El primer enfermo con corazón artificial sorprende por su rápida recuperación

Antes de la operación, el enfermo, un estadounidense anónimo de 50 años, tenía una esperanza de vida de apenas 30 días y los médicos declaraban que se darían por satisfechos si lograban duplicar esas expectativas. Ahora, algunos han señalado que podría superar el año de vida.

Los médicos han explicado que el paciente "se encuentra bien, respira por sí mismo y ha empezado a hacer una serie de ejercicios desde su cama para fortalecer sus músculos". Gray ha relatado la evolución del paciente desde el pasado día 2 de julio y ha subrayado su progreso, para añadir "que el equipo médico nunca se hubiese imaginado que la recuperación fuera tan rápida". Ya ha podido conversar con sus médicos y ver una película con su esposa, a pesar de que aún necesita ventilación asistida.

Por su parte, el doctor Robert Dowling, otro de los responsables de la operación, ha indicado que el paciente, cuando llegó a su consulta, se encontraba en estado terminal y que "no podía andar más de cinco metros". Además, su peso era de 64 kilos, 30 menos de su peso normal, por lo que "estaba muy debilitado" y ni sus riñones ni sus pulmones funcionaban con normalidad.

Agradecen las muestras de cariño

En este sentido, Dowling ha señalado que "un hombre consume hasta el 20% de sus energías totales al respirar". En estos momentos el paciente "no tiene fiebre, habla, come productos líquidos y duerme una media diaria de siete horas", según han apuntado los dos cirujanos del hospital de Louisville, quienes han afirmado que tanto el paciente como su familia agradecen las muestras de cariño recibidas por ciudadanos de todo el mundo y el respeto a su intimidad.

El corazón artifical, Abiocor, fue fabricado por la empresa estadounidense Abiomed, cuyo portavoz explicó después de la operación que "el implante deberá funcionar como mínimo seis meses y que si el paciente sobrevive los dos primeros meses, entonces otras cinco personas serán sometidas a trasplantes de corazón artificial".

El nuevo prototipo de corazón artificial, cuyo tamaño es similar al del corazón humano, funciona como un corazón natural, con dos bombas diferenciadas que mueven la sangre por el cuerpo a razón de hasta ocho litros por minuto cada una.

Gray y Dowling forman parte del equipo de cirujanos y especialistas que se ha estado preparando durante tres años para poder realizar esta intervención, la primera del mundo con un corazón artificial totalmente implantable.