La declaración de independencia de Lola Montes Schnabel

Es hija de uno los artistas vivos más conocidos y una de las últimas inquilinas del mítico Chelsea Hotel antes de que cerrara sus puertas. Ahora, la pintora, fotógrafa y directora de cine Lola Montes Schnabel proclama su declaración de independencia a través de su obra multidisciplinar.

Desde hace tiempo busca su propio camino. Encontrarlo resulta para alguien como ella aún más imperioso, si cabe. Su padre, Julian Schnabel, es un reconocido artista plástico, compañero de generación de Jeff Koons y Basquiast además del cineasta que abrió a Javier Bardem las puertas de Hollywood con Antes que anochezca.

Ella es consciente de la suerte que ha tenido al vivir bajo al influencia de unos padres que le han expuesto "a un sofisticado y auténtico universo artístico“ a lo largo de su vida. A finales del 2011, coincidiendo con su llegada a la treintena, debutó con su primera exposición individual en el neoyorquino The Hole.

Aunque la vida de Lola Schnabel transcurra muy cercana a la de su familia -gran parte de su tiempo libre lo dedica a su madre y su abuela-, cuando se le pregunta por su padre erradica cualquier atisbo de comparación de un modo tajante: “Mi trabajo es muy distinto. Principalmente porque yo soy una mujer, que además se ha criado en un entorno y generación muy distintos a los de él. Lo que mi padre ejemplifica para mí es la enorme energía por conseguir las cosas. De él también he heredado, o quizá haya nacido como reacción, la imperiosa necesidad de ser libre. Libre de las estructuras sociales, libre en el modo de mover mi brazo y muñeca a la hora de pintar e incluso libre de él mismo“, nos confiesa.

Y qué mejor que pintar para encontrar esa vía de escape. Lola Montes Schnabel reconoce que tener que encerrar su talento entre las cuatro esquinas de un lienzo constriñen su creatividad. “Pero eso es lo que me provoca como artista -asegura-. La pintura es el lenguaje que mejor sé hablar. El poder crear imágenes que expliquen lo que ocurre en mi mente es un don. Es otro modo de respirar“.

Lola Schnabel y Courtney Love en un desfile en París.

Getty

Esa búsqueda de su propio camino le ha llevado también a elegir muy bien a sus compañeros de viaje. Sin quererlo ha protagonizado un nuevo capítulo en la exaltada vida de la cantante y actriz Courtney Love. Aunque en los últimos tiempos la prensa destacaba su amistad con la viuda de Kurt Cobain, ella, de nuevo, se desmarca: "No es que sea mi mejor amiga ni mucho menos. Realmente nuestra relación nunca ha ido más allá que la de una artista a la que le gusta el trabajo que yo hago y lo sigue con atención. He tratado con ella durante años, con cierta distancia, pero desde hace poco ha empezado a comportarse de una forma obsesiva conmigo. No para de enviarme mensajes al móvil y en las redes sociales…".

En verdad han sido muchas otras personas las que sí le han inspirado. También lo ha hecho un lugar. Entre los muros del neoyorquino Chelsea Hotel artistas de todo el mundo han creado, han vivido, han muerto y hasta han sido acusados de asesinato. Cerró sus puertas el pasado 1 de agosto y entre quienes más lo lamentaron estaba Lola Montes Schnabel. El mejor recuerdo que conserva del sitio es el de amanecer junto al cineasta Abel Ferrara y la modelo y cantante Grace Jones. Asegura que el tener su estudio allí y compartir espacio con enormes personalidades creativas fue una inagotable fuente de aprendizaje. El lugar está tan íntimamente ligado a su obra que no tarda en mencionarlo en este vídeo que rodó para una marca de calzado deportivo. El vacío que le ha dejado el Chelsea lo sustituye de un modo algo excéntrico. Pasará todo el verano pintando en un granero, anuncia.

Una de las obras de Lola Schnabel.

Robert Banet

“Ahora mismo me inspira la oscuridad o, mejor dicho, la ausencia de luz. Estoy realizando una serie de cuadros nocturnos -explica-. Estoy interesada en crear situaciones que sirvan como herramienta para percibir las cosas de un modo nuevo“. Entre los referentes a los que le gustaría parecerse: Alejandro Jodorowsky, Andrej Tarkovsky y el cineasta Werner Herzog.

Más allá de la pintura, cuando aborda el cine o la fotografía, lo que le inspira es „escoger a una persona de la que se sienta fascinada y "crear toda una mitología en torno a ella“. Y al mundo artístico parece interesarle lo que hace. Exposiciones en Southampton (Reino Unido), Nueva York y Alemania le esperan en los próximos meses.

Autorretrato de Lola Schnabel.

Lauren E. Wool