Muere a los 92 años el periodista italiano Indro Montanelli

Montanelli se encontraba ingresado desde hacía tres semanas en el hospital San Raffaele de la capital lombarda, donde había sido recientemente sometido a una intervención quirúrgica.

Nacido en la localidad florentina de Fucecchio, Montanelli es una de las figuras más relevantes del periodismo italiano, una condición que le hizo merecedor del premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 1996.

"Indro Montanelli ha sido y es para los profesionales de la comunicación de todo el mundo un ejemplo y espejo permanente de ética profesional, independencia de criterio, defensa de la libertad y servicio a la convivencia democrática a través de la comunicación", dijo de él el jurado que le concedió el galardón.

En los últimos tiempos, Montanelli se había embarcado en una dura disputa con el recién elegido primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, quien en 1994 se hizo con el control del periódico Il Giornale, que el periodista dirigía.

Pese a su perfil conservador, Montanelli se sumó a la corriente de intelectuales que en las pasadas elecciones italianas pidió abiertamiente el voto para la coalición de izquierdas El Olivo. "Berlusconi da miedo", llegó a decir el periodista.

Los comienzos

Montanelli cursó sus estudios superiores en la Universidad de Florencia y en la Sorbona de París, donde se licenció en Ciencias Políticas y Derecho. Completó estudios de Historia en Alemania.

Sus primeros pasos en la profesión fueron en el diario Paris-Soir en los años 30. En 1938 pasó a formar parte de la redacción del Corriere della Sera, donde trabajó como enviado especial, editorialista y comentarista político. En este rotativo cubrió como corresponsal de guerra los conflictos más relevantes del pasado siglo, entre ellos la II Guerra Mundial y la guerra civil española.

En 1974 abandó el periódico en el que había crecido profesionalmente por el cambio de la línea ideológica de la cabecera, tras lo cual fundó Il Giornale nuovo de Milán, que salió a la calle con la idea de ser un periódico independiente, y que dirigió hasta 1994, en desacuerdo al ser adquirido por Berlusconi.

En los últimos diez años, y pese a su avanzada edad, Montanelli compaginó colaboraciones en televisión, revistas y prensa diaria. Tenía una columna diaria en el rotativo milanés Corriere della Sera y un programa televisivo semanal en la emisora Telemontecarlo.