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DERECHOS HUMANOS

La ONU denuncia la violencia contra mujeres y niñas por fuerzas de mantenimiento de la paz

Un informe de la Comisión de Derechos Humanos revela el aumento de actos violentos durante los conflictos armados

La relatora especial de la ONU ha presentado hoy un informe en la que destaca los actos violentos contra mujeres durante los conflictos de Afganistán, Burundi, República Democrática del Congo, Timor oriental, Kosovo, Chechenia o Sierra Leona.

El documento subraya que cada vez hay más casos de violaciones y otros abusos sexuales de una "brutalidad inimaginable" cometidos por soldados y funcionarios de Naciones Unidas encargados de mantener la paz. En este sentido se ha demostrado un caso en Kosovo en 1999 y ha recordado la inculpación de soldados italianos en abusos perpetrados durante las operaciones de paz en Somalia entre 1992 y 1995.

Las informaciones de torturas, violaciones y asesinatos cometidos por las fuerzas de paz en Mozambique, Angola, Camboya y Bosnia, también forman parte del informe elaborado. Durante los conflictos se han dado casos de mujeres violadas por agentes de fuerzas gubernamentales, por policías, por guardias de campos de refugiados, por vecinos, por políticos y hasta por miembros de sus familias.

Para la especialista de la ONU las fuerzas rebeldes también cometen estos actos aunque se dedican especialmente al secuestro de mujeres y niñas para convertirlas en esclavas sexuales o para obligarlas a casarse con alguno de sus miembros.

El documento incluye estremecedores relatos sobre el tráfico de mujeres con fines de prostitución forzada descubierto en Bosnia, donde los delincuentes se beneficiaban de la complicidad de miembros de la policía local e internacional y de la fuerza de estabilización.

Según las informaciones de la relatora, en unos 30 países se ha enrolado por la fuerza a mujeres en los ejércitos, tanto gubernamentales como entre los paramilitares o las guerrillas. Un problema añadido-señala el testimonio-, es la dificultad que encuentran para reinsertarse en sus familias o comunidades una vez que acaba el conflicto.

Al desprecio que sufren por parte de sus familiares o vecinos se añade la prohibición de muchas legislaciones de que las hijas hereden los bienes paternos cuando pasan a ser cabezas de familia por la muerte de los hombres.

Entre las recomendaciones del informe de Coomaraswamy figura la de establecer cursos especiales para todas las misiones de mantenimiento de la paz. Igualmente considera necesario que se elaboren procedimientos y medidas disciplinarias para sancionar a las fuerzas de paz que violen normas internacionales, en particular las relativas a la violencia contra mujeres y niñas.

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