Por qué ‘A Charlie Brown Christmas’ es uno de los mejores discos de Navidad de la historia
Villancicos, lecturas de viejas canciones navideñas y hasta una lectura de Beethoven. El músico Vince Guaraldi y el productor Lee Mendelson crearon en 1965 un álbum atípico para recrear un cuento navideño protagonizado por Carlitos y los Peanuts
En 1963, el productor de televisión Lee Mendelson planeaba un documental sobre el dibujante Charles M. Schulz, creador de la tira cómica Peanuts, que llevaba trece años publicándose en varios periódicos de Estados Unidos. Protagonizadas por Charlie Brown (conocido en España como Carlitos) y su pandilla de amigos, las historietas de Schulz acabaron inspirando una serie de animación que vio la luz mucho antes que el documental. Una de las grandes preocupaciones de Mendelson fue dar con la música adecuada para el proyecto. La solución le llegó mientras conducía su auto. En la emisora de radio que escuchaba sonó Cast Your Fate To The Wind, una pieza de jazz instrumental, melódica y melancólica, interpretada por el pianista Vince Guaraldi acompañado por su trío; Mendelson no paró hasta dar con él para hacerle el encargo. Unas semanas después, Guaraldi le llamó por teléfono emocionado. Quería ponerle lo antes posible lo que había compuesto. Así que Mendelson no tuvo más remedio que escuchar el tema a través del auricular del teléfono. Su instinto no le había fallado. Aquel era el sonido perfecto para los personajes de Peanuts. De hecho, el tema en cuestión fue bautizado con los nombres de dos de ellos, Linus & Lucy.
Tan sólo un par de años después, Linus & Lucy fue incluido en el primer disco dedicado a la serie, ratificándola como el emblema sonoro de Carlitos y su mundo. Publicado en 1965, A Charlie Brown Christmas, también incluía Christmas Time Is Here un tema tan popular en el acervo cultural norteamericano que hasta Mariah Carey la ha hecho suya. Seis décadas después, el disco cuenta con decenas de reediciones. En 2022 salió una versión superdeluxe de cuatro discos compactos que contenía las sesiones de grabación completas, y para este año se ha lanzado una tirada en vinilo de color verde. También tiene el mérito de ser el segundo álbum de jazz más vendido de la historia –el primer puesto es para el Kind of Blue de Miles Davis-, sobrepasando ya los cinco millones de copias, cifra nada habitual para un género tan especializado. Guaraldi ya había despuntado comercialmente con la citada Cast Your Fate To The Wind, una popularidad que, dentro del purista y solemne mundo del jazz, no fue bien recibida. Cuando desde algunos ámbitos lo tacharon de vendido, Guaraldi contestó: “No me conformo con escribir éxitos, quiero componer estándares”.
A Charlie Brown Christmas se publicó como complemento al especial televisivo de los Peanuts (nombre que le fue impuesto a Schulz por su editor y que él detestaba). Estrenada en España como La navidad de Carlitos (puede verse en Apple+), la historia tenía estructura de cuento tradicional, a la vez que diseccionaba muchos de los tópicos de estas fiestas. En el guion, la explotación comercial a costa de los sentimientos y las frustraciones que generan tantas expectativas de paz y amor, eran cuestionadas por el apesadumbrado Carlitos. Coca Cola, patrocinadora del programa, puso el grito en el cielo. A CBS, la cadena que lo emitía, tampoco le hizo gracia que Schulz y Mendelson rechazaran poner risas enlatadas aquí y allá. Y para colmo, la banda sonora corría a cargo de un grupo de jazz, género que en 1965 había sido completamente desbancado por el auge del pop y el rock. Pero Mendelson no se dejó amedrentar. En la música de Guaraldi había visto una cálida sencillez, un sutil toque de modernidad, una empatía que conectaba con los protagonistas. El disco combinaba clásicos como My Little Drum –una revisión de El tamborilero- o el Für Elise de Beethoven, pero también aportaba temas originales como Skating y Christmas Time Is Here, Linus & Lucy apenas tenía sabor festivo, pero entró en el disco porque representaba a la perfección el espíritu del programa. Guaraldi, tal como escribió Derrick Bang en su biografía Vince Guaraldi at the piano, “definió a los Peanuts a través del sonido”. Con motivo de la reedición en 2022, el crítico Alex Petridis destacó en The Guardian el modo en que el álbum evitaba los clichés sonoros de la música navideña: “Consigue transmitir un completo abanico de las emociones que están ligadas a estas fiestas. No se escucha ni un solo cascabel”.
Nativo de Bay Area, San Francisco, Guaraldi empezó a tocar jazz al volver de la guerra de Corea. En 1956 consiguió un contrato con Fantasy Records, que publicó su disco de debut, Vince Guaraldi Trio. Antes de emprender su propia trayectoria había tocado con Woody Herman y Stan Getz. Usaba gafas de pasta y lucía un exuberante mostacho También tenía los dedos demasiado gruesos para ser pianista, pero a su favor jugaba la entrega con la que abordaba sus interpretaciones. Descubrió el jazz con sabor latino e intentó seguir el camino de la bossa, que a principios de los sesenta estaba implantándose en el mercado norteamericano. Intentó explotar esa veta con el single Samba de Orpheus, inspirada en la banda sonora que Antonio Carlos Jobim y Luiz Bonfá compusieron para Orfeo Negro. Pero fue la cara B del sencillo, Cast Your Fate To The Wind la que puso en órbita a Guaraldi. Su popularidad contribuyó a introducir a un público más joven en el género y, sin embargo, tal como apunta Petridis, la ausencia de su nombre en las enciclopedias de jazz es algo recurrente. El éxito del episodio navideño de Peanuts propició que hubiera más especiales temáticos -Halloween, Día de Acción de Gracias- con sus correspondientes discos. Pero Guaraldi no dejó de evolucionar musicalmente. En 1970 acompañó a Jerry Garcia, de Grateful Dead, durante un concierto en San Francisco, y hay quien dice que durante esa época estuvo a punto de ser el teclista de Grateful Dead.
“Me parece surrealista. Cuesta creer que haya llegado tan lejos”, le dijo Mendelson a Vice en 2016 cuando le entrevistaron para rememorar el disco. Guaraldi y su trío (compuesto por el batería Jerry Granelli, el guitarra Eddie Duran y el bajista Dan Reilly) lo registraron en tan sólo unas horas. El propio Mendelson escribió la letra de Christsmas Time Is Here, cuya parte vocal grabaron niños que no pertenecían a un coro profesional, de ahí que suenen a representación escolar. El objetivo era crear una obra humana, algo imperfecta. “Más que abrazarla –opina Petridis en su texto sobre el disco-, parece querer expresar la incertidumbre que generan estas fechas”. El álbum está registrado en la Librería del Congreso de Estados Unidos desde 2012 y numerosos artistas de jazz han versionado algunos de sus temas. Chicago, John Legend y esos cazadores de exotismos llamados Khruangbin han grabado Christmas Time Is Here. En directo Los Straitjackets se llevan Linus & Lucy al terreno del surf, mientras que Prince la interpretó en uno de sus últimos conciertos. Guaraldi no llegó a disfrutar la relevancia cultural que con los años fue adquiriendo su obra. Falleció de un ataque al corazón en 1976. A Mendelson, la muerte le llegó un día de navidad, el 25 de diciembre de 2019. Carlitos, Lucy, Linus, Patty, Sally, Snoopy y el resto de la pandilla siguen con nosotros. Su baile en la escena en la que suena “Linus & Lucy” ha dado pie a uno de esos memes a los que recurrimos para expresar felicidad, aunque sea una felicidad con matices.
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