Un 60% de los consumidores de cocaína sufre episodios psicóticos
Psiquiatras y juristas reclaman una reforma penal que obligue a seguir tratamiento médico a las personas que delinquen bajo los efectos de las drogas
Un 60% de las personas que consumen cocaína durante más de tres o cuatro años padece en algún momento un episodio de psicosis, un 2% de los cuales puede presentar cuadros muy graves, según han asegurado hoy médicos y juristas, que han reclamado la obligatoriedad de seguir un tratamiento médico para estos casos. Con esta medida, que requiere una reforma penal, aseguran que se podrían prevenir delitos violentos cometidos bajo los efectos de una "psicosis cocaínica". Cuando se sufre un brote de este tipo se pierde transitoriamente, en mayor o en menor medida, el criterio de la realidad, generando un riesgo de integridad física tanto para el consumidor como para otros sujetos. Esta pérdida de la conciencia suele repetirse al volver a consumir y puede producirse tanto en adictos como en personas que la toman esporádicamente o incluso por primera vez. Estos expertos han avanzado unas cifras preocupantes sobre el consumo de cocaína en España, donde se calcula que existen 2.000 cocainómanos por cada millón de habitantes.
Para ello, expertos en psiquiatría y juristas han subrayado, durante el seminario Dificultades para el manejo de los pacientes con psicosis cocaínica, organizado por la Sociedad Española de Toxicomanías (SET), la necesidad de acometer los cambios legales necesarios en el Código Civil y en el Código Penal a fin de obligar a someterse a tratamiento ambulatorio a los consumidores de cocaína que hayan padecido episodios psicóticos violentos. La fiscal coordinadora del Tribunal de Jurado y de los Recursos de Casación del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Teresa Comte, ha explicado en este sentido que en los últimos años se ha detectado "una progresiva presencia de cocaína" en los casos de homicidios y delitos violentos.
Comte ha recordado que una persona con psicosis provocada por esta droga que implique pérdida de la noción de realidad no es imputable de un delito, por lo cual, y aplicando la ley actual, queda libre, aunque las crisis provocadas por la cocaína se hayan repetido. "Esto constituye un cheque en blanco para que se puedan volver a repetir tanto el homicidio como el asesinato", ha subrayado Comte, a lo que ha añadido: "Estamos ante situaciones nuevas a las que no hay respuesta en el Código Penal y aunque desde el 98 hasta ahora sólo se han llegado al Tribunal seis o siete casos de este tipo, sabemos que son más frecuentes". Por esta razón, se ha mostrado partidaria de someter a estas personas a tratamientos forzosos ambulatorios durante un periodo que no exceda a la pena por el delito cometido y que garantice la rehabilitación.
Un 4,5% de jóvenes adictos
España es, junto con Reino Unido y Estados Unidos, uno de los países donde la prevalencia de consumo de cocaína supera el 2% de la población y entre los jóvenes de entre 20 y 34 años este porcentaje se eleva al 4,5%, ha indicado por su parte José Pérez de los Cobos, presidente de la SET. Entre los adictos a la cocaína (entre un 10 y un 15% de los consumidores), más de la mitad sufren algún episodio psicótico, de los cuales un 10% son graves, es decir, incluyen pérdida de sentido de la realidad y paranoias, entre un 30 y un 40% son de grado medio y el resto son psicosis leves, con algunos síntomas y alucinaciones.
"Aunque no tenemos datos epidemiológicos fiables, estos datos dan una idea de la magnitud del problema", ha indicado Luis Caballero, psiquiatra del Hospital Puerta de Hierro de Madrid. A la hora de desarrollar estos cuadros, no existe una pauta y, mientras algunos consumidores no la presentan nunca, otros la sufren la primera vez que esnifan la droga, según ha indicado el presidente de la SET. Caballero ha precisado que muchos cocainómanos sólo toman la droga de forma intermitente los fines de semana "pero también son adictos".
Cuando estas personas llegan a las clínicas con brotes psicóticos por consumo compulsivo se recuperan en pocos días de tratamiento y su conducta vuelve a la normalidad hasta que vuelven a reincidir, pero no se puede mantener ingresado a un paciente sin síntomas, ha agregado Caballero. Estos expertos se han preguntado hasta qué punto puede haber asesinatos o delitos violentos que podrían haber sido evitados cuando fueron cometidos bajo los efectos de la cocaína por personas que habían registrado previamente otros episodios de psicosis violenta y que sabían que podrían repetirse si volvían a consumir.
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