La NASA pierde contacto con la 'Contour' cuando debía dejar la órbita terrestre
La sonda espacial, lanzada el 3 de julio, debe estudiar la composición del núcleo de los cometas Encke y Schwassmann-Wachmann 3
La NASA intenta recuperar el contacto con la sonda espacial Contour, que perdió ayer cuando ésta sobrevolaba el Índico durante la maniobra de encendido de sus motores para propulsarla fuera de la órbita terreste con destino a los cometas Encke y Schwassmann-Wachmann 3, de los que debe estudiar la composición del núcleo.
Los ingenieros de la Agencia Espacial Estadounidense (NASA) perdieron el contacto con la sonda Comet Nucleus Tour, Contour, (Periplo Alrededor del Núcleo de un Cometa) cuando ésta debía abandonar su órbita terrestre, mientras sobrevolaba el océano Índico a 140 kilómetros de altitud, una altura demasiado baja para poder ser seguida por las antenas de la NASA, según ha informado el equipo que controla la misión desde el Laboratorio de Física Aplicada (APL) de la Universidad John Hopkins, en Maryland.
"Tendríamos que haber sido capaces de entrar en contacto con la nave después del encendido [de los motores], pero no pudimos hacerlo. Los técnicos todavía tratan de hacerlo y se mantienen optimistas. Creemos que el encendido se desarrolló correctamente, aunque, hasta donde sabemos, la sonda se encuentra todavía en la órbita terrestre", indicó una portavoz del APL, Helen Dorth.
El encendido de los motores debía permitir a la sonda acelerar hasta los 6.912 kilómetros por hora con el fin de evitar la atracción terrestre. Fue a las 11.35 en España, cuando los responsables de la misión esperaban recibir la confirmación de que la maniobra se había realizado correctamente, cuando se produjo la pérdida de contacto. Desde ese momento, la radio que devuelve la señal de la nave se mantiene en silencio.
En busca del origen del agua de la Tierra
La Contour, que pesa 970 kilos, fue lanzada el pasado 3 de julio y desde entonces ha estado orbitando la Tierra a la espera de las condiciones idóneas para dirigirse al encuentro de los cometas Encke y Schwassmann-Wachmann 3, que debería alcanzar en 2004 y 2006. Del estudio del núcleo de ambos cometas se podría obtener información sobre los orígenes del hielo y el agua que hay en la Tierra. Algunos científicos afirman que buena parte del agua que existe en la Tierra, imprescindible para el desarrollo de la vida, podría provenir del hielo de los cometas, depositado en sucesivos impactos contra la superficie del planeta.
La misión de la Contour, que tiene un coste de unos 159 millones de dólares, está considerada por la NASA como una de las más importantes de las que se encuentran en curso. Si, pese al apagón, se recupera el contacto con la nave y está ha emprendido su nueva trayectoria, se espera que pueda entrar en contacto con el cometa Encke en 2004. Éste es un cometa muy conocido por los astrónomos desde 1786 y sus sucesivas órbitas alrededor del Sol han desgastado su superficie.
El Schwassmann-Wachmann 3, sin embargo, es un cometa muy joven que presenta además la particularidad de haberse fragmentado recientemente en dos, lo que permitirá conocer la estructura interior del núcleo de un cometa.
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