This is Osant, la firma española que traslada la customización a la clásica cazadora de cuero
Los hermanos madrileños Almudena y Carlos Rico abandonaron los despachos de abogados en los que trabajaban para fundar hace cuatro años This is Osant y crear una perfecto ‘ad hoc’ para cada persona.
Necesitaban un cambio en sus vidas y decidieron ser osados –como el nombre de su firma–. Hace cuatro años los hermanos Rico trabajaban en un despacho de abogados en Madrid cuando decidieron abandonar su rutina –y su nómina– para concentrar sus fuerzas en un nuevo proyecto: lanzar una firma de chaquetas de cuero que transgrediera los límites de la oferta en el sector. “Siempre hemos sido unos fanáticos de las prendas de cuero y en el mercado no existía ni variedad de colores, ni la posibilidad de customizar prendas de calidad”, nos cuentan Almudena y Carlos Rico.
Si pensamos en una cazadora de cuero, nos acordamos de Marlon Brando en Salvaje (1953) o de James Dean. Hollywood popularizó el uso de las perfecto en los años cincuenta, pero el responsable definitivo de trasladarlas a la moda de calle fue el diseñador Yves Saint Laurent en 1960. Desde entonces, la clásica chaqueta se ha convertido en un básico sempiterno en cualquier fondo de armario que tiende a ser monopolizado por los colores negro o marrón. Frente a esta realidad, los Rico crearon This is Osant pensando en ofrecer libertad de decisión al consumidor y trasladar la pluralidad a la chaqueta de cuero. “Si quieres comprar una biker las posibilidades son limitadas. La mayoría de las firmas optan por marrón o negro, algún loco hace una colección azul o Zara saca la amarilla y revoluciona el mundo. Queríamos que la gente llevara lo que realmente quisiera llevar, no lo que les impusieran”, resumen.
Compaginando las jornadas interminables de trabajo en el despacho con una ardua labor de investigación y formación durante su tiempo libre, los hermanos acudieron a París a una de las ferias de moda más importante de Europa. “Fuimos a Première Visión para valorar si el proyecto era viable. Por aquel entonces no sabíamos nada del negocio de la moda”, recuerdan. Allí confirmaron su sospecha: un nicho de mercado en este tipo de prenda. Y decidieron dar el salto con la idea de trasladar un consumo consciente y alejado de lo fugaz al mundo de las cazadoras de cuero. “Tratamos de consumir con cierta responsabilidad y era el mensaje que queríamos transmitir: que puedas comprar una chaqueta que te acompañe toda la vida”. Y para ello la piel era indispensable como sinónimo de resistencia y durabilidad. “La esencia de This is Osant es el cuero. Es el único material del mercado que se amolda a tus vivencias, cuenta tu historia. Según la llevas, la curtes… tu chaqueta se amolda y va a ser diferente a la mía”, detallan.
Con la misión de “hacer una chaqueta ad hoc para cada persona”, descubrieron un proveedor de piel en Italia. “Encontramos una curtiduría fantástica en Nápoles que disponía de un cuero de cordero fantástico en 90 colores”, señalan. Localizaron la producción en su propio taller en Madrid y acogieron las técnicas artesanales a la hora de confeccionar sus bikers. “Estamos en contra de situar la producción en un lugar remoto sin conocer las condiciones laborales de los trabajadores. En España tenemos unos artesanos maravillosos, lo que además nos permitía asegurar una calidad que sería imposible si fabricáramos en otro punto del planeta”. Una producción de proximidad gracias a la cual están presentes a lo largo de la totalidad del proceso: desde la llegada de la materia prima, hasta la salida de los envíos. “Cuando llegan las pieles desde Italia las comprobamos personalmente una a una para asegurar que no tienen imperfecciones. Y lo mismo con cada chaqueta que fabricamos”, resumen.
Fusionando calidad y artesanía en diseños ideados para lidiar con la temporalidad, definen sus cazadoras como “urbanitas y modernas” sin abandonar los patrones clásicos. “Si innovas demasiado, la chaqueta de cuero pierde su esencia. Es una prenda que ha soportado el paso de las décadas y eso es por algo. No hacemos virguerías, no buscamos diseñar una cazadora de alta costura”, resumen. Una apuesta por diseños clásicos que camina en sintonía con su misión: “Tratamos de diseñar chaquetas de cuero que, si todo va bien, puedan heredar tus hijos”.
¿Pero realmente se valoran el cuidado trabajo del artesano y las prendas de calidad en nuestro país? Las cifras hablan por si solas, ya que un 75% del volumen de sus ventas proviene del extranjero frente a un 25% efectuadas dentro de las fronteras. “El problema es la forma en la que entendemos como masa consumidora la moda. No estamos acostumbrados a valorar una prenda por lo que es. Cuando una sociedad equipara una chaqueta de 900 euros, y confeccionada de manera artesanal, a una chaqueta de Zara –que en ocasiones ni siquiera es de piel–, hay algo que falla en la educación de moda en el país”. Una forma de consumir que también presenta desigualdades a lo largo de la península. “Es llamativo porque las ventas se multiplican fuera de ciudades grandes como Madrid, Barcelona o Valencia. Quizá en las capitales nos hemos acostumbrado a consumir fast fashion en vez de un producto duradero”, añaden.
A lo largo de los últimos meses los hermanos han logrado capear el momento de crisis actual como consecuencia del coronavirus. “Hemos tenido suerte porque seguimos vendiendo. Incluso en los meses de verano, como junio o julio, en los que las ventas suelen bajar ”. Si bien reconocen que su situación es menos vulnerable que otras firmas del sector debido a su fabricación “a la carta” y limitada que esquiva la sobreproducción. “Una vez haces un pedido tu chaqueta tarda cinco días porque es lo que nos cuesta hacerla. No tenemos ni la capacidad, ni las ganas de fabricar un stock. Tenemos nuestro stock con diferentes tipos de cuero y a partir de ahí fabricamos cada prenda”, resumen.
Si les preguntamos sobre la clave del éxito en su aventura emprendedora, admiten lo importante en “caer y levantarse con la mirada siempre fija en tu objetivo. Porque si crees en tu producto y te tropiezas, te levantas”. Y en estos cuatro años a bordo de This is Osant, reconocen el papel trascendental de la tecnología y las redes sociales. “Si no tienes presencia online no eres nadie: como marca es imperativo”, apuntan. Un mundo digitalizado en el que ellos mismos han atestiguado como las nuevas herramientas han desbancado a los medios tradicionales posicionándose en primera línea para aumentar su visibilidad. “Cuando hemos salido en revistas nos hemos dado cuenta: tiene menos repercusión que aparezca Laura Ponte con una chaqueta a que se la ponga una prescriptora con 40k seguidores en su perfil de Instagram”. Algo que confiesan haber experimentado de forma orgánica, ya que el marketing de influencers, tan aclamado en los últimos años, no es algo en lo que participen. “No compartimos la filosofía de pagar a alguien por sacar tu producto. Pero cuando hemos visto de forma orgánica a personajes influyentes con ella significa que algo estamos haciendo bien”. Se han declarado fans de su firma personajes como Antonio Banderas o Elsa Pataky, pero para los hermanos la evidencia del éxito de su proyecto radica en la respuesta y fidelidad de sus clientes. “En cuatro años no hemos tenido ni una sola devolución, y eso es sin duda la mejor señal”, concluyen.
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