Por qué ya nadie admira al ‘macho alfa’
Documentales, series y celebridades aplauden una nueva masculinidad igualitaria, sensible y responsable.
¡Con un par!, ¡sé un hombre! o ¡ponle cojones! son algunos de los latiguillos con los que han crecido generaciones de adolescentes en este país. Uno de cada tres de los de ahora cree que los chicos no deben llorar, que aquellos que parecen agresivos son más atractivos y que a veces es correcto amenazar a los demás "para que sepan quién manda". El "sé un hombre", visto en plan machito alfa, todavía anima al personal. Muchos, no obstante, están tratando de darle la vuelta y desterrarlo de nuestras vidas. Porque, ¿qué significa realmente ser un hombre? ¿Qué implicaciones tiene? Eso mismo se pregunta el documental The Mask you live in, el último proyecto de The Representation project (los mismos que popularizaron el #AskHerMore en la alfombra roja de los Oscar y los artífices de otro exitoso documental sobre los estereotipos femeninos, Miss Representation). Un proyecto que se presentó en el último festival de Sundance y que trata de analizar cómo la cultura ha moldeado una masculinidad que perjudica al crecimiento personal de los niños y perpetúa estereotipos socialmente enfermos.
Patrones de conducta que fomentan el bullying y atormentan a generaciones de niños que asumen que si se muestra empatía o se es emotivo (lo que vendría a ser una persona abierta) se estará comportando "como una chica" o que para cumplir con su hombría tendrá que ser el que beba más, el que pegue más fuerte o el que insulte más alto. Especialmente en la adolescencia. Según el documental, los chicos menores de 17 años beben más que cualquier otro grupo poblacional y comparados con las chicas de su edad, los chavales tienen 7 veces más probabilidades de suicidio que ellas. "Sé un hombre es una de las frases más destructivas de nuestra historia", cuenta en el documental Joe Ehrman, un antiguo defensa de la NFL que ahora se dedica a dar charlas TED y educar sobre una nueva masculinidad, especialmente en el ámbito deportivo, donde el machismo campa a sus anchas y se vocea a lo hooligan.
Michael Kimmel, sociólogo, en el documental: «Si tuviese que decir cuál es la emoción más característica de la masculinad americana diría que es la ansiedad. ¿Por qué? Porque tienes que probar tu masculinidad todo el tiempo».
The Representation Project
Lejos de los sociólogos y de la antropología de la "nueva masculinidad", la cultura pop también abraza nuevos modelos. En una era en la que el discurso feminista domina la conversación cultural, la búsqueda de un nuevo arquetipo masculino se materializa en sus productos de consumo. La tercera edad de oro de la televisión, esa que tanto ha celebrado el perfil de hombre atormentado y problemático en series como Los Soprano, Breaking Bad o Mad Men (y que disecciona Brett Martin en su libro Hombres fuera de serie) parece estar llegando a su fin con el advenimiento de los nuevos hombres catódicos: ahí tenemos a los good bros de la comedia (Adam de Girls o Nick de New Girl), los padres sensibles y responsables incapaces de responder sexualmente en la cama de forma agresiva (el siempre estupendo Mark Duplass en Togetherness) o la empatía y el tierno (y torpe) antiheroismo que desprende Louie CK en Louie.
Y no solo pasa en la televisión. La industria de la moda y las tendencias boicotea y castiga a Dov Charney (CEO de American Apparel), Terry Richardson (fotógrafo) y Gavin McInnes (cofundador de Vice), cabecillas indiscutibles de la era de la misoginia hipster que tanto triunfó en la última década a base explotar estereotipos sexistas en forma de campañas y editoriales de moda, pensando que aquello del feminismo y de la igualdad ya estaba más que superado y no pasaba nada por ser irónicos con ello. Del hipster que se reía con las columnas hipersexualizadas de los inicios de Vice hemos pasado al hipster sensible y feminista de Portlandia o a comprobar cómo los discursos del hipermusculado Terry Crews (el Emma Watson masculino) se viralizan a base de recordar a la humanidad que el "orgullo masculino ha causado guerras y millones de muertes" o destacar en un admirable vídeo que el feminismo no implica "que una mujer sea superior a un hombre. Es solo igualdad de género". Ya nadie quiere ser un macho alfa.
Gary McInnes, fundador de Vice, y Fred Armisen, estrella y guionista de Portlandia
Getty/ IFC
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