La lección de AOC para sobreponerse a un entorno laboral hostil

El pasado mayo se anunció que copresidiría el panel contra el cambio climático del ya electo futuro presidente de Estados Unidos Joe Biden. Ha sido reelegida en la Cámara de Representantes obteniendo dos tercios de los votos en las pasadas elecciones contra su rival republicano. Se especula que su próximo paso, en 2022, sea presentarse a gorbernadora de Nueva York. Y, pese a todo el tirón que tiene, hubo un momento en el que Alexandria Ocasio-Cortez estuvo a punto de abandonar su todavía corta carrera política.

Así lo ha confesado en una reciente entrevista con The New York Times. Preguntada por si se presentaría al Senado en un par de años, la congresista fue clara. «De verdad no lo sé. No sé ni siquiera si quiero seguir en la política». A lo que añadió su pasada intención de rendirse, para sorpresa del periodista. «Sabes una cosa, en realidad, en mis primeros seis meses en el puesto ni siquiera sabía si este año me presentaría por segunda vez».

Entre muchas razones, Ocasio-Cortez acusa a sus propios compañeros de partido. «Es por el estrés. Por la violencia. Por la falta de apoyo de tu propio partido. Que tu propio partido piense que eres el enemigo. Cuando tus compañeros hablan de forma anónima a la prensa y luego van y dicen que eres mala porque das abiertamente tu opinión». De hecho, poco antes durante la charla habla de la necesidad de un cambio de pensamiento entre los demócratas. «Necesito que mis compañeros entiendan que no somos el enemigo. Y que sus bases no son el enemigo. Que el movimiento Black Lives no es el enemigo, que el programa Medicare for all no es el enemigo. No se trata ni siquiera de ganar una discusión. Si siguen  luchando por lo equivocado, simplemente están confirmando su obsolescencia».

Los ataques a los que se refiere se han hecho evidentes en varias ocasiones. En 2019, la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi despreció en diferentes apariciones el Green New Deal de la congresista. En una entrevista con Politico, llegó a considerarlo una más de las múltiples propuestas que reciben y lo despachó demoninándolo «el Green Dream (sueño verde) o como lo quieran llamar». En el mismo medio ese año, casi una docena de demócratas criticaban el estilo político de AOC. Y Pelosi se refirió a la neoyorquina y su «pandilla» en el Times: «Toda este gente tiene su público y su mundo en Twitter, pero no seguidores. Son cuatro personas, y esos fueron los votos que obtuvieron».

¿Qué le hizo cambiar de opinión a la congresista para presentarse de nuevo y arrasar en las elecciones? «Sentía que tenía que demostrar que esto es real. Que este movimiento era verdadero. Que no soy la excepción que confirma la regla. Que la gente realmente pide acceso a la sanidad y que el Partido Demócrata luche por ellos». Los datos avalan su creencia. El 56% de los estadounidenses considera que un sistema sanitario accesible depende del gobierno, y dos tercios quieren que el gobierno se comprometa más y mejor contra el cambio climático.

En cuanto a las especulaciones sobre el futuro de su carrera, se mantiene en la idea de que no sabe si quiere seguir en política después. «Voy en serio cuando digo que las oportunidades de que me presente a un puesto más alto y de que me rinda y empiece una familia en otro lado son las mismas». Solo el tiempo determinará qué puede más: los ataques de los republicanos y de sus compañeros o sus ganas de cambiar Estados Unidos.