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Los grandes mitos (y problemas) sobre la sexualidad entre mujeres y cómo derribarlos

Las autoras de ‘Sapphic Fire: Guía de sexualidad entre mujeres’ explican por qué una atención médica sexual y ginecológica especializada es fundamental para derribar estereotipos.

Las lesbianas siguen enfrentándose a una idea estereotipada de su sexualidad.
Las lesbianas siguen enfrentándose a una idea estereotipada de su sexualidad.Getty (Getty Images/EyeEm)

La heteronormatividad sigue siendo un a priori en la mayoría de los contextos en los que abordar la sexualidad desde otras sensibilidades es imprescindible. Los titulares hablan de género fluido, de lenguaje inclusivo y de poliamor, pero cuando una mujer lesbiana o bisexual acude a la consulta del ginecólogo, este va a dar por hecho que tienes relaciones sexuales heterosexuales con penetración. Así lo denunciaba este año el Observatori contra l’homofobia, que con el respaldo del Ministerio de Igualdad este año emitió un comunicado en el que se dejaba claro que aún quedan pendientes por resolver luchas como el acceso real a las técnicas de reproducción asistida o medidas legislativas respecto a la filiación directa y por adopción, y que aún hay discriminaciones en parejas de mujeres, entre los que se incluyen por ejemplo la inexistencia de protocolos de atención médica y ginecológica específicos y adaptados a las mujeres lesbianas.

Si hacemos caso al Estudio sobre las causas de la invisibilidad y la doble discriminación que sufre el colectivo de lesbianas en la Comunidad de Madrid publicado en 2019, encontraremos que los autores insisten en que “incluso en la reciente historia del movimiento de liberación sexual, los hombres gays han ocupado papeles más hegemónicos que las mujeres, nuevamente condenadas a la subalternidad» y que «la invisibilidad de las mujeres lesbianas hace que también su realidad no sea tenida en cuenta en los centros de salud ni pública, ni privada, ni existan estudios que hayan ahondado en las necesidades sanitarias de las mujeres lesbianas». Según este mismo informe, estas circunstancias varían considerablemente en aquellas comunidades donde ya se ha sido aprobada una Ley LGTI, donde se establecen protocolos médicos específicos que hacen alusión a “la salud sexual y reproductiva” de las personas LGTBI.

Las autoras del libro Sapphic Fire: guía de sexualidad entre mujeres (editorial LES), Thais Dutie, Paula Alcaide, Espe López y María Torre, partieron de estos supuestos cuando se decidieron a escribir su manual, en el que abordan de forma divulgativa los que siguen siendo los retos y tabús pendientes de la “sexualidad sáfica”, una etiqueta amplia que pretende, para empezar, derribar el adjetivo lésbico y para seguir aportar información que las autoras saben difícil de hallar sobre anatomía, enfermedades de transmisión sexual específicas, ciclos menstruales y prácticas y posturas pensadas en función del momento vital en el que se encuentre cada lectora.

Paula Alcaide, psicóloga y referente en terapia afirmativa lesbiana, bisexual y queer, dice que “los estereotipos impuestos sobre cómo deben ser los cuerpos de las mujeres influyen en nuestra autoestima corporal y pueden generar incomodidad o malestar”. De hecho, la herencia social que siempre ha limitado el deseo y la sexualidad femenina ha marcado aún más a este colectivo a la hora de aceptar y disfrutar de sus cuerpos. María Torre, periodista, sexóloga clínica y lesbiana polític apunta que estos estereotipos se han impuesto desde el cine “donde aunque ha habido esfuerzos por parte de algunas directoras en filmar escenas diversas, se acaba cayendo de nuevo en los clichés, por las prácticas que realiza, por la estética, por los gustos que expresa… »

«Se habla mucho de salir de la rutina en parejas heterosexuales, y cada vez hay más información y recursos para ello. Pero cuando se trata de un encuentro sexual entre dos o más mujeres no encontramos tantas guías informativas. Solemos ir en automático y tirando de lo que nos han enseñado. Es cierto que las mujeres sáficas rompemos un poco con esto, porque nos faltan referentes hasta en el placer y por ello experimentamos más, pero aún nos quedan estereotipos sobre nuestra forma de disfrutar y sentir placer que debemos romper”, relata María Torre.

A esta idea, Espe López, psicopedagoga y sexóloga, insiste en que dentro del propio colectivo aún queda el reto de “no juzgar la sexualidad no normativa”. El ejemplo más claro es el del poliamor entre mujeres. Además, precisamente en materia de bisexualidad, parece que “las mujeres bisexuales siguen siendo trofeos en el mundo de las no monógamas”, algo así como “si toda mujer bisexual fuera a sentirse atraída por cualquier pareja y de manera similar por las dos partes de ésta”, critica la experta. «Parece que la mujer bisexual está ahí para que sean los demás los que salgan de su normatividad, pero no como un sujeto con sus propios deseos y necesidades».

“A veces es difícil lidiar con dos cuerpos cíclicos, que no nos han enseñado a entender, comprender, mimar… y por ello a veces nos cuesta y surgen ideas erróneas de cómo es el erotismo o la convivencia de dos mujeres”, añade como otro de los retos a lograr Espe López. De hecho, el impacto del ciclo menstrual tiene que ver con cómo se relacionan tanto erótica como emocionalmente dos mujeres”. Sobre esta idea reflexiona también Thais Duthie, filóloga y escritora erótica “a veces la inexperiencia, los prejuicios interiorizados y los que recibimos externamente nos hacen meternos en los propios estereotipos”. Esto se refleja perfectamente en el diseño de los juguetes sexuales: “Afortunadamente cada vez hay más juguetería diversa y no centrada en la penetración. Pero uno de los grandes miedos que vemos en consulta es que muchas mujeres sáficas creen que tienen que ‘pasar por ello’, por ese tipo de relaciones aunque sea con un juguete”, explica María Torre.

Para contrarrestar esto, López insiste en la importancia de conocerse primero como mujer, con todo lo que conlleva, para luego entender, también como mujer cíclica a la pareja o parejas. “Así, juntas, podremos derribar esa idea de que vamos a chocar si coincidimos en esos días del mes”. En este sentido es precisamente en el que es importante que los profesionales médicos ofrezcan una atención personalizada.

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