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Greenpeace aborda en Málaga un buque con un supuesto cargamento de transgénicos

La ONG asegura que el barco, de bandera chipriota, carga 9.000 toneladas de soja transgénica

Un grupo de ocho activistas de Greenpeace ha interceptado esta mañana a un buque de bandera chipriota Winner que iba a entrar en el puerto de Málaga con el objetivo de impedir la descarga de un supuesto cargamento de miles de toneladas de soja transgénica, según han informado fuentes de la organización ecologista. Además, la ONG sospecha que el buque no cuenta con la documentación exigida por la ley para el transporte de alimentos.

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Sobre las 7.20 horas, los ocho miembros de Greenpeace, que se llaman a ellos mismos observadores de transgénicos, han subido a bordo del Winner desde dos lanchas del MV Esperanza, cuando el primero se disponía a entrar en el puerto de la capital malagueña para descargar la mercancía. La ONG ha llevado a esta acción para investigar el tipo y la procedencia exacta de la carga y exigir que se paralice inmediatamente la contaminación de los alimentos.

Después, uno de los activistas se ha amarrado al ancla del carguero, dos al mástil y los cinco restantes a cada una de las grúas. Los escaladores de Greenpeace, que han colocado pancartas en las que se pueden leer los lemas España no quiere transgénicos o Don't buy GE food, han pedido al capitán del buque que les enseñe la documentación de la carga que transporta y han tomado muestras para hacer análisis independientes. En torno a las 8.00 horas y tras hablar Greenpeace con el práctico del puerto y comunicarle que su intención "no es impedir la navegación, sino que muestren la documentación solicitada", el carguero ha cambiado el rumbo y se ha dirigido a El Candado.

Segundo importador de soja de la UE

Por el momento, el barco cargado de soja se encuentra fondeado entre el puerto de la capital y El Candado. Los activistas aseguran haber seguido el rastro de este barco, propiedad de la Compañía Nidera, desde Argentina y afirman que lleva a bordo 9.000 toneladas de soja transgénica, así como 11.500 toneladas de maíz. Esta acción se enmarca en una campaña internacional contra los productos transgénicos que la organización ecologista está llevando a cabo en Europa, Asia y América, por considerarlos perjudiciales tanto para la salud como para el medio ambiente. Además, coincide con la celebración del 20 aniversario de su fundación en España, donde cuenta con 82.000 socios.

"Con la acción de hoy, Greenpeace quiere denunciar que España es el segundo importador de soja de la EU. Cada año entran seis millones de toneladas de soja procedentes de países como EE UU, Argentina y Brasil y se estima que unos cuatro millones son transgénicos o contaminados por transgénicos", ha señalado en este sentido Juan Felipe Carrasco, responsable de la campaña de transgénicos. Según el portavoz, "esta soja acaba en los platos de los europeos como ingrediente de muchos alimentos o a través de la alimentación de cerdos, vacas de leche y otros animales cuyos derivados nos comemos".

Según la ONG, el protocolo de Cartagena sobre bioseguridad establece unos estándares mínimos para los movimientos transfronterizos de trángénicos. En febrero, se adoptaron requisitos para la documentación y el etiquetado de los transgénicos, que debería incluir "los nombres comunes, científicos y comerciales de los organismos modificados genéticamente que se transportan, así como los códigos de sus modificaciones genéticas". Greenpeace es crítica con la nueva legislación de etiquetado y trazabilidad de alimentos y piensos transgénicos que entró en vigor el 18 de abril porque no obliga a etiquetar los derivados animales como la carne o la leche. Insisten, por ello, en que los consumidores "tienen derecho a saber si estos productos provienen de animales alimentados con transgénicos".

Una activista de Greenpeace se cuelga de una cadena del barco en señal de protesta.
Una activista de Greenpeace se cuelga de una cadena del barco en señal de protesta.AP

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