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Si no te montas un viaje por dos duros es porque no quieres

10 claves del viajero que aún no conoces pero que tu molesto vecino el cazachollos sí.

Vacaciones
Getty Images

A quien madruga, Dios le ayuda. Eso dice el saber popular y lo corrobora el modus operandi de las compañías aéreas. Quienes reservan sus billetes con meses de antelación pagan una tarifa infinitamente menor que quienes los compran dos días antes. Si fueran yogures podríamos decir que los que están a punto de caducar cuestan más que los recién fabricados. Y eso, ¿por qué? Alberto Medina, del departamento de marketing de Brussels Airlines, pone blanco sobre negro a esta gran duda del viajero aéreo. “Es lo que llamamos oferta dinámica. La mayor parte del pasaje aéreo vuela por motivos de trabajo y son las empresas las que adquieren los billetes. Es raro que con meses de antelación sepan que van a tener una reunión. Sin embargo, si pasado mañana tienen una reunión y hay que volar van a comprar el billete sí o sí porque han de estar en esa cita profesional. Las compañías aéreas los saben: por eso encarecen los billetes”. Así las cosas, ¿cómo organizamos nuestro viaje para que no sea miserable pero tampoco nos arruine?

1. Buscarás siempre la oferta
Como un humilde pasajero no puede luchar contra toda la inteligencia mercadotécnica de la aerolíneas lo mejor es espabilar, sabérselas todas y convertirse en un sabueso husmeador de ofertas que, como las meigas, haylas. Y no solo de las low cost, que también. Ryanair, la madre de todas las low cost, amada y odiada por igual (que si te cobran por facturar, que no se puede introducir compras del duty free que no quepan en el equipaje de mano, que si olvídate de pegar una cabezada porque hay una lotería a bordo…), saca periódicamente vuelos a 12,99 €. Con condiciones de compra y fechas de vuelo. Pero más o menos baratos, que es de lo que se trata siempre que viajes sin bebés, ni equipos deportivos y no factures maletas.

2. Te suscribirás a las newsletters de todas las aerolíneas
Las ofertas son como las estrellas fugaces: o estás al tanto o te las pierdes. Aquí hay dos opciones: estar todo el día dándole al Google para buscar ofertas o hacer como los cazachollos profesionales, suscribirse a las newsletters y que te lo den hecho. Es fácil, todas las compañías dan esa posibilidad. A fin de cuentas, su negocio es vender billetes y lo que les importa es llegar al cliente. Con la newsletter todos ganan: las compañías se promocionan sin que les cueste un céntimo y los viajeros se enteran incluso antes de que salgan las ofertas. Esa es la ventaja. Como suelen estar en vigor unas 48 horas y los billetes chollo duran lo que un cigarrillo en la casa de Gran Hermano es fácil perdérselas. Ryanair es de las más activas, pero no hay que perder de vista a las compañías de bandera, que también tienen ofertas y suelen dar menos sustos a la hora del precio final.

3. No descartarás a las grandes compañías
Con Iberia a la cabeza con su programa Iberiajoven con precios muy jugosos para estudiantes o ciudadanos de bien con mucho tiempo libre. Tanto como para largarse un finde desde 31 € (ida y vuelta). Son sus Escapadas de Fin de Semana y no está mal echarles un vistazo: saliendo desde Madrid encontramos Sevilla por 32 €, Vigo por 47 €, París por 182 €, Tánger por 124 €… Pero la joya de las aerogangas es, sin duda, el plan Los que corren, vuelan, el mayor acierto de Iberia desde que cambiaron el zumo de naranja abordo. Se trata de un pequeño número de pasajes ida y vuelta a precios muy asequibles y que solo logran los que primero compran. En ediciones anteriores lanzaron Madrid-Nueva York por 150 €, México DF por 195 € o Miami por 210 €. Literalmente, volaron. Muchas se agotaron en cuestión de horas. El próximo 19 de junio vuelven a sacar una nueva oleada de ofertas. 
KLM propone vuelos a Amsterdam desde 99 €, Air France ofrece El Mundo a Precios Ligeros con, por ejemplo, vuelos ida y vuelta a Dubai desde 429 € o a Tokio desde 599… La cuestión es estar al tanto de las ofertas lo que nos remite al punto anterior: te suscribirás a todas las newsletters y vigilarás que no caigan en el buzón de correo no deseado o antispam que no entiende de bolsillos achuchados y tiende a comerse los correos publicitarios. 

Viajar ligero de equipaje tiene premio. Escena de la película Up in the Air.

4. Viajarás ligero de equipaje
Las compañías andan como locas por ahorrarse gastos de handling (los que suben las maletas a bodega). Sobre todo las low cost que suelen penalizar a los pasajeros que facturan equipaje cobrándoles un sobreprecio que se convierte casi en un robo a mano armada si se percatan de que la maleta excede el peso permitido y hay que pagar minutos antes de embarcar. Si se vuela con Ryanair ojo con plantarse en el aeropuerto con un equipaje de mano que pese más de los 10 kgs autorizados porque la aerolínea irlandesa es famosa por plantar una báscula en la propia puerta de embarque. Te pesan el bolso de mano y como exceda en dos nanogramos toca pagar 50 € para que vaya en bodega. Eso si es aún posible. Si no lo es Ryanair lo deja claro: “el pasajero puede volar sin su maleta o, sencillamente, no volar”.

Los expertos en esto de racanear a las aerolíneas aconsejan llevar los cargadores de la cámara, el portátil y el del móvil en los bolsillos de la cazadora. Y evitar pesos innecesarios como las planchas del pelo o unas botas de trekking. Además, fundamental, chequear cuánto peso deja cargar cada compañía como equipaje de mano. Lo normal es que la mayor parte permitan un bolso de mano de 10 kgs, pero no hay que confiarse. Puede ser menos. En algunas compañías, como Brussels Airlines, la franquicia por equipaje de mano son 6 kgs, en Alitalia y SAS son 8 kgs… Una táctica infalible para saber cuánto pesa la maleta antes de salir de casa es pasar antes por la farmacia más cercana y pesarla. Son 20 céntimos y nos evitará disgustos irreversibles en el aeropuerto.

5. Localizarás el aeropuerto de destino antes de comprar el billete
Las low cost suelen volar a aeródromos entre un poco y muy alejados de la ciudad de destino. Por supuesto, siempre va a haber un autobús de línea o un tren hacia la ciudad principal pero vienen a ser unos 30 € más y unas dos horas entre esperas y trayecto. Esas horas pueden suponer la diferencia entre llegar a la ciudad de destino con los restaurantes abiertos o cerrados.

6. Viajarás adonde haya ofertas
La irrupción de las low cost con sus destellantes ofertas a destinos que, a simple vista una no ubica muy bien en el mapa (Karlstad y Malmo en Suecia, Brno en la República Checa o Billund en Dinamarca) han logrado modificar la manera de planificar las escapadas. En vez de pensar el destino y luego buscar un billete, se detecta el destino-chollo y luego se busca información de esa ciudad, qué hacer, si se paga en euros o hay que cambiar… Dicho de otra manera: ¿por qué empeñarse en volar a Roma si, de repente, hay una superoferta a Copenhague? El siguiente paso, claro, es tener siempre actualizada la Tarjeta Sanitaria Europea y el Pasaporte en vigor. Por si las moscas.

7. Comprobarás las comisiones
Una de las triquiñuelas habituales de muchas compañías, sobre todo, las low cost, es anunciar el precio limpio del vuelo que ni qué decir tiene suele ser una megaganga. Captada la atención del incauto viajero luego empiezan a brotar tasas de aeropuerto, coste por facturar maletas, recargos por pagar con tarjeta de crédito, seguro de viaje que si te descuidas te cobran… Total, que al final la ganga no lo es tanto. Lo malo es que para llegar al precio final hay que iniciar el proceso de compra y completar todos los pasos. Si, finalmente, no se compra, es un tiempo malgastado; si se compra y luego se descubre que había otro más barato y que encima vuela a la ciudad de destino y no a las Chimbambas el resultado es una triste sensación de engaño. Para prevenirlo el comparador online de vuelos Mirayvuela.com hace la búsqueda en las webs de las líneas aéreas así como en otras agencia de viajes online como edreams.com, Viajar.com, Govolo.es, Barceló Viajes, Viajes El Corte Inglés, Logitravel… y desglosa cargos y comisiones. “El origen de esta novedad está en la frustración que sentimos, como cualquier comprador de vuelos, al ver cómo el billete escogido para un determinado trayecto se va incrementando a lo largo del proceso de compra, teniendo como resultado algo completamente distinto del precio inicial”, señala el Director General de Mirayvuela.com, Diego López-Salazar. Si hace años la palabra mágica era low cost ahora se lo que mola es ofrecer precios transparentes.

Mirayvuela.com desglosa los cargos extra en el precio antes de llegar a la sorpresa del paso final de la compra.

8. Compararás siempre
Ya lo decía aquel mítico spot televisivo: “Busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo”. Con los viajes pasa lo mismo. Porque no todos los vuelos de bajo coste son tan baratos ni todas las ofertas de hoteles son tan chollos como dicen ser. Para eso están los comparadores. Mirayvuela.com es uno de ellos. Skyscanner es uno de los favoritos de los españoles, junto con Trivago que solo compara hoteles. El último en llegar a España es BudgetAir, un buscador online que se jacta de ofrecer las tarifas más asequibles de todas las aerolíneas, hoteles y coches de alquiler. Tan seguros están que se comprometen a abonar la diferencia si después de comprar un billete a través de su portal encontramos otro igual más barato.

9. Te las ingeniarás para ahorrarte el hotel
Si no todo, una buena parte. Y un hotel bueno. Porque lo de canjear los puntos de la tarjeta de fidelidad por noches de hotel solo les funciona a quienes viajan mucho a lo largo del año por motivos de trabajo. Existe además una estrategia no muy conocida para alojarse en un hotel de precio superior y ahorrarse un porcentaje importante del precio final. La ofrece Trivago y se trata de recibir un incentivo mínimo de 30 € a cambio de evaluar el hotel. Los evaluadores reservan sin que el personal del hotel sepa que son una especie de mystery guest (los misteriosos visitadores de la Guía Michelin que puntúan los restaurantes sin que los chefs sepan quiénes son). Así duermen, desayunan y disfrutan de las instalaciones del hotel como simples mortales y, al terminar su estancia, rellenan una exhaustiva evaluación. Una vez recibida el huésped recibe el incentivo.

Los clubs privados son otra opción de hacerse con cibergangas para viajar de lujo a un precio apañado. El más conocido es Voyage Privé donde se pueden encontrar descuentos de hasta el 70% en escapadas, estancias en hoteles de 5 estrellas y circuitos de lujo. El truco del almendruco como en todos los clubs privados es que los precios ganga solo están por un tiempo limitado y hasta llenar un determinado cupo. Vamos, que el que se lo piensa o se retrasa se queda sin oferta. Como última opción, pero nada desdeñable, en hotelminuto.com trabajan con ofertas de último minuto (hasta un máximo de 48 horas) en hoteles de 3 y 4 estrellas desde 34 y 39 €.

Regístrate para evaluar un hotel y ahorrarás.

10. Alquilarás un apartamento
Es la opción ideal para quienes viajan con varios amigos o para familias. Porque reservar varias habitaciones de hotel implica un presupuestazo. Luego están las limitaciones horarias, por ejemplo, con desayunos hasta las 10:30 de la mañana a los que nunca se llega cuando se trasnocha, o cenas con horario de convento que son casi meriendas para un español acostumbrado a empezar cenar tirando a tarde. Y que si se va con el presupuesto achuchado siempre se puede comprar pasta y salsa de tomate, cocinar en casa y tirarse tres días a base de spaguettis, que es barato y saludable. Esta opción es ideal para los que viajan para asistir a festivales de música. Todos estos motivos justifican el éxito de multinacionales del alquiler de apartamentos como Airbnb. O, si de lo que se trata es de sentirse como en casa pero en la otra punta del planeta, el intercambio de casas como hacían Kate Winslet y Cameron Diaz en The Holiday a través de Intercambio de Casas.com. Disponen de 41.000 apartamentos en 148 países y realizan 110.000 intercambios al año. Todo por 83 € al año. Las webs aportan fotos, dirección de los apartamentos y dotación de cada apartamento. Atención: no en todos admiten niños ni mascotas.

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