Muere 'Copito de Nieve', el único gorila albino
El animal había sido retirado del Zoo el pasado miércoles
Copito de Nieve, el único gorila blanco conocido, ha muerto esta mañana en el Zoo de Barcelona a consecuencia del cáncer de piel que padecía desde hace algunos años, según ha informado el Ayuntamiento de la ciudad.
El gorila, uno de los símbolos más importantes de Barcelona, se encontraba desde el pasado miércoles fuera de la exposición al público después de que en los últimos días hubiera empeorado su salud. Durante la pasada noche, los veterinarios decidieron aplicarle la eutanasia para evitar el sufrimiento del animal.
El cuerpo de Copito de Nieve ha sido trasladado al departamento de Veterinaria del Zoo, donde se le ha practicado una necropsia. El presidente del Zoo de Barcelona, Jordi Portabella, ha zanjado la polémica en torno al destino de los restos del gorila al subrayar que el animal no será disecado ni expuesto en un museo y que se conservarán algunas muestras de su cuerpo con fines "estrictamente científicos".
El animal tenía 40 años, medía 163 centímetros y pesaba 180 kilogramos. A lo largo de su vida tuvo 21 hijos con las tres gorilas que han sido sus compañeras durante estos años. De sus retoños sólo cinco viven en la actualidad, Machinda, Ntao, Kena, Bindung y Virunga, después de que hace unos meses muriera Urko. También quedan cuatro nietos del gorila.
El alcalde de Barcelona, Joan Clos, ha anunciado hoy que próximamente habrá una calle o plaza en Barcelona que llevará el nombre de Copito de Nieve. El lugar estará situado cerca del Zoo y contará con una estatua "hiperrealista" del animal. Otra de las iniciativas previstas para homenajear al primate es la edición de un DVD con los cerca de 2.000 dibujos recopilados en los últimos meses por el Zoo y realizados por los niños que visitaban el parque.
Un hallazgo casual
Nfumu Ngi, el primer nombre que recibió Copito fue capturado en Guinea en 1966 por un grupo organizado de granjeros, que decidió abatir a varios gorilas que se comían los frutos de su plantación. Una de las hembras murió con Copito en sus brazos, quien al ser encontrado despertó el interés de sus captores. La llamativa apariencia del gorila hizo que estos guineanos decidieran vender el animal al etólogo Jordi Sabater Pi, director de una institución que dependía del Zoo de Barcelona y que se dedicaba a estudiar la fauna de la entonces todavía Guinea Española. A partir de entonces, el único gorila albino del mundo se hizo tan conocido que la prestigiosa revista National Geographic le dedicó una portada.
Ejemplar único
La piel rosada, los ojos azules y sobre todo, la carencia de melanina, despertaron el interés de los científicos. Desde su llegada a Barcelona los expertos intentaron conseguir sin éxito otro ejemplar de gorila albino. Las tres hembras con las que se ha apareado el gorila son de pelaje negro por lo que, según las leyes de Mendel, para que naciera otro gorila albino era necesario que Copito se apareara con alguna hija suya, lo que elevaba las posibilidades al 50%.
El avance de la edad del gorila hizo que disminuyera el interés científico por obtener descendencia albina -finalmente se dejó de extraer semen para una reproducción asistida posterior- e incluso en 1997, cuando resonaban los ecos del éxito de la Oveja Dolly, el Ayuntamiento y el Zoo desestimaron la clonación de Copito.
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