Científicos estadounidenses y alemanes consiguen que ratones produzcan esperma de cerdo y de cabrito
Este avance permitirá que hombres que han perdido sus testículos puedan tener hijos
Científicos de las universidades de Pennsylvania (EE UU) y Münster (Alemania) han logrado que ratones de laboratorio produzcan esperma de cerdo y de cabrito después de implantarles fragmentos de testículos de estos animales recién nacidos bajo la piel. Este descubrimiento aparecerá en la edición del 15 de agosto de la revista científica británica Nature.
Se trata de la primera vez que los investigadores consiguen que ratones de laboratorio produzcan esperma viable de mamíferos no roedores. Según ha explicado la investigadora Ina Dobrinski, el experimento ha consistido en coser bajo el lomo de ratones machos, castrados, inmunodeficientes y sin pelo, trozos de tejidos de testículos de cerdos y cabritos y ratones recién nacidos a los que les quedaba mucho tiempo para producir esperma. Esos tejidos crecieron y maduraron en la espalda de los ratones.
Según los investigadores, más del 60% de los injertos, que inicialmente tenían el tamaño de una cabeza de alfiler, han aumentado de volumen "en más de cien veces en algunos casos", y esos testículos en miniatura "han creado finalmente esperma maduro". Los tests de fecundación in vitro han demostrado que el esperma recogido de las tres especies funciona.
El equipo de Dobrinski cree que este método de injertos testiculares permitirá algún día a los hombres crear reservas ilimitadas de su esperma, que podría sobrevivir incluso si pierden los testículos por un tratamiento contra el cáncer, o incluso si mueren. "Incluso los niños que pierdan los testículos antes de ser lo bastante mayores para producir esperma podrán tener niños algún día", ha afirmado Dobrinski.
Servirá para salvar especies amenazadas
Además, este descubrimiento puede servir para salvar especies amenazadas, ya que permitirá a los criadores crear esperma de machos jóvenes sin tener que esperar a que crezcan. En medicina, estos injertos podrían servir para estudiar los efectos de las drogas y de los anticonceptivos masculinos sobre el funcionamiento de los testículos.
"Realmente estamos sorprendidos de que haya funcionado tan bien en especies distintas", ha afirmado Dobrinski.
El estudio también muestra que, entre mamíferos, la testosterona (hormona masculina) de una especie puede funcionar en el organismo de otra especie
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