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Selena Milán: «Toqué fondo y solo tenía dos opciones: morirme o comerme el mundo. Y me decidí por lo segundo»

La joven ‘influencer’ y ‘youtuber’ acaba de publicar el libro ‘Transapariencia. Soy Selena Milán y soy una chica trans’. En él la canaria relata con todo lujo de detalles el arduo camino que ha tenido que recorrer para alcanzar la felicidad.

Selena Milán.
Selena Milán.Santi Burgos

Lejos quedan aquellos tiempos en los que, de pequeña, la youtuber e influencer Selena Milán soñaba con tener un único superpoder: ser invisible. Nacida en Gran Canaria hace 21 años, en julio de 2017 decidió abrir un canal de YouTube “por puro aburrimiento y porque necesitaba una vía de escape de mi pueblo”. Innegablemente, las cosas le han ido bien desde entonces. Reside en Madrid, le apasiona su trabajo y cuenta con 548.000 suscriptores, una sólida comunidad de fieles seguidores que la venera y aguarda con ansías cualquiera de sus nuevos vídeos. Aunque no siempre fue así. Como desvela en su debut literario recientemente editado por Libros Cúpula, Transapariencia. Soy Selena Milán y soy una chica trans, antes de alcanzar el éxito y empoderarse tuvo que hacer frente a un sinfín de obstáculos. “Cuando has tocado fondo, la única salida es reunir el valor y la fuerza suficientes y salir adelante. Este es el resumen de mi vida. Lo que me hizo llegar a donde estoy ahora fue que toqué fondo y solo tenía dos opciones: pegarme un tiro o comerme el mundo. Y me decidí por lo segundo”, asevera.

Su historia arranca cuando, con apenas 10 años, fue plenamente consciente de que había nacido en el cuerpo equivocado. Aun siendo tan joven se armó de valor para contárselo a sus progenitores, quienes le tendieron sus manos de inmediato. Junto a María –la actual esposa de su padre, a la que considera “una segunda madre”– han sido su mayor apoyo. “Teniendo en cuenta la realidad de muchas otras, sin duda, he tenido suerte. Mi familia es maravillosa. Ahora me siento fuerte. Por eso quiero transmitir un poquito más de fuerza a esa gente que no la tiene, dar voz a esas personas que la necesitan. Me encantaría que este libro lo acojan los niños y niñas trans que no saben qué les pasa. Y también me gustaría que lo leyeran sus madres y sus padres. La infancia trans es una realidad y, por supuesto, no se puede negar. Empecé la transición a los 15 años, pero hasta llegar a ese punto solo era yo en los sitios en los que me sentía cómoda; no socialmente”, explica.

Nadie puede negar que en el libro se ha abierto en canal. Sin ir más lejos, describe cómo sus compañeros de clase minaron su autoestima y, de la noche a la mañana, se convirtió en la diana de todo tipo de improperios. Su delito: ser quien siempre había soñado ser. “Muchas de las que consideraba mis mejores amigas me traicionaron porque empezaron a difundir lo que les había confesado en privado”, recuerda sobre aquellos episodios de bullying con los que tuvo que convivir. “Del pueblo hemos salido tres pelagatos. Justo la última vez que fui a pasar unos días a Gran Canaria me encontré con un chico, que tenía mazo de fijación conmigo, trabajando en el supermercado que hay al lado de mi casa. No fue capaz de decirme nada, pero sí que otra gente ha sido muy hipócrita y se me ha acercado a decir ‘a ver si quedamos’ y cosas de ese tipo tras ver cómo me va en Internet. No les he dado ni siquiera la oportunidad de que me puedan hablar”, añade al respecto.

En estas páginas también hay espacio para confidencias que, hasta la fecha, jamás había verbalizado. Ese es el caso de los trastornos alimenticios que pretéritamente sufrió: “Lo llevé totalmente en secreto porque no quería preocupar a mi familia. De repente ellos vieron que en cuestión de un mes y algo perdí 10 kilos y no se preguntaban el porqué. A mis amigas les decía: ‘Ya he comido en casa’. Y a mi madre: ‘Me voy a comer con mis amigas’. Gracias a profesionales que me ayudaron pude superarlo y, afortunadamente, todo está genial”. Por ello, con el título ya disponible en las librerías, constata que se siente un poco vulnerable: “Cuando empecé en YouTube siempre dije que mi vida privada se iba a mantener en secreto. Sin embargo, esa vulnerabilidad también me está gustando porque sé que ayudará a muchas personas. La base de quererse a sí mismo es llegar a ser la mejor versión de ti”.

De hecho, el proceso de escritura ha sido una liberación para ella. Aunque previamente ya había experimentado esa pletórica sensación por partida doble. Primero, cuando el 8 de marzo de 2020 –el Día Internacional de la Mujer, una semana antes de que se decretara el estado de alarma– se sometió a una vaginoplastia. Y, tras ello, el 28 de junio de ese año. Aquel día, a través de un vídeo titulado Soy Trans, que acumula más de un millón de visualizaciones, Selena compartió con el mundo quién era verdaderamente. Al fin no tenía nada que esconder. “Tuve un poco de miedo porque barajaba la posibilidad de que pudiera salir bien o mal. Por muy fuerte que sea, recibir comentarios tránsfobos es algo que te cala. Por suerte no pasó nada porque me he trabajado mucho a mi público y siempre les he dejado claros cuáles son mis valores. El vídeo se hizo viral y llegó también a quienes no me siguen habitualmente. Sí, recibí comentarios feos, pero me dio igual porque todos ellos no me importan”, afirma.

Después del parón estival, y los meses que ha pasado delante del ordenador escribiendo sus vivencias, Selena ya tiene preparada su vuelta por todo lo alto a YouTube. “Ante todo quiero decir que estoy bien, tengo mi dinero, mi casa, sigo haciendo lo que me gusta y me llena mi trabajo”, manifiesta. ¿Cómo se ve en cinco años? Su respuesta es clara: “De cara al futuro no me pongo metas. Como buena Acuario soy una hoja movida por el viento. Lo que me haría más feliz es saber que he ayudado a gente contando mi propia experiencia. Desde aquí mando todo mi apoyo a las personas trans. Cada día deberían salir más a la luz sin miedo a hablar de nuestra realidad. Conozco algunas que por varios motivos no quieren contarlo, lo cual es totalmente válido, pero las animo a que lo hagan. Cuantos más referentes haya, más gente tendrá la valentía de salir. Si somos muchas, más fácil será el camino”.

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