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Villano Antillano: “En el fondo todo es un problema de los ricos contra los pobres”

Hablamos sobre música, género y política con la artista portorriqueña aprovechando su paso por Barcelona

Villano Antillano fotografiada en Barcelona.
Villano Antillano fotografiada en Barcelona.Cortesía de Etnia Barcelona

Hasta hace poco parecía que si se hablaba de Villano Antillano era inevitable empezar por la canción que la lanzó a la fama mundial allá por el verano de 2022. En la BZRP Music Sessions #51, la rapera portorriqueña se unió al productor argentino Bizarrap y juntos produjeron esa química inexplicable que convierte a algunos de los temas grabados en la célebre habitación de luz azul en un hit viral.

En el momento de escribir estas líneas, la pieza está a punto de superar los 260 millones de reproducciones en YouTube y los 305 millones en Spotify, cifras mareantes que no dejan dudas sobre el impacto mundial de aquella actuación. No obstante, hace tiempo ya que la artista boricua tiene muchas más cosas de las que hablar.

Vista ya con cierta distancia, Villana Santiago —su verdadero nombre— recuerda la grabación con Bizarrap “con mucho agradecimiento y felicidad de que haya habido un crecimiento constante y sostenido. I’m winning”, afirma, con toda la razón. Desde entonces, la artista se ha colocado como una de las referencias más interesantes de la música de su país, algo no tan sencillo teniendo en cuenta que viene de un lugar del que en los últimos años han surgido músicos como Ozuna, Anual AA, Young Miko, Rauw Alejandro, Paloma Mami y, obviamente, Bad Bunny.

Villana también es un referente de la comunidad LGBTQ+, tanto a nivel musical, Villano Antillano es la mujer trans y no binaria más escuchada del momento y la primera en entrar en Top 50 de Spotify Global; como a nivel político y reivindicativo. No obstante, reconoce que a veces le gustaría ser simplemente una artista más. “Estoy en una etapa de mi vida en la que he tomado un poco más en serio el priorizarme, mi seguridad y la de mi gente”, explica. “Reconozco el lugar que ocupo y nadie sabe al cien por ciento los retos y obstáculos que enfrento en la industria y en mi día a día. But I’m playing smart right now (estoy jugando bien ahora mismo). Es lo que me mantiene con esperanza y con acceso a al menos algo de felicidad”.

Villano Antillano en Barcelona.
Villano Antillano en Barcelona.

Unos orígenes complicados

Aunque comenzó a publicar música antes de iniciar su transición, Villana reconoce que cuando se encontró a sí misma fue cuando pudo comenzar a crear sin miedo, “y más allá del miedo siempre hay cosas grandes. Siempre he dicho que no me entendí bien como creadora de música hasta que transicioné”, subraya la música.

Al hilo de sus orígenes, Villana recuerda que creció “rodeada de música”, y continúa “siempre supe hablar a través de ciertas canciones, así no fueran mías. Muchas influencias, muchas cosas prohibidas… ¡Y yo tan tremendita! Creo que cuanto más intentaron prevenirme, más me obsesioné con algún día ser lo más indomable posible. Empecé a escribir y a hacer audiovisuales muy experimentales con una computadora viejita que tenía para la universidad. Para ese entonces ya me había tenido que ir de casa pero tampoco me hospedé en la universidad. Había muchas cosas inciertas. Eso me llenó de ira y a su vez me inspiró a crear arte”.

Debido a su condición sexual, Villana fue expulsada de su casa con tan solo 17 años. Sus padres, estrictos y conservadores, no supieron admitir en aquel momento que su hija no era como ellos habían pensado. Las experiencias personales vividas durante esa época están en las raíces de sus letras, nacen de la violencia, del rechazo y de tener que dedicarse al trabajo sexual porque no había otra forma de sobrevivir. Aunque también del amor y del refugio de la comunidad, de las amigas que la acogieron y cuidaron de ella en los malos momentos.

La música apareció en la vida de Villana como un vehículo de expresión a través del cual pudo encontrar su camino; causa y efecto. Años después, no muchos, su objetivo con la música sigue siendo el mismo. “Siempre he querido expresarme y disfrutar de lo que hago”, asegura, “eso se distorsiona con el capitalismo, pero esa siempre ha sido la idea, transcribir lo que siento. Tengo experiencias muy complejas porque vivo una vida muy interesante y me la disfruto, y me atrevo a hablar de ello, eso es todo ahora mismo. Creo que conecta con la gente porque cada vez más tenemos que hacer lo imposible por cerrar grandes brechas y todo el mundo necesita sentirse imparable al menos una vez al día”.

No obstante, incluso ahora, sigue habiendo obstáculos en el camino. La industria musical continúa teniendo una relación “complicada” con la diversidad, por decirlo de una forma suave. Por ello, la relación de Villano con esta ha sido siempre muy difícil, aunque haya ido cambiando. “Ha evolucionado gracias a mi compromiso continuo con querer hacer las cosas de manera distinta y poder marcar límites claros”, explica. “Los hombres alrededor de una siempre tienen alguna opinión o alguna queja así estés dando tu 300%. Realmente la mayoría nunca ha tenido que respetar a una mujer como yo. Entonces hay una resistencia particular a tan siquiera darme las cosas básicas que merecen y tienen todas las demás personas, porque en el fondo no te leen como persona. Una lo entiende poco a poco cuando sabe sentarse a analizar las cosas”.

Al final del día, mi conciencia, mis valores y mis principios son quienes deciden si podré dormir por las noches.

“Pienso que en concepto de sociedad e ideologías quizás las mujeres hemos avanzado y de alguna manera los hombres se han trancado, porque estamos cambiando y amenazando seriamente su sistema”, continúa. “Tengo muchos problemas con esta industria pero todos nacen de mi aversión instintiva casi a asimilarme (algo con lo que las personas siempre luchamos pienso). Al final del día, mi conciencia, mis valores y mis principios son quienes deciden si podré dormir por las noches. Esta industria es misógina, pero también es racista, clasista, gordofóbica, capacitista, encubridora de depredadores, etc., y todas estas opresiones se entrelazan porque responden a la hegemonía y los caprichos del hombre blanco ‘tradicional’, que es realmente nuestro enemigo. Pienso que habremos avanzado algo cuando estas preguntas se le hagan a hombres blancos cis-heterosexuales y no a nosotras”.

Machismo, Puerto Rico y el auge de la extrema derecha

Una situación que la cantante también extiende a su país que, a pesar de tener artistas como ella misma o Bad Bunny, contribuyendo a su manera a cambiar las cosas, parece seguir empeñado en mantener las viejas formas de discriminación hacia las mujeres y los colectivos LGBTQ+. “Pienso que, en Puerto Rico, las mujeres estamos haciendo todo lo que podemos para resistir y luchar; y los hombres no hacen absolutamente nada o permanecen en zonas grises porque no les importa o porque no lo sufren”, apunta. “Además, Puerto Rico es de las últimas colonias en el mundo que, desde mucho antes que yo naciera, se nos imponen medidas de austeridad increíbles e inhumanas: no tenemos escuelas públicas, no tenemos hospitales o acceso a salud, gran parte del tiempo no tenemos energía eléctrica… No tenemos conciencia porque no podemos pensar en otra cosa que no sea la rabia, porque está en todas partes. Me duele decirlo, pero nos han llevado a la sumisión a través de la inaccesibilidad a las cosas, que es bastante común de los imperios y los colonizadores”.

“Los hombres de este país son violentos o encubren a otros hombres violentos”, continúa. “Pero también estamos viendo que la gente cada vez se desespera más y se radicaliza en la religión porque la vida es difícil y a veces las iglesias son grupos de apoyo que te pueden salvar la vida. Vemos mucha necesidad y todas estas cosas conectan”.

La cantante, que estudió Ciencias Políticas, relaciona también estos hechos con el auge de la extrema derecha a nivel mundial. “Yo no pienso que la gente sea mala porque quiere (con la excepción de condiciones psicológicas), pienso que hay mucha gente perdida, pobre y desesperada que está escuchando a personas que se lucran de ellos”, asegura. “Pienso que esto es un problema de los ricos contra los pobres en el fondo, y es fácil lavarse las manos y culpar a quienes sufren las consecuencias de radicalizarse, sin antes señalar a quienes los llevaron hasta ahí. Creo que podemos reconocer que los hombres en Puerto Rico son increíblemente violentos y que la culpa es del sistema al mismo tiempo”.

Nuevos temas

I’m a scammin hoe / you want one of those / you a corpo motherfucker / you need PTO”, así suena el estribillo de la penúltima canción de Villano Antillano, Clonazepamela, un tema con el que reconoce estar muy obsesionada. “Encaja perfectamente en mi nuevo álbum”, asegura. “Creo que carga una energía muy seria, grandes ligas… Creo que es de lo mejor que he hecho hasta ahora. El video musical me fascina, le metimos con todo pero a su vez no fue nada muy complejo para las personas que lo trabajamos. Las que son artistas, son artistas. El nivel es el nivel”.

“Actualmente veo mi carrera con mucho agradecimiento”, continúa, “porque he podido discernir a los lobos vestidos de ovejas a mi alrededor, porque me he tomado mi tiempo para transicionar médica y adecuadamente y ahora tengo acceso a disfrutármelo todo a través de mí misma. Agradezco que mi trabajo me haya llevado a conocer a grandes amigas que hoy considero hermanas y que me acompañan a lo largo del camino. La cosa va marchando con velocidad ahora que las hormonas llevan años haciendo lo suyo y me veo tan distinta. Eso también tiene implicaciones para mi carrera. Las putas [apelativo que reivindica para sí misma] pagamos un precio altísimo por acuñar ese sello y tengo muchos más problemas ahora porque la sociedad casi nos condiciona para aborrecer el ver a una mujer en alguna posición de poder”.

Son días frenéticos en la carrera de Villano Antillano. Además de este lanzamiento, al que ha seguido solo unos días después otro tema grabado junto a Jedet, titulado Sex Tape, la acabamos de tener en nuestro país actuando en el escenario ‘Red Sound Studio by Etnia Barcelona’ en el marco del festival Primavera Sound de Barcelona, donde un selecto grupo de fans, periodistas e influencers pudieron disfrutar de una actuación íntima en un espacio que recreaba el entorno de un estudio de grabación y el ambiente tranquilo y relajado en el que los músicos realizan esa parte de su trabajo que a menudo queda oculta para los no insiders.

La actuación fue otro capítulo más de la relación de la artista con Barcelona, una ciudad que la ama y cuyo cariño ella también comparte. “Amo Barcelona. Hay algo en siempre poder ver el mar para mí que me acerca a casa. Madrid es increíble, España entera la verdad… Pero Barcelona y esa playa me han regalado momentos inolvidables. Además que quién me conoce sabe que soy muy vampirita, y ese aire gótico que se carga la ciudad a mí me deja nueva. Yo tan lejos de casa dique en Europa, ¡imagínate! Me siento la novia de Drácula andando borracha por esos callejones”, concluye.

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