Episcopal Española en las votaciones de mañana, pero necesitará apoyos según los datos de un sondeo previo efectuado a primera hora de la noche durante la Asamblea Plenaria, que celebran entre hoy y mañana los 76 obispos españoles. Según fuentes eclesiales, Rouco ha obtenido 43 votos (ocho menos de los que precisa); el obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, 15, y el cardenal y arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo, 12.

Aunque las votaciones de sondeo -en la que cada obispo escribe tres nombres en la papeleta- no son vinculantes y, en algunas ocasiones no han coincidido con los resultados de la votación definitiva, las mismas fuentes de la Conferencia Episcopal y del Arzobispado madrileño han presisado que con el apoyo de los votos otorgados a Amigo, el cardenal presidente lograría superar la barrera de los 51 votos necesarios para tener la mayoría de dos tercios que requiere su nombramiento, por haber ocupado el cargo durante dos trienios consecutivos, tal y como disponen los Estatutos de la Conferencia.

Votos de castigo

Así, a primeras horas de esta noche y tras haberse hecho el escrutinio de tanteo, lo único que se da como cierto es que Rouco necesitará apoyos mañana para revalidar el cargo. Los apoyos obtenidos por Blázquez se interpretan como "un voto de castigo" de los prelados nacionalistas que "no están muy satisfechos con el carácter autoritario con el que Rouco gobierna la Conferencia Episcopal" y por la reciente nota informativa de la secretaria general, cargo que ostenta el jesuita Juan Antonio Martínez Camino (que no se somete a la reelección en esta Asamblea), sobre los nacionalismos y el llamado plan Ibarretxe.

Carlos Amigo no se contempla en la presidencia por su talante "excesivamente liberal" para el gusto de muchos de los prelados, según las mismas fuentes, aunque su nombre circula por los pasillos de la Conferencia Episcopal como candidato a la vicepresidencia primera. Amigo está considerado una persona conciliadora y abierta y tiene en su haber, junto con el nombramiento reciente de cardenal, sus excelentes relaciones con el PSOE, algo que en estos momentos es muy bien valorado en la sede de la Iglesia, en la calle Añastro, por la búsqueda de diálogo con el Gobierno, que se escenificó el pasado viernes en el encuentro entre la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y el vicepresidente de la Conferencia, el arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián.

Pros y contras de Blázquez

Por su parte, Blázquez tiene a su favor que representa al "nacionalismo moderado", lo que podría darle los votos del nacionalismo vasco y catalán y de otro sector de la Conferencia que no está conforme con que Rouco haya dejado la Conferencia "en manos de Juan Antonio Martínez Camino", según fuentes episcopales. Pero tiene en contra, según estas fuentes, su proximidad al Camino Neocatecumenal de Kiko Argüello, movimiento del que es considerado su teólogo. Los obispos prefieren para estos cargos personas que no estén vinculadas a ningún nuevo movimiento eclesial concreto.

Tampoco ha gustado a ese grupo de prelados que desde Roma se haya sugerido que el cardenal debería resultar reelegido con un porcentaje de votos significativo, como muestra de la unanimidad y colegialidad de los obispos españoles en estas "difíciles relaciones con el Gobierno socialista" y por los cambios que se avecinan en el Vaticano por la elevada edad de Juan Pablo II y su preocupante estado de salud, según estas fuentes. A las 10.00 está previsto que se reúna de nuevo el plenario de los obispos con las votaciones definitivas para el cargo de presidente y está convocada una rueda de prensa del que resulte elegido con los medios de comunicación a las 11.30 horas.

Ayer lunes por la mañana, durante la apertura de la 84ª Asamblea Plenaria Rouco Varela apostó por la continuidad en un discurso conciliador y abierto al diálogo. El cardenal afirmó en las conclusiones de su mensaje que esta Asamblea se celebra "bajo el signo de la continuidad" y de "la renovación institucionales de nuestra joven Conferencia", y agregó que los horizontes pastorales son amplios y los retos que se presentan "no son de menor cuantía". El máximo responsable de la diócesis de Madrid se refirió también al final de su discurso a la conmemoración de los atentados del 11-M para decir que "el flagelo inhumano del terrorismo -cualquier terrorismo- debe desaparecer. Todos hemos de colaborar con energía en su erradicación".