¿Se nos va de las manos el alquiler vacacional? 150 euros por dormir entre cartones en una terraza
CampSpace, una especie de Airbnb holandés, quiere revolucionar el mundo del camping con opciones tan extravagantes como esta, que incluye cena, concierto privado y sesión de yoga al despertar.
El éxito de plataformas de alquiler habitacional como Airbnb no solo ha levantado las suspicacias de hosteleros, ayuntamientos, asociaciones de vecinos y arrendatarios, también ha revolucionado nuestra forma de entender el alojamiento vacacional. Las opciones se han multiplicado en cantidad y diversidad, apropiándose del término ‘cama’ emplazamientos que jamás habían sido considerados como tal. Un lugar donde dormir ya es prácticamente cualquier parte y la tendencia parece lejos de remitir. Eso demuestran iniciativas como la de la empresa emergente holandesa Campspace, dispuesta a revolucionar el mundo del camping convirtiendo, valga la redundancia, el mundo en un camping. El próximo 12 de agosto tomará las calles de Ámsterdam para demostrar que acampar en los sitios más insospechados es factible. Por ejemplo, en el césped de un Estadio Olímpico. O en la azotea de un rascacielos, dentro de una caja de cartón para dos personas –lo último en tiendas de campañas sostenibles– por 150 euros la noche. Antes de poner el grito en el cielo y cuestionar el atractivo de pernoctar en una caja de zapatos tamaño XXL, deberías saber que el plan incluye cena, cóctel, miniconcierto privado y hasta una sesión de yoga por la mañana.
“Queremos cambiar la visión de la gente. El camping 2.0. busca que este se realice en lugares únicos y espacios compartidos. Es lo opuesto a estos campings enormes en los que tienes que colocar tu tienda junto a otras cientos, con los niños de otras familias gritando. La idea es que compartan un espacio: su jardín, su viñedo o su terraza. Cualquier cosa puede ser un campspace”, explica vía email a S Moda Hugo Van Donselaar, responsable de la compañía. Aunque su iniciativa puede parecer una versión más económica de la que ha convertido en Airbnb en todo un éxito (y un quebradero de cabeza para ciertos estamentos), Van Donselaar insiste en diferenciarse de la compañía norteamericana: “La diferencia es que la gente que participa aquí no busca hacer dinero. Buscan compartir experiencias y espacios, que otros puedan disfrutar las vistas desde su jardín. Además, nosotros queremos que la gente salga, ¡Airbnb quiere lo contrario!”.
La web de la plataforma –todavía contando sus primeros meses de vida– ya está activa, pero la verdadera prueba de fuego para darse a conocer entre el gran público llegará el próximo 12 de agosto con el proyecto Camp the Night. Un evento en el que tratarán de comunicar la experiencia ofertada por la compañía sintetizándola en una noche en las calles de la capital holandesa. El objetivo es transformar en una perfecta zona de camping los lugares más insospechados de Ámsterdam, desde la terraza de un bar al jardín de una vivienda privada o el césped de un estadio. “La azotea de un edificio es el perfecto ejemplo de lo que es un campspace: nunca lo miramos como una zona de acampada pero puede convertirse en una. Ofrecemos el paquete completo: podrán comer, reír, escuchar música y dormir con desconocidos, que pronto se convertirán en amigos”.
Por muy extravagante que pueda parecer una tienda de campaña hecha de cartón, en el país neerlandés –donde se encuentra la empresa pionera en su manufacturación (KarTent)– son toda una realidad con miles de unidades despachadas en los últimos tres años. Resistentes a la lluvia durante varios días –Van Donselaar nos asegura que las han testeado en un lavadero de coches–, aislantes y 100% reciclables, estas tiendas (de 150 por 220 cm) son una alternativa respetuosa con el medio ambiente con especial protagonismo en los festivales de música. Un cuarto de las instaladas en tales acontecimientos son abandonadas, lo que unido a colchonetas, esterillas y camas enrollables da como resultado toneladas de plástico contaminante. Estas tiendas están preinstaladas y los patrocinadores suelen imprimir su logo en ellas, lo que conlleva una reducción del coste para el consumidor. Cuando acaba el evento KarTent las traslada a una planta de reciclaje. En su página web están disponible por un precio de 69.95 euros.
La experiencia del camping 2.0 también está disponible ya en España. Campspace contó con una prescriptora española como reclutadora de varios lugares de nuestra geografía para incluirlos en la plataforma. Enclaves de Andalucía, Cataluña, Extremadura y Aragón ya están disponibles para hacer las delicias de los campistas millennials, con precios que van desde los 15 hasta los 80 euros por noche. El futuro es incierto. ¿Se convertirá el césped del Camp Nou en zona de acampada?, ¿y la azotea de alguna de las cuatro torres de Castellana? Por si surgiera la ocasión, mejor vayan preparando su tienda de cartón.
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