156 euros: ¿por qué una entrada para ver a BLACKPINK en España cuesta como una de Madonna?

Los fans de Madonna ya llevan meses, e incluso años, ahorrando todo lo que pueden para que no les pille desprevenidos la gira mundial que anunciará más pronto que tarde. Ver a la intérprete de Vogue en vivo nunca ha sido algo económico que digamos (los tickets de su último show en Barcelona, en 2015, oscilaban entre los 45 y los 175, gastos de gestión aparte). Pero esos precios ya no son una cosa exclusiva de divas consolidadas como ella o Beyoncé, a quien para verla junto a Jay Z en el Estadi Olímpic Lluís Companys el pasado verano hubo que pagar entre 25 y 175 euros. Los conciertos pop de este tipo destacan por su puntera tecnología y por unas faraónicas puestas en escena que poco tienen que envidiar ya a las representaciones de los coliseos operísticos. No obstante, las bandas de K-pop, ese género que destaca por sus fantasiosos visuales cegadores y por sus complejas coreografías que levantan pasiones también fuera de los márgenes de Corea del Sur, están siguiendo esta misma premisa.

La formación mundialmente más adorada del género, BTS, los pasados 19 y 20 de octubre recalaron en el AccorHotels Arena de París con entradas que iban de los 60 a los 180 euros. Las dos fechas se agotaron rápidamente en un recinto que, para que se hagan una idea, es parecido al del Palau Sant Jordi de Barcelona o el madrileño WiZink Center. Resulta lógico que el próximo 7 de junio vuelvan a la capital francesa y, para esta ocasión, se enfrenten a un monstruo como el Stade de France con capacidad para 80.000 personas, o que escasos días antes vuelvan a hacer lo propio en el londinense estadio de Wembley en las que, de momento, son sus únicas dos fechas europeas en 2019. El K-pop se está convirtiendo en un lucrativo fenómeno de masas del que España ya empieza a formar parte.

Sin ir más lejos, este próximo 28 de mayo el cuarteto BLACKPINK debutará en nuestro país, en el Palau Sant Jordi, con entradas de 66 a 156 euros (la categoría más cara es la de pista). Los que quieran literalmente ver cómo les cae el sudor de su frente siempre pueden hacerse con dos paquetes VIP de 324 y 492 euros que les asegura ver el espectáculo desde una zona acotada a pie de escenario (lo que se conoce como ‘Golden Circle’), así como poder acceder a las pruebas de sonido. No hay meet & greet en esta ocasión.

Pero a todo esto, ¿quiénes son BLACKPINK y por qué el precio de sus entradas no difiere en exceso del que piden Madonna o Beyoncé en sus tours? Atendiendo a lo que se puede ver de sus actuaciones en Youtube, como las estrellas anglosajonas no escatiman en gastos a la hora de armar un show apabullante cargado de láseres y gigantescas pantallas de alta definición. Los espectáculos a lo grande siempre se deben pagar, y BLACKPINK no sólo han aprendido rápido lo que es la espectacularidad escénica, sino que además pueden presumir de ser unas bailarinas de primer nivel. Primero conquistaron su Corea natal en 2017, un año más tarde Japón, y más recientemente se han propuesto hacer lo propio tanto en Europa como en Estados Unidos, donde precisamente actuarán en el festival de Coachella. También ha ayudado bastante a su propulsión mediática que el pasado mes de septiembre colaboraran con la mismísima Dua Lupa en el tema Kiss and Make Up, canción por la que hasta alcanzaron el primer puesto en la lista de Los 40 Principales.

Con apenas dos Ep’s y un LP en el mercado de lo más entretenido, Blackpink In Your Area, Jisoo, Jennie, Rosé y Lisa mueven cifras mareantes en Youtube. Sus videoclips acumulan entre 300 y 650 millones de reproducciones (DDU-DU DDU-DU, de momento, tiene el récord). Y, por si no hubiera bastante, las integrantes del grupo creado por YG Entertainment también están haciendo sus pinitos en solitario. De momento, Jennie, quien es imagen de Chanel en el país oriental, presentó hace pocos meses una canción titulada Solo que lleva a día de hoy más de 200 millones de reproducciones en Youtube. Tenemos BLACKPINK para rato.