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Onesixone: así consiguió esta marca andaluza seducir a Rania de Jordania, Letizia y Michelle Obama

Patricia Gálvez, fundadora de la firma junto a José Luis Gonzalez, apuesta por el arte, el diseño y la artesanía como arma imbatible contra el fast fashion. Aquí, su historia.

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En los últimos años, la moda vivía un exceso de velocidad. Las marcas empalmaban una colección con otra, renovando constantemente sus escaparates y la sociedad padecía una aparente sed incontrolable por consumir. Y volver a consumir. ¿El resultado? Una industria fugaz, producciones en masa y diseños temporales abocados a quedar obsoletos en el transcurso de unos pocos meses. Ante esta realidad, cada vez son más los que han alzado la voz reivindicando el movimiento slowlife. “Yo veía que en el mercado textil las grandes marcas lanzan una colección tras otra: es una moda que va muy rápido. Te compras algo, realizas una inversión y al año siguiente ya no se lleva, no gusta o queda anticuado”, nos cuenta Patricia, fundadora de Onesixone, desde el otro lado del teléfono.

Patricia Gálvez.
Patricia Gálvez.

Fue en 2015 cuando esta joven andaluza, por entonces con tan solo 20 años, y junto a su socio, José Luis González, fundó la marca de bolsos de lujo made in Spain Onesixone, sumergiéndose en un sector que siempre había despertado su interés. “Desde pequeña me llamaba la atención el mundo del lujo: quizá porque vemos los bolsos en nuestras madres, abuelas…”, recuerda. Patricia descubrió que la atemporalidad podría ser el arma infalible para lidiar contra la moda rápida, y se lanzó a fusionar arte, moda y artesanía porque “el arte es algo atemporal, nunca vas a cansarte de él”. ¿Su idea? Colaborar con jóvenes artistas en el diseño de cada colección. “ Nuestra base es realizar colecciones que sean colaboraciones con jóvenes ilustradores, pintores… Para nosotros es la democratización del arte, trasladar una ilustración a un bolso, a un nuevo lienzo que es la piel”, explica. Una producción con alma y carácter que, además, queda limitada. “Parte de nuestra filosofía es crear piezas de edición limitada. De cada modelo confeccionamos 161 unidades que además están numeradas”.

Una de las creaciones de Onesixone.
Una de las creaciones de Onesixone.

Persiguiendo las mejores técnicas artesanales y primando la calidad de la materia prima, la firma desembarcó en Ubrique, meca mundial en el tratamiento de la piel. En Ubrique tenemos las mejores tecnologías y avances para trabajar la piel. Además, se encuentra Movex, el Centro Tecnológico de la Piel”. Con una producción artesanal en territorio gaditano, afianzan la máxima calidad y el carácter único de cada pieza de sus limitadas colecciones. “En nuestro caso un mismo artesano está haciendo 161 bolsos de cada diseño. No es lo mismo la fabricación en masa, Made in China, que pueden hacer 100 bolsos de una tirada”, añade.

Adrián Salvador, director creativo, en uno de los talleres de Ubrique donde se fabrican los bolsos.
Adrián Salvador, director creativo, en uno de los talleres de Ubrique donde se fabrican los bolsos.

Además de fusionar arte, moda y artesanía, en Onesixone nada es casual, todo tiene un porqué y el diseño de cada uno de sus productos parte de la proporción áurea. “Nuestro nombre se debe al número áureo 1.61, se dice que es el número que se refiere a todo lo que es bello al ojo humano, también en la naturaleza”, detalla Patricia. No querían posicionarse como una marca más en la industria, sino crear su propio sello de identidad. “Las medidas de cada uno de nuestros bolsos se basan en esta proporción, no son modelos que diseñes pensando si te gustan o van a funcionar en el mercado, todo tiene su fundamento”, señala Gálvez.

 Abanderados de la slowfashion, el proceso creativo se extiende a lo largo de toda la producción y las sinergias creadas entre artista y diseñador forman parte de su filosofía. “Primero trabajamos con el artista, vamos a su estudio, vemos su obra… Es un trabajo conjunto de diseñador y artista: es necesario ver hasta donde puede llegar el diseñador con la obra del artista y viceversa”, apunta. El remate final viene de la mano del artesano y las diferentes posibilidades para trabajar la piel. “Nos trasladamos todo el equipo a Ubrique, ya que no se trata solo de imprimir la obra de arte sobre la piel, puedes hacer bordados, relieve… es un proceso muy bonito en el que crean de manera conjunta el diseñador, el artista y el artesano”.  Su cuidado proceso de confección les empujó a posicionarse como finalistas en los XI Premios Nacionales de Artesanía el pasado octubre.

Rania de Jordania con uno de los bolsos de la firma andaluza.
Rania de Jordania con uno de los bolsos de la firma andaluza.

Frente a la demanda interrumpida del mercado textil, la marca andaluza apuesta por limitarse a lanzar dos colecciones al año frente a las cuatro, seis e incluso ocho que impulsan las grandes marcas del sector. “Sacamos dos temporadas al año y en cada una de cuatro a seis diseños. Tenemos que rendirnos un poco al ritmo de la moda y atender a las necesidades del mercado, pero no sería honesto abarcar más por el trabajo que conlleva cada una”, explica.  La próxima colección, cuyo lanzamiento previsto para el pasado abril se vio afectado por la crisis del covid-19 y que verá la luz el próximo septiembre, se ha gestado bajo la dirección creativa de la diseñadora Melanie Prat junto al artista londinense Hormazd Narielwalla.

 Sus diseños, a los que han caído rendidas desde la Reina Letizia a Rania de Jordania, pasando por Michelle Obama o Lady Gaga, generan un mayor reclamo en el mercado internacional, “tenemos mucho más éxito fuera de España, destacan EEUU y Asia”.  Y si bien reconoce que trasladar la producción a otro punto del globo permitiría reducir el precio final, no es algo que se planteen (aunque se lo hayan ofrecido en numerosas ocasiones). “Podríamos poner precios mucho más atractivos si fabricáramos fuera, pero no estaríamos siendo honestos. ¿Qué sentido tendría fabricar fuera de España con el potencial que tenemos en nuestro país? No saldría el mismo producto, ni el mismo resultado”, defiende.

 Si hablamos de futuro Onesixone no ha hecho más que despegar. Gálvez no descarta trasladar su proyecto a otras áreas “quizá abrirnos a otro tipo de productos y materiales, nos gustaría probar todo lo que tenga que ver con el arte”. Pero siempre con una misión clara: dar voz e impulso a jóvenes artistas. “En muchas ocasiones nos dicen que deberíamos trabajar con personajes más reconocidos y que nos den un empujón. Pero somos una marca joven y lo bonito es trabajar con artistas jóvenes y crecer juntos”, concluye.

Rania de Jordania, fiel seguidora de la marcas ha repetido el bolso de Onesixone en varias ocasiones.
Rania de Jordania, fiel seguidora de la marcas ha repetido el bolso de Onesixone en varias ocasiones.

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