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Amanda Gorman vuelve a hacerlo: la poeta de 22 años protagoniza el momento más emocionante de la Super Bowl

Tras copar titulares en la investidura de Joe Biden, la joven acaparó de nuevo todos los focos vestida de Moschino en el espectáculo más seguido del año. Junto a ella, artistas como Miley Cyrus o Alicia Keys completaron la potente presencia femenina de la noche.

Amanga Gorman leyendo su poema antes de que diera comienzo la Super Bowl.
Amanga Gorman leyendo su poema antes de que diera comienzo la Super Bowl.

“Hoy honramos a nuestros tres capitanes, por sus acciones e impacto en un tiempo de incertidumbre y necesidad. Han tomado la iniciativa, superando todas las expectativas y limitaciones, elevando sus comunidades y a sus vecinos como líderes, sanadores y educadores”. Con estas palabras la poeta Amanda Gorman, que no ha dejado de copar titulares desde que logró un inesperado protagonismo en la investidura de Joe Biden gracias a su poema The Hill We Climb (La colina que escalamos), se convirtió en la primera poeta en participar en el espectáculo más seguido del año en la televisión, la Super Bowl. Su lectura virtual del texto El coro de los capitanes, que sirvió de prólogo al espectáculo deportivo, rindió homenaje a los héroes de la pandemia del coronavirus, encarnados por un profesor, Trimaine Davis; una enfermera, Suzie Dorner; y James Martin, un veterano de la Marina. Los tres fueron elegidos por la NFL (liga estadounidense de fútbol americano) para ejercer como capitanes honoríficos y tirar la moneda que decidía qué equipo, Kansas City Chiefs o Tampa Bay Buccaneers, contaba con la primera posesión.

Aunque la joven no pisó el césped, limitando su aparición a un vídeo grabado con anterioridad, captó rápidamente la atención de las redes sociales por la fuerza de sus palabras y su puesta en escena, robando buena parte de foco mediático a The Weeknd, encargado del show del intermedio. “Les celebramos por actuar con coraje y compasión, por hacer lo que es correcto y justo. Porque mientras nosotros les honramos hoy, son ellos quienes nos honran cada día”, dijo la californiana enfundada en un brillante abrigo azul de Moschino que pronto le valió las alabanzas de Twitter. Para completar el look, que pertenecía a la colección primavera-verano 2021 de la marca, aquella que presentó el pasado mes de septiembre utilizando marionetas en lugar de modelos, eligió de nuevo una diadema, esta vez de perlas. Después de multiplicar por mil la búsqueda de abrigos amarillos tras vestir uno de Prada en la investidura de Joe Biden y agotar la diadema que lució en aquella ocasión, el nuevo atuendo tiene muchas papeletas para hacerse tanto o más viral.

En solo 15 días, Amanda Gorman ha pasado de ser una completa desconocida a estar en el foco de dos de los eventos más seguidos de la televisión estadounidense y ser alzada como icono de la generación Z con cerca de tres millones y medio de seguidores en Instagram. La repercusión de aquellos seis minutos en la ceremonia de investidura fue tal que disparó la preventa de su próximo libro y, solo unos días después, se anunció su fichaje por la influyente agencia de modelos IMG y su participación en la ceremonia de inauguración de la Super Bowl. Además, la mismísima Michelle Obama ha ejercido de periodista para la entrevista que acompaña a su imagen de portada en la revista Time, en la que aparece fotografiada por el artista de origen etíope Awol Erizku y ataviada con un vestido amarillo firmado por la marca canadiense Greta Constantine. Ahora suma otro logo a su meteórica carrera siendo la primera poeta en intervenir en la gran final del fútbol americano.

Gorman, que escribe desde la infancia, sabe bien lo que es ser una pionera. Tenía 16 años cuando fue premiada como mejor poeta joven de Los Ángeles, su ciudad natal, 18 cuando entró en Harvard, y 19 cuando en la misma universidad la galardonaron como mejor poeta nacional. “No era una posibilidad que una poeta actuara en algo como la Super Bowl. No lo había oído nunca. Durante mi vida me he esforzado para poder llevar la poesía a aquellos espacios en los que nunca la esperarías, para que así podamos beneficiarnos de la forma en la que nos cura y nos resucita”, declaró en The Daily Show.

Su meteórico ascenso comenzó cuando el equipo de Prada posó sus ojos en su cuenta de Instagram, donde por aquel entonces apenas acumulaba unos pocos seguidores. Su relación con la firma, que mostró interés por sus versos feministas y activistas, la llevó a sentarse en sus codiciados desfiles en Milán en una época en la que vivía en Madrid y estudiaba un máster de escritura en la Complutense. De regreso a Estados Unidos se convirtió en la protegida de Oprah Winfrey, que ya se había puesto en contacto por ella vía Instagram fascinada por su trabajo, y comenzó a alzar la voz con más fuerza en contra de la discriminación racial. Pero la joven no fue la única protagonista de un show marcado por la actuación de The Weeknd. Miley Cyrus, Alicia Keys, H.E.R y Jazmine Sullivan, a cargo del himno junto al cantante country Eric Church, fueron los otros rostros femeninos de la noche.

Miley Cyrus fue la encargada de encender la llama del espectáculo, ofreciendo un concierto lleno de energía a los 7.500 sanitarios vacunados invitados por la NFL para ver el partido. Basando la mayor parte de su repertorio en las canciones que componen su nuevo disco, Plastic Hearts, y en algunos de sus mayores éxitos, contando en el escenario con artistas de la talla de Joan Jett y Billy Idol, la joven quiso agradecer su trabajo a “los héroes” que habían estado haciendo frente en primera línea a la crisis sanitaria. “Espero poder dar muchos más conciertos como este y ese sueño solo será una realidad gracias a gente como vosotros. Nuestra gratitud hacia vosotros es infinita”, declaró la artista.

Cyrus fue la encargada de amenizar las horas previas a la gran final de la NFL.
Cyrus fue la encargada de amenizar las horas previas a la gran final de la NFL.GETTY

Cyrus quiso aunar el fútbol americano y las vibraciones glam rock de su nuevo álbum en sus elecciones de vestuario. Primero apostó por un look de cheerleader, con crop top de cuero negro –en el que podían leerse las siglas FTW (For the win, ‘Por la victoria’)–, minifalda, rodilleras rosas y botas vintage de Dior. Para la recta final del show, lució su versión del uniforme típico de jugador de fútbol americano, manteniendo la combinación cromática, con el número y su nombre bordado con lentejuelas, pantalones a juego y stilettos. Su actuación fue celebrada por los tuiteros, que incluso pedían que el próximo año sea la intérprete de éxitos como Party in the USA la encargada de amenizar el show del intermedio.

Alicia Keys también formó parte de la previa del encuentro interpretando el tema Lift Every Voice and Sing, considerado popularmente como el himno nacional oficioso de la población negra en Estados Unidos. Mientras sonaba la canción, previamente grabada, ambos equipos se alinearon en el campo para mostrar su rechazo a los episodios de racismo, desigualdad y brutalidad policial que han conmocionado al país en los últimos tiempos. Después, la cantante californiana de r&b H.E.R. se encargó del primero de los dos himnos de la ceremonia de la inauguración, America The Beautiful. Fue la cantante soul Jazmine Sullivan a dúo con el artista country Eric Church la encargada de interpretar The Star-Spangled Banner.

A pesar de que el rumor corrió como la pólvora por diferentes medios de comunicación y las redes sociales en los días previos a la Super Bowl, la cantante española Rosalía no formó parte del espectáculo encabezado por The Weeknd, con quien había compartido una versión de su éxito Blinding Lights. Él mismo declaró en la previa que no contaría con ningún artista invitado por “no encajar en la narrativa y la historia” que aspiraba contar durante su actuación, y así lo hizo. Save Your Tears, I Can’t Feel My Face o I Feel It Coming fueron algunos de los temas que encendieron a los 25.000 espectadores que pudieron disfrutar en directo de la gran final, un tercio del aforo total del Raymond James Stadium de Tampa a causa de las restricciones sanitarias dictadas por la crisis del coronavirus.

El canadiense Abel Tesfaye apostó por el individualismo en su esperado show.
El canadiense Abel Tesfaye apostó por el individualismo en su esperado show.Getty

El canadiense ha tomado así el relevo de Shakira y Jennifer Lopez, que la pasada edición ofrecieron uno de los espectáculos más aplaudidos de los últimos años. Con su enérgica reivindicación de la cultura latina, y un show repleto de luz, baile y color, sendas artistas consiguieron reunir a 103 millones de espectadores frente al televisor solo en Estados Unidos. Unos números que mejoraron hasta en un 4% a sus antecesores en 2019, Maroon 5, y que incluso llegaron a superar en audiencia al propio partido. El efecto ‘Super Bowl’ se dejó notar hasta el punto de que en los días posteriores a su actuación las ventas digitales de canciones de Shakira y J.Lo aumentaron hasta en un 1000% con respecto a la semana anterior. ¿Logrará The Weeknd repetir hazaña y convertir su simbólica Blinding Lights en un exitazo incluso mayor de lo que ya es?

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