Prabal Gurung convierte la pasarela de Nueva York en una manifestación feminista
La colección del diseñador nepalí es una celebración de la mujer y de la feminidad sin etiquetas. Una propuesta en favor de la diversidad y la inclusión en una industria, la de moda, que todavía necesita romper más barreras.
The future is female – el futuro es femenino
I have a dream – tengo un sueño
Our minds / our bodies / our power – nuestra mente / nuestro cuerpo / nuestro poder
This is what a feminist looks like – esta es la cara que tiene un feminista
I am an immigrant – soy un inmigrante
3 million – 3 millones
my boyfriend is a feminist – mi novio es feminista
my girlfriend is a feminist – mi novia es feminista
alive – viva
break down walls – derriba los muros
voices for choices – una voz, una opción
now more than ever – hoy más que nunca
revolution has no borders – la revolución no tiene fronteras
stay woke – mantente alerta
girls just wanna have fun-damental rights – las chicas solo quieren tener derechos fundamentales, un juego de palabras en referencia a la canción de Cindy Lauper.
love is the resistance – el amor es la resistencia
respect – respeto
you do not own me – no te pertenezco
Estos son algunos de los mensajes que vimos estampados en las camisetas de la línea cápsula que Prabal Gurung creó para cerrar el desfile de la colección o-i 2017/18. Sonaba el himno de John Lennon Imagine cuando las modelos saltaron a la pasarela de nuevo, en una emotiva marcha de mujeres en favor de la igualdad de derechos y en contra de la misoginia de Trump. Horas antes de la presentación, el diseñador había subido fotos a Instagram de la procesión de sufragistas de 1913, del discurso de la activista Gloria Steinem de 1970 (que inspiró su colección anterior), y de la marcha de mujeres que se celebró en Washington el pasado mes de enero. Sarah Jessica Parker, Priyanka Chopra, Diane Kruger y Huma Abedin le aplaudían en primera fila. «Gracias», le decían unos y otros en el backstage. «Gracias por alzar la voz». «Gracias por un desfile tan poderoso». «Gracias por inspirar». Emocionados –algunos incluso con lágrimas en los ojos– los invitados se fundían uno a uno en un abrazo con Gurung.
«Podría haber elegido vestir solo etiquetas establecidas. Yo no estaría aquí si no fuera por ella [Michelle Obama]», asegura en un vídeo de este mes colgado en su página web oficial. «Cambió la vida de muchos creadores que entonces empezábamos». Irónicamente, la mayoría de talentos emergentes de Estados Unidos eran, en realidad, inmigrantes, como Jason Wu (de Taiwán) o el propio Prabal Gurung (de Nepal). «Solo en este país es posible hacer realidad el sueño americano. Así lo hizo Michelle, apostando por marcas nuevas, de jóvenes inmigrantes». A ella dedica el creativo una de sus camisetas más conmovedoras (I am Michelle –soy una Michelle).
El feminismo, como la diversidad, es un movimiento inclusivo, que rechaza las etiquetas y que, en este show, ha tirado por tierra los antiguos estereotipos de casting. Con modelos de todas las etnias (como Joan Smalls y Ysaunny Brito) y de todas las tallas (como Candice Huffine y Marquita Pring, que llevaban diseños casi idénticos a los del resto de maniquíes). No es un discurso nuevo. Gurung lleva mucho tiempo advirtiendo sobre la necesidad de escuchar a todas las mujeres, sin distinciones de ningún tipo. «Estamos en un momento decisivo […] Tenemos que elegir: o seguimos por el mismo camino diseñando para la misma mujer; o probamos un enfoque nuevo», escribió el nepalí en Lenny, la newsletter feminista fundada por Lena Dunham.
Para unas y para otras, Gurung ha creado vestidos fluidos. Drapeados, asimétricos, con volantes, flecos larguísimos o transparencias. Siluetas que se abrochan y desabrochan para mostrar la piel sin complejos. Y abrigos de pelo de color que no quieren ni necesitan pasar desapercibidos. Porque los tiempos de esconderse y guardar silencio han quedado atrás.
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