Absueltos los 15 acusados de la Iglesia de la Cienciología

La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto a 15 personas relacionadas con la Iglesia de la Cienciología de delitos de asociación ilícita, contra la salud pública, imprudencia temeraria, omisión de impedir delitos, simulación de delito, denuncia falsa, detención ilegal e intrusismo, que se les había imputado.

Así lo acuerda en una sentencia en la que señala que no se ha demostrado que las asociaciones de los acusados fueran para cometer o promover delitos, tal como mantuvo el fiscal, que pidió penas de entre cinco años y tres meses de prisión y solicitó la disolución de la Cienciología.

Para la Audiencia, no hay suficientes pruebas para determinar que dichas asociaciones fueran para cometer delitos, entre otros, de estafa o intrusismo, pues en cuanto al primero "el cobro de cantidades por los servicios prestados para la financiación de la organización no puede ser demostrativo" de este delito.

La Sala no aprecia intrusismo "porque la práctica de la 'auditación'" en el seno de la Cienciología "no es un acto propio de la medicina psiquiátrica, sino que es una técnica con un aparato inocuo para la salud que no exige conocimiento de psiquiatría ni psicología".

Fundada en 1954

Además, "la comunicación no es un riesgo", sobre todo si las personas que la utilizan la consideran una práctica religiosa, agrega. La Sala recuerda que la denominada Iglesia de la Cienciología fue fundada en Los Angeles (Estados Unidos) en el año 1954 y tiene su origen en los escritos y doctrina de L. Ronald Hubbard.

Añade que dicha doctrina se inicia con la Dianética, considerada como una ciencia organizada del pensamiento y encaminada a conseguir que el hombre alcance el estado de "claro", coincidente con el de una persona sin represiones y con autodeterminismo.

Posteriormente, Hubbard evolucionó en su doctrina y creó las bases de lo que denominó Religión de la Cienciología, a raíz de descubrir que el hombre no sólo era cuerpo y mente, sino un ser espiritual, y a partir de entonces Dianética pasó a ser una rama de la Cienciología.

Hubbard desarrolló igualmente una tecnología para la aplicación de los principios de Cienciología, encaminada a mejorar las funciones de la mente y rehabilitar el potencial del espíritu y que se denomina auditación. Dicha tecnología se basa esencialmente en la comunicación y en concreto en la formulación de una serie de preguntas e instrucciones encaminadas no sólo a localizar las áreas de malestar o dificultad espiritual existente en sus vidas, sino también a hallar el origen de dicho malestar.

Junto con la auditación, existe otra técnica que facilita el conocimiento del porqué, que se identifica con el entrenamiento y que se realiza a través de numerosos cursos, cuyos materiales consisten en libros, publicaciones, películas y conferencias, todo lo cual se imparte bajo el control de un supervisor de curso.

Dichos cursos, que se cuentan por decenas, no son gratuitos, sino que exigen una contraprestación, alcanzando algunos de ellos importes superiores a los dos millones de pesetas. Tampoco son gratuitas las auditaciones y por tal concepto se ha llegado a pagar alrededor de tres millones.

Código interno de sanciones

La organización de la Cienciología dispone también de un código interno de sanciones, en el que se considera un crimen abandonar públicamente la Cienciología y la sanción mayor es la expulsión.

Narconon, que quiere decir no drogas, empezó en 1966 con ocasión de que un recluso adicto a las drogas logró librarse de su adicción a través de un libro de Hubbard y después se fue extendiendo el programa con dicho nombre.

La Audiencia destaca que la llamada Iglesia de la Cienciología se fue expandiendo por diferentes países de Europa hasta llegar a España, en donde se constituyeron diferentes asociaciones, todas ellas unidas por el lazo común de la doctrina emanada de su fundador.

Igualmente, se fundaron asociaciones para rehabilitación de drogodependientes, de acuerdo con la técnica que con tal fin había desarrollado igualmente Hubbard. Diversos acusados ocuparon cargos en las asociaciones constituidas en España.