Los principales importadores de vacuno de EE UU cierran sus fronteras por un caso de vacas locas

Los resultados preliminares del análisis veterinario realizado a una vaca sacrificada en una granja del Estado de Washington apuntan que el animal sufría la encefalopatía espongiforme bovina (EEB). En caso de que este diagnóstico fuera confirmado, se trataría del primer caso del mal de las vacas locas detectado en Estados Unidos. Más de una docena de países, entre ellos los principales importadores de vacuno norteamericano, han cerrado sus fronteras a este producto, y las acciones de McDonalds y otros restaurantes especializados se han desplomado en la Bolsa de Nueva York.

Los resultados preliminares del análisis veterinario realizado a una vaca sacrificada en una granja del Estado de Washington apuntan que el animal sufría la encefalopatía espongiforme bovina (EEB). En caso de que este diagnóstico fuera confirmado, se trataría del primer caso del mal de las vacas locas detectado en Estados Unidos. Más de una docena de países, entre ellos los principales importadores de vacuno norteamericano, han cerrado sus fronteras a este producto, y las acciones de McDonalds y otros restaurantes especializados se han desplomado en la Bolsa de Nueva York.

La secretaria estadounidense de Agricultura, Ann Veneman, ha anunciado hoy los resultados del análisis realizado por el Laboratorio Veterinario Nacional a un animal de la raza Holstein que había sido sacrificado días antes. Veneman ha avanzado así mismo que "se han tomado todas las medidas de precaución apropiadas" para evitar que la enfermedad se extienda por la cabaña estadounidense, y que sus esfuerzos se centran ahora en localizar los restos del animal, que al parecer han ido a parar a dos plantas procesadoras. La secretaria de Agricultura ha querido resaltar sin embargo que las partes más contagiosas (médula espinal, cerebro y tuétano) no han entrado en la cadena alimenticia.

"El riesgo es mínimo

La granja ha sido puesta en cuarentena, a la espera de que los análisis posteriores confirmen o desmientan el resultado inicial (aún tardarán entre tres y cinco días). Veneman ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad, al afirmar que "el riesgo es mínimo": "Yo misma planeo servir carne de res en mi cena de Navidad".

Sin embargo, las autoridades del Estado de Washington han expresado su temor a que la carne de esa vaca ya haya sido consumida, mientras una reacción de temor e histeria se extiende dentro y fuera del país. La cadena de restaurantes McDonalds se ha apresurado a confirmar que los restos de su vaca no han ido a parar a ninguno de sus suministradores. Sin embargo, sus acciones se han desplomado en los primeros minutos de cotización de la Bolsa de Nueva York. Encuadrados entre los más negociados del día, los valores de McDonalds se han desplomado más de un 5%, con lo que la compañía ha perdido de un plumazo 1.700 millones de capitalización bursátil. El índice general ha caído un 0,2%, tras alcanzar ayer su máximo desde mayo de 2002.

Efectos en la Bolsa

"El miedo a la enfermedad afectará al mercado", ha comenzado el vicepresidente a la firma de analistas Alaron Trading Corp, Phil Flynn. "Hasta ahora éramos uno de los mayores productores mundiales libres de este mal, pero ahora el valor de nuestras exportaciones caerá de una forma muy notable", ha añadido Flynn.

La detección de la enfermedad en el ganado británico, y el reconocimiento por parte de Londres en 1995 de un posible vínculo entre esta enfermedad y su equivalente humano, el mal de Creutzfeldt-Jakob, causó un serio revés al sector en toda Europa en esa época. Esta enfermedad ha causado la muerte a 143 personas en el Reino Unido y de diez en otras partes del mundo; el mal provoca daños daños irreversibles en el sistema nervioso hasta provocar la muerte a causa de la actuación de los priones —proteínas defectuosas—- sobre el resto de ellas, llegando a transformar el cerebro, que adquiere una textura porosa similar a la de una esponja.

Principales importadores

La noticia ha causado ya una cascada de reacciones en todo el mundo, que oscilan entre la prudencia y la psicosis. Como piezas de un dominó, los Gobiernos de Japón, Corea del Sur, Taiwan, Malaisia, Singapur, Hong Kong, Tailandia, Australia, Rusia, Ucrania, Suráfrica, Brasil, México y Chile han anunciado en cadena la suspensión temporal de la compra de bovino a Estados Unidos.

Precisamente Japón y México son los dos principales importadores de carne estadounidense, seguidos de Canadá, Corea del Sur y Hong Kong. Tokio compra 240.000 toneladas al año. La Unión Europea ha anunciado que mantendrá bajo estricta vigilancia la carne estadounidense, pero de hecho ya tiene restringidas las importaciones por la preocupación ante el engorde del vacuno con hormonas de crecimiento.