Milingo y su esposa confirman su ruptura tras reunirse durante más de tres horas

Detrás de la renuncia de Milingo se encuentra la amenaza de excomunión que el Vaticano lanzó ante el último episodio protagonizado por el controvertido arzobispo.

Durante la reunión celebrada en el hotel Arcángel, en el barrio residencial de Prati, próximo al Vaticano, monseñor Milingo le comunicó personalmente a Sung su voluntad de volver plenamente al seno de la Iglesia católica y de renunciar a su matrimonio.

"Me he dejado convencer de poner fin a mi ayuno", ha declarado Sung durante una rueda de prensa improvisada desde una ventana del primer piso del hotel, de donde monseñor Milingo había partido media hora antes sin hacer comentarios. El prelado se subió rápidamente a una limusina del Vaticano al cabo de la reunión.

"Viviré sola el resto de mi vida", ha prometido la acupuntora coreana de 43 años, que según sus allegados ha perdido ocho kilos en los últimos 15 días. "El problema fundamental es que yo no conocía las reglas de la Iglesia católica", ha añadido la mujer a través de su intérprete.

"Con un corazón sincero, Milingo me pidió que pusiera fin a mi ayuno. Por amor a mi marido respetaré su deseo, pues ello no significa un cambio en mi corazón", ha explicado. "En virtud de la relación que hemos tenido, haré lo más que pueda para apoyar y respaldar a monseñor Milingo en su misión hasta el final y para encontrarnos luego en el más allá", ha continuado María Sung.

Sung ha precisado que monseñor Milingo no le ha pedido claramente perdón, pero le ha asegurado que "conservará su amor total (hacia ella) como hermano y hermana".

La pareja ha estado acompañada durante toda la reunión, según María Sung. "Había cinco personas conmigo y más por parte del Vaticano", ha explicado, para luego comentar que había recibido un "rosario" de regalo.