Una niña acosada por sus compañeros intenta suicidarse tras presentar hasta 20 denuncias

Una niña de 14 años, estudiante del Liceo de Castilla de Burgos lleva año y medio sufriendo amenazas y agresiones de 19 escolares de su colegio que le han llevado incluso a intentar el suicidio a través de la ingesta de pastillas de valium. La familia denuncia sentirse desamparada pese a haber presentado una veintena de denuncias.

Según ha relatado el padre de la menor a la Cadena SER, los acosos comenzaron en marzo de 2003 y, desde entonces, ha sido objeto de robos, empujones e incluso la rotura de un brazo. En enero de este año se tomó diez pastillas de Valium 5 y tuvo que permanecer quince días ingresada en el hospital General Yagüe de Burgos. En mayo, la chica se escapó del centro porque recibía golpes delante de los cuidadores en el patio. Este curso ha cambiado de centro -entre otras cosas por recomendación de un psicólogo- pero algunos de sus acosadores se han matriculado en el mismo instituto.

"Cosas de críos"

El padre de la niña acosada, Clemencio Hernández, ha culpado de la situación al centro educativo, regentado por los Hermanos Maristas porque, en su opinión, "no dio importancia a lo que estaba ocurriendo y se limitaron a decir que eran cosas de críos, por lo que no tomaron medidas".

Según los padres de la niña, las agresiones continúan y la familia se siente desamparada pese a que ha presentado un total de 20 denuncias ante la Fiscalía de Menores con el fin de encontrar una salida al problema.

Dos años de acoso

"Por desgracia para nosotros y nuestra hija, este organismo no acaba de tomar un camino que nos libre de la pesadilla que venimos sufriendo desde hace ya dos años", declaran los padres en el mismo diario, que acusan, también, a la administración educativa del fracaso en la toma de medidas para proteger a su hija.

El director del Liceo de Castilla, Jesús Corral Carranza, que no estaba al frente cuando se produjeron los hechos, explica que está al corriente y asegura que se intentó mediar con las partes afectadas. "Se habló con la tutora, el jefe de estudios, incluso con los alumnos, y se cambió de grupo a la afectada", señala.

Corral reconoce que "había problemas" aunque ha puntualizado que, a su juicio, "más que hablar de acoso habría que hablar de una rivalidad entre grupos en los que no todos eran alumnos del centro". En este sentido, ha considerado que "la vida interna de los grupos es muy fuerte y es difícil que padres y educadores conozcan a fondo lo que ocurre realmente".