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¿Serán los chokers de tela la tendencia masiva del 2016?

Famosas como Gigi Hadid dan la voz de alarma sobre un complemento que promete inundar la primavera que viene. Pasarela y firmas de low-cost ya se han rendido ante él.

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DANIELE OBERRAUCH

Nos hemos llevado las manos a la cabeza con el regreso de los temidos collares-tatuaje. Pero ojo: todo apunta a que seguiremos de revival en 2016. Frente a la nostalgia setentera, los años 90 se siguen colando en pequeñas reminiscencias y la gargantilla promete ser su máximo exponente. Concretamente la de tela. Sí, esa misma que pudimos ver a Natalie Portman en El profesional (León) o a Drew Barrymore y otras tantas famosas sobre la alfombra durante aquella década ominosa para algunas tendencias.

La alarma ha saltado estos últimos meses de mano de las celebrities. Concretamente, gracias al dúo prodigioso integrado por Kendall Jenner y Gigi Hadid. Como demostraron en Instagram, ambas lucieron gargantillas de tela en el cumpleaños de Puff Daddy, en la línea del look que escogió Gigi Hadid para la after-party de los American Fashion Awards.

En el clan Kardashian, este tipo de collares son un imprescindible: Kim a menudo se decanta por la versión metalizada, aunque otras veces estiliza su cuello con versiones de tela, como la pequeña Kylie. La colección que las benjaminas del clan han sacado en colaboración con Topshop es una prueba. A él también recurrió Cara Delevingne en la fiesta de apertura de la exposición ‘Mademoiselle Privé’. En terciopelo negro con una camelia, lo firmaba Chanel. ¿El color? Siempre en negro, aunque hay quien se desmarca del resto como Lily Rose-Depp, que utilizó una versión en rojo para acudir al desfile primavera-verano 2016 de la maison.

Lily Rose Depp y Cara Delevingne, dos de las celebrities que apuestan por este tipo de ‘chokers’.
Lily Rose Depp y Cara Delevingne, dos de las celebrities que apuestan por este tipo de ‘chokers’.Corbis/Cordon Press

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En pasarela, nadie monetiza la fiebre grunge como Hedi Slimane. En la colección de la próxima temporada, el director creativo de Saint Laurent hizo desfilar a modelos femeninas con multitud de collares tatuaje y gargantillas de terciopelo, rematadas por cascabeles, pequeños medallones y largas borlas. Chanel también apuesta por ellas, en versión perla y en metalizada como parte de sus propuestas pre-fall y primavera 2016 respectivamente. Los chokers de Lanvin  para la temporada que viene se encuentran a medio camino entre el collar noventero y el pañuelo fino. Bautizados como “turtleneck dickie”, se trata de falsos cuellos altos que también se pueden ver entre las propuestas de Dior. En combinación de materiales y con referencias a dos números mágicos de la casa, el 1947 (por la fecha en la que presentó el ‘new look’) y el 8 (por la línea de la maison ‘En huit’), su propuesta es una de las más recargadas.

Dior, Saint Laurent y Lanvin primavera 2016.
Dior, Saint Laurent y Lanvin primavera 2016.Imaxtree

¿Qué sucede con el low-cost? Salvo firmas como Free People, Topshop o Asos, todavía nos costará un poco ver este tipo de collares. Terciopelo y sucedáneos son los materiales estrella, decorados con motivos como camafeos o aderezados con ‘strass’. A la hora de combinarlos, un escote un poco amplio puede ayudar a realzar el cuello y estilizar. Aunque vienen como anillo al dedo para la época de fiestas, no hace falta relegarlos a las ocasiones especiales: con una camiseta de rayas y una cazadora, Rosie Huntington-Whiteley demuestra que es perfectamente adaptable para el día a día.

Chokers de Free People y de Nasty Gal
Chokers de Free People y de Nasty Gal
Zara o Urban Outfitters también apuestan por estas gargantillas.
Zara o Urban Outfitters también apuestan por estas gargantillas.Zara/ Urban Outfitters

¿De dónde vienen?

Triunfaron en la década de los noventa, pero los chokers relacionan a Courtney Love con María Antonieta o María Luisa de Parma más de lo que crees. De hecho, las mujeres llevamos luciendo gargantillas de tela desde hace más de 300 años. El hit comenzó cuando las damas francesas de la segunda mitad del s. XVIII decidieron dar una vuelta de tuerca a sus collares utilizando delicadas tiras de terciopelo y encaje que decoraban con lazos y camafeos. Con la anglomanía que inundó el país y la propia Revolución Francesa, estos chokers se simplificaron. Se dice que las damas lucían finas tiras al cuello en color rojo en homenaje a aquellos conocidos que murieron en la guillotina.

La gargantilla de tela fue común entre las mujeres francesas del s. XVIII. Manet la utilizaría más tarde en varias de sus pinturas.
La gargantilla de tela fue común entre las mujeres francesas del s. XVIII. Manet la utilizaría más tarde en varias de sus pinturas.Corbis

La época victoriana traería consigo el modelo por excelencia en terciopelo negro, aquel con el que el pintor Degas vestiría a sus bailarinas y Manet a muchas de sus mujeres (‘Olympia’ y su ‘Je-ne-baise-plus’, uno de los ejemplos). El mismo que vivió un revival en los años 40 (Life magazine se hacía eco del regreso de los ‘dog collars’) y que inspiraría estéticas como la gótica o el grunge.

Las versiones más recargadas irían por otros derroteros. En buena parte se desarrollaron a raíz de los encargos que hicieron grandes actrices como Sarah Bernhardt o miembros de la realeza a míticos joyeros como Boucheron. Sí, mucho antes que Kim Kardashian, Alejandra de Dinamarca o Alexandra Feodorovna pusieron de moda este tipo de collar y lo elevaron a categoría de imprescindible.

Películas de los noventa como ‘León: El profesional’ o ‘Acosada’ también los incluyen.
Películas de los noventa como ‘León: El profesional’ o ‘Acosada’ también los incluyen.Cordon Press/ Tumblr Womenofthe90s

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