Yoko Ono, una ‘yayoflauta’ de moda a los ochenta años

Con un León de Oro de la bienal de Venecia por su trayectoria en el campo de la pintura y la escultura en el bolsillo, y el perdón de Paul McCartney (se siente Def con Dos pero La culpa de todo ya no la tiene Yoko Ono) en la faltriquera, la eterna viuda de John Lennon, la perfomer multidisciplinar japonesa que el propio Beatle bautizó como la "artista desconocida más famosa del mundo", Yoko Ono, se reinventa y vuelve a la escena social y cultural con la moda como telón de fondo.  

El pasado septiembre se presentaba una edición limitada de joyas que Yoko Ono ha creado para Swarovski, arraigadas en su aristocrática niñez tokiota e impregnadas de su espíritu pacifista. Mil trescientas piezas personalizadas de puño y letra de Yoko con toda una historia conceptual detrás, de esas que tanto le gusta explotar en su vertiente creativa. Con la promoción de esta colaboración como excusa, Ono, activista (barra) feminista comprometida –últimamente ha estado volcada en su campaña Imagine There's No Hunger– y vanguardista de raza, se viene dejando ver por todo tipo de actos benéficos, musicales y fiestas. Incluido el lanzamiento del nuevo perfume de Lady Gaga. Preludio a la entrega del premio bienal por la paz Lennon Ono concedido este 2012 a la misma Gaga y a las Pussy Riot.

A finales de noviembre, Yoko desvelaba en Nueva York su colección cápsula de prendas masculinas diseñadas para Opening Ceremony. Suéters, camisetas y pantalones muy deportivos y con un punto surrealista, basados en unas ilustraciones que le regaló a John Lennon por su boda a finales de los sesenta. La propuesta la lanzó al aire ella misma cuando le presentaron a Humberto Leon, cofundador de la marca, en la inauguración de una de sus tiendas en Tokio. Y es que estos son el tipo de alternes frecuentados por la japonesa en los últimos tiempos. Un icono sin fecha de caducidad redescubierto hoy por hipsters –su hijo Sean el primero, ya que ha hecho de ella su mejor colaboradora y carabina– firmas de lujo o cadenas de moda pronta. 

Los primeros en obsesionarse con ella fueron los responsables de la firma ThreeASFOUR. En ella se inspiraron para su colección de Primavera/Verano 2010 y desde entonces es un referente para la casa. Suya es la única serie de varios retratos que está dando la vuelta al mundo con la exhibición Little Black Jacket de Chanel. Seis concretamente. En palabras de Karl Lagerfeld: "La adoro. Tiene la personalidad para ser una gran artista sin resultar un coñazo". Incluso Zara se ha rendido a su carisma a través de una línea de camisetas estampadas con sus fotos y mantras.

En la red es una figura de lo más proactiva. En Twitter cuenta con más de tres millones de seguidores. Este verano se empeñó en tirar adelante su proyecto #smilesfilm, la primera película editada a golpe de sonrisa fotográfica que cuenta con una aplicación para iPhone. Así, hace unos días corría como la pólvora en Youtube un montaje hecho sobre una performance vocal de la artista, perpetrada en el MoMa en 2010, con los acordes del Fireworks de Katy Perry de fondo. Una chirigota dadaísta que podría haber sido el próximo Gangman Style y ya cuenta con remezclas al son de Adele y otros hits.

Lo que no hay manera de matar por mucho que Sir McCartney haya acabado con la rabia, es su leyenda negra. Esa que siempre aseguró que fue cosa suya la ruptura de los Beatles. Ahora el sambenito se lo han colgado a Taylor Swift, apuntada como la próxima Yoko Ono por la facción dura de las fans de One Direction debido al romance que mantiene con Harry Styles: uno de los componentes de esta boy band del momento.

Junto a otro «yayo» de la moda, Karl Lagerfeld. El diseñador dista bastante del activismo que profesa la artista.

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Algunas de las creaciones masculinas de Ono para Opening Ceremony.

Opening Ceremony