Llega Netropolitan, el Facebook para ricos
¿Pagarías más de 7.000 euros por ser miembro de un club en Internet? Analizamos el fenómeno de las redes sociales más exclusivas.
“La comunidad online para gente con más dinero que tiempo”. Así se presenta Netropolitan, una red social lanzada este mes con una particularidad: está dirigida exclusivamente a gente rica. Para ingresar en ella, se requiere un email y contraseña y a mayores, un pago inicial de 9.000 dólares (unos 7.100 euros). Además, se abonan 3.000 dólares anuales (2.370 euros aproximadamente) para mantener cada año la pertenencia a este selecto club.
Su fundador es James Touchi-Peters, un compositor y director de orquesta estadounidense que debido a su profesión, se dio cuenta de que su vida era diferente: “Mucha gente no se relaciona con mi estilo de vida o mis intereses. Necesitaba conectar a ese nivel. Así es como surgió Netropolitan” declara para S Moda. Su objetivo principal estaba en crear un lugar para conectar con individuos del mismo estatus social. Así, en palabras de Touchi-Peters, esta red social ofrece la oportunidad de mantener conversaciones con gente afín “sobre casas en la playa, ropa de diseño o yates, sin temor a ser juzgado”.
Dos de los pilares fundamentales de esta red se basan en la ausencia completa de publicidad (no pueden ingresar ni siquiera empresas, solo pueden hacerlo individuos que a posteriori pueden crear grupos que representen a un negocio) y la privacidad. De hecho, cuando hemos preguntado al fundador por el tipo de perfil de los miembros de su red, solo nos ha comentado que la comunidad “incluye a hombres y mujeres, y no se limita solo a los Estados Unidos”.
Pero Netropolitan no es la única red social para gente con dinero. Según recoge el New York magazine, desde 2007 han ido surgiendo otras comunidades como aSmallWorld, Affluence o Total Prestige con la misma intención de servir de plataforma exclusivamente para un estrato social muy reducido. Para Javier de Rivera, sociólogo de la Universidad Complutense de Madrid experto en redes sociales, la irrupción de estas plataformas responde a la capitalización de las comunidades virtuales. Del ágora pública a sistema de negocio: «en lugar de vender los datos de los usuarios que acceden de forma gratuita a la plataforma –como se ha dicho que hace Facebook– esta empresa cobra a los usuarios una cantidad importante para ofrecer unos servicios exclusivos. El precio es una barrera de entrada que garantiza que solo encontraremos gente rica en Netropolitan».
En una era donde Internet parece haber democratizado las relaciones humanas (hoy cualquiera puede manderle un tuit a Obama), choca encontrarse con este tipo de páginas web que abogan por un elitismo tan marcado. De Rivera contradice esta sensación de transversalidad en la comunicación virtual y opina lo contrario. “Internet ha producido una falsa sensación de democratización«. Para este sociólogo, la segregación social y la brecha entre rico y pobres también se refleja en las redes sociales “debido a la evolución de la economía, que está produciendo un aumento global de las diferencias económicas”. El hecho de que surjan este tipo de comunidades exclusivas es tan solo “una expresión natural de ello”.
¿Por qué provocan tanto rechazo?
El mismo fundador de Netropolitan reconoce que uno de los motivos de crear esta comunidad fue evitar ser juzgado por su estilo de vida. Algo que parece lógico, si tenemos en cuenta los valores sociales implícitos de crear una red social para ricos, según explica de Rivera, son “el elitismo y el clasismo”. Quien entra Netropolitan se asegura de “tener un espacio donde se apoyan y protegen sus actitudes”. En cambio, al fundamentarse estos principios en “el rechazo y la exclusión de otros”, la gente que no los comparta sentirá un rechazo instintivo.
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