El obispo de Córdoba destituye al cura pederasta tras expresarle su "apoyo y cercanía"

El obispo de Córdoba ha destituido al párroco de Peñarroya, condenado a 11 años de prisión por abusos sexuales a seis niñas. La medida se toma pese a que el propio obispo dio ayer su "apoyo" al cura, quien también ha recibido respaldo esta mañana de la propia Conferencia Episcopal.

El obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, ha señalado que el cura condenado, José Domingo Rey Godoy, "había dejado de ejercer sus funciones el pasado lunes día 9 y que, desde entonces, no había dicho misa ni había realizado ninguna actividad pastoral".

Sin embargo, el prelado he evitado explicar por qué ha destituido hoy al párroco después de haber emitido ayer un comunicado en el que señalaba textualmente su "apoyo y cercanía" al condenado y la razonaba alegando que el párroco "ha declarado reiteradamente a su obispo no haber incurrido nunca en comportamientos morales incompatibles con su condición sacerdotal".

La decisión tomada sorprende todavía más teniendo en cuenta que, según el obispo, el sacerdote había abandonado su actividad el lunes, aunque ayer Asenjo rechazó su destitución o traslado, tal y como ha exigido la defensa.

Además, esta misma mañana la Conferencia Episcopal ha ratificado el comunicado que ayer difundió el obispo sobre este caso. Así, el comunicado subraya que los hechos denunciados, "de ser ciertos, son siempre deplorables, moralmente condenables y causa de sufrimiento para todos".

Once años de prisión

Este "apoyo" del Obispado a través de un comunicado se producía pese a que la Sección Primera de la Audiencia de Córdoba desestimó el recurso del sacerdote y ratificó la sentencia del Juzgado de lo Penal número 1 de Córdoba. Ambos emitieron una condena de 11 años de prisión y el pago de 1.500 euros a cinco menores y de otros 600 euros a la sexta niña implicada.

La defensa tiene ahora un plazo de 20 días para presentar un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. Si recurre, la condena queda en suspenso.