Bush autoriza subvencionar la investigación con células madre obtenidas de embriones
Los investigadores públicos sólo prodrán utilizar las líneas célulares existentes y no se subvencionará los experimentos con nuevas células obtenidas de embriones destruidos
Desde su rancho de Tejas, Bush hizo anoche un paréntesis en mitad de su largo descanso para comunicar una decisión tomada con "gran cuidado". El presidente lo ha hecho en una conferencia de prensa televisada en horario de máxima audiencia, algo reservado habitualmente para el anuncio de intervenciones bélicas o para salir de apuros políticos.
Pese a que defendió en su campaña electoral que cortaría el grifo de las subvenciones públicas a este tipo de investigaciones, dos meses de reflexión le han servido para cambiar de opinión y respaldar unas investigaciones públicas que considera "muy prometedoras pero expuestas a un gran peligro". Su Gobierno destinará el año próximo unos 250 millones de dólares (unos 10.000 millones de pesetas) a estas investigaciones.
"Es una investigación muy prometedoras pero expuesta a un gran peligro"
Las células madre proceden de embriones. Cinco o seis días después de la fecundación, el embrión humano se ha convertido en una esfera de unas 100 células (células madre) que seguirán diferenciándose para formar los distintos tipos de tejidos y órganos. Si el proceso se detiene en ese momento lo que se tiene es un banco de células que puede desarrollarse y formar cualquier tipo de tejido. El propio del páncreas, el hígado o el cerebro. La comunidad científica estima que se trata de una prometedora línea de investigación.
Los científicos estadounidenses que disfruten de subvenciones públicas no podrán usar nada más que 60 líneas de células madre existentes.
Los científicos, sin embargo, consideran que debería haber entre 400 y 4.000 líneas de células madre para garantizar la suficiente variedad y propiedades entre ellas. Pero para eso es necesario utilizar nuevos embriones para extraer de ellos las nuevas líneas célulares y Bush no está dispuesto a eso.
Mientras que los científicos ven en la investigación con células madre una posible solución para enfermedades incurables, los grupos antiabortistas se siguen oponiendo a este tipo de prácticas.
Los antiabortistas alegan que estos experimentos atentan contra la vida humana, ya que los embriones deben ser destruidos para obtener células madre.
Fuentes cercanas a Bush han informado de que el presidente norteamericano consideró por un momento permitir la utilización de los embriones que sobraran en las clínicas de fecundación artificial. Finalmente, ha decidido no ir tan lejos. Ha declarado que sólo se autorizará la subvención de las investigaciones que utilicen líneas de células madres ya existentes. "La decisión entre la vida y la muerte, ya ha sido tomada", ha afirmado.
Bush ha anunciado asimismo la creación de un Consejo Presidencial de Bioética, que se encargará de supervisar las investigaciones teniendo en cuenta consideraciones éticas y científicas.
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