Stuart Murdoch (Belle & Sebastian): “Antes era partidario del ‘no’, pero he cambiado de opinión”
Debuta en el cine con ‘God Help the Girl’* y nos habla del referéndum escocés, sus trastornos alimentarios y por qué deberías enrollarte con tu compañero de banda.
Si algunos fotogramas de la película God Help the Girl, que se estrena este fin de semana, resultan familiares es porque, colocándoles un filtro de color, bien podrían ser la portada de un disco de Belle & Sebastian. El fundador del grupo, Stuart Murdoch, se estrena en la dirección con este filme musical sobre una enflequillada chica sensible, Eve (Emily Browning) y hospitalizada por anorexia, que forma una banda con otros dos bien vestidos vecinos de Glasgow, James (Olly Alexander) y Cassie (Hannah Murray, de Juego de Tronos y Skins). Buen motivo para charlar vía Skype con Murdoch, un hombre de fe alérgico a la ironía que en los 90 se erigió en médium musical para todos los indies con el corazón roto. Eso, mientras vivía en una iglesia.
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Hoy se celebra el referéndum escocés. Tengo entendido que usted está por el “sí”, aunque antes era más del “no”.
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Durante años fui partidario del “no” porque no soy nacionalista. No me interesa el nacionalismo. Pero, por distintas razones, hace cosa de un año cambié de opinión. No fue un giro brusco, sino un despertar. Si Escocia se independiza podremos ser un país más justo, con un mayor sentido de la justicia social, que es algo que no parece interesarle mucho a Gran Bretaña.
– Su película es de alguna manera una carta de amor a la ciudad de Glasgow.
– Es que es preciosa. Ahora mismo estoy andando por las calles, viendo las casas victorianas. Me encanta la ciudad.
– El proyecto fue su pasión durante mucho tiempo (Murdoch recaudó dinero en Kickstarter para poder financiarla). ¿Cómo fue el primer día de rodaje, en el que se encontró que tenía que dirigir a toda aquella gente?
– El primer día, mientras todo el mundo se organizaba y esperábamos a los actores, de repente vi una iglesia. Entré y me puse a rezar porque me encontraba completamente fuera de mi elemento.
– El título de la película incluye la palabra "Dios", lo cual no es muy frecuente. ¿Alguien trató de disuadirle?
– No, nadie lo hizo, porque la gente tiende a ignorarlo. Creo que es la primera persona en mencionarlo. “Dios” es la primera palabra en el título y “Dios” es la primera palabra en la que pensé. Ahora que lo pienso, mi madre me lo preguntó.
– Eve, la protagonista, va a ver a un sanador espiritual. Es algo que usted también hizo.
– Creo que el elemento espiritual en la película es bastante sutil. No hablo de ello como lo estoy haciendo aquí ahora. Lo que quería reflejar es a gente joven experimentando un sentido del misterio por primera vez. En mi cabeza, la música y la espiritualidad ocupan un mismo lugar. A veces, la música significa tanto para la gente que se convierte en una religión.
– Creo que impartía clases de catequesis. ¿Aún lo hace?
– Pues no, ya no, porque los niños crecieron. Pero me encantaría volver a hacerlo. Durante los 90 empecé a vivir en una iglesia y me dijeron que ayudara con el coro y con los niños. Fue una época curiosa. Sucedió justo cuando empezaba Belle & Sebastian.
Hannah Murray, Olly Alexander y Emily Browning es el trío protagonista del film.
Imagen cortesía de Avalon
– La película refleja la felicidad de montar una banda. ¿Le recordó a los inicios de la suya?
– Hay similitudes. Por ejemplo, cuando empezamos Belle & Sebastian, solíamos hacer excursiones. O nos pasábamos todo el día bebiendo, hablando y después nos íbamos a bailar. Fue un tiempo fantástico. Conoces a gente, te enamoras…
– ¿Cuánto dura ese periodo de luna de miel? ¿Un disco, dos discos…?
– ¡Muy poco! Ese romance sólo dura un verano.
– ¿Les aconsejaría a los protagonistas de su película no enamorarse de sus compañeros de grupo? [Murdoch mantuvo una tormentosa relación con su ex compañera en B&S, Isobel Campbell]
– Desde luego, les diría que no lo hiciesen pero, vaya, estas cosas pasan y hacen que la vida sea interesante. Y luego de ahí salen canciones de celos, de pasión…
– Una de las primeras cosas que hace usted en el filme es darle a Emily Browning un makeover. Parece que una vez que ella lleva el corte de pelo adecuado, está lista para ser la heroína en una película de Stuart Murdoch.
– Es un cliché, ¿verdad? Lo hice un poco como un pequeño guiño. Pero cuando era joven, yo estuve muy enfermo y hospitalizado, como Eve. Visité a una sanadora espiritual que resultó ser también peluquera. Sanaba a la vez que cortaba el pelo. Por eso quería incluirlo.
– ¿Qué importancia le dio al vestuario de la película?
– Le dije a la encargada de vestuario: asegúrate de que todos lucen fantásticos en todas las escenas. Ya sé que Eve, la protagonista, carga con todas sus pertenencias en una pequeña mochila, pero me da igual. Quería que llevase un look distinto en cada escena.
Avalon
– James pretende ser un mentor para Eve. No sé si usted también se ha encontrado en esa posición en su banda.
– Él cree que manda, pero no lo hace. Es un tipo que se encuentra en la compañía de dos mujeres adorables, por lo que se comporta como un pavo real. Adopta la posición de profesor, pero no es un gran profesor.
–¿Y por qué quiso hablar de la anorexia?
– Es algo que experimenté en el pasado. La sufrí yo mismo y también alguno de mis amigos. Con la anorexia, es una pista para entender el estado mental de la persona. Muchas veces la respuesta es hacerse daño o castigarse. Me interesaba más ese aspecto mental. A veces es difícil enseñar en pantalla qué es lo que pasa en la mente de los personajes, así que utilizar la anorexia me parecía una buena manera de mostrarlo.
– Como Eve, usted estuvo hospitalizado bastante tiempo. ¿En qué medida le afectó eso?
– Algún día escribiré algún libro sobre aquellos años. Claro que me cambió. Dio una vuelta a mi vida al 100%. Todo se fundió a negro. Antes de eso era un chico ambicioso que iba a la universidad. Entonces enfermé de fatiga extrema. Podría haber muerto y perdí mucho peso. No entender lo que está pasando es algo muy fuerte para un chico de 19 años.
– Su película captura la intensidad de los sentimientos a esa edad. Ahora que tiene casi 50, ¿lo echa de menos?
– Sí, me pongo nostálgico. Ya sé que se supone que no tenemos que sentir eso, pero creo que esa nostalgia es la que conduce la película. Estaba tratando de recrear un verano que nunca pasó, tratando de compensar esos años en los que estuve ausente.
– Si rueda más películas, ¿los protagonistas seguirán siendo jóvenes?
– No podría hacer una película sobre cosas tediosas o en la que pasan cosas malas. Hay un elemento de escapismo en todo lo que hago, también en mi música.
– En la película, James dice que él nunca ha llorado con una canción de David Bowie. En cambio, la gente llora todo el tiempo con las canciones de Belle & Sebastian. Me imagino que los fans suelen contárselo.
– Sí, y lo comprendo. Nunca me lo tomaría a la ligera. Yo lloro continuamente con películas, con canciones. Me pasa mucho en los conciertos, cuando la gente viene a que les firme los discos. A veces tienen grandes historias. Me gustaría recordarlas todas. En B&S hicimos algo así con el último álbum. Organizamos un concurso: la gente tenía que contar algo sobre su vida y el premio a la mejor historia consistía en que yo fuese a su casa y escribiese una canción sobre esa persona. La ganó un chico de Nebraska. Por su relato, pensábamos que sería un gay de 40 años, muy cínico y con muchos amantes. Pero resultó ser un chaval de 15 años que nos llevó por su ciudad con su madre y su abuela.
*God Help the Girl se estrena mañana en la cartelera española
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