“No me llames monada”: la rebelión de tallas de las bajitas
Tras la inclusión de las tallas grandes en moda, las pequeñas toman el control: tiendas multimarca, líneas de lencería y colecciones especiales solo para ellas.
A Avani Agarwal y a Camille Moroz la epifanía empresarial les llegó de viaje en Tokio en 2015. Las dos no superan el metro y medio de altura y en la capital nipona estaban maravilladas. Todo lo que se probaban les quedaba fenomenal. “Comprar allí fue totalmente diferente. La ropa más preciosa tenía el patronaje adecuado: las mangas eran más cortas y nos iban bien, los vaqueros y culottes también tenían el corte de pierna perfecto”, cuenta Moroz por correo electrónico. Fue allí cuando estas dos trabajadoras del sector tecnológico se iluminaron y decidieron exportar ese “placer” para que “cada día” pudieran experimentarlo otras bajitas del mundo. Volvieron a Nueva York, su ciudad de residencia, e hicieron una lista de sus diseñadores favoritos. Encuestaron a otras amigas de talla pequeña para tantear qué marcas eran sus preferidas o cuáles les gustaría que diseñaran para ellas. De ese particular estudio de mercado nació Stature, la primera tienda online multimarca de diseñadores independientes para bajitas.
En su web, los zapatos empiezan desde la talla 35 y cuentan con un sistema de tallaje propio en el que las modelos no miden más de 1,50 centímentros. En su catálogo se pueden encontrar prendas más pequeñas de Rachel Antonoff, Carleen, Dusen Dusen o Ilana Kohn, entre otras marcas. También cuenta con el añadido de tener un apartado de prendas especialmente modificadas para las compradoras de su tienda online, bautizado como “Stature Sized”.
“Los diseñadores nos recomiendan piezas de sus colecciones que saben que serán importantes o idóneas para nuestra audiencia”, apunta Moroz y Agarwal añade que, próximamente, contarán con zapatos de la talla 34. “Nos ha sorprendido gratamente que muchas de las diseñadoras con las que trabajamos también son pequeñas y conciben sus coleciones con diferentes tipos de cuerpo en mente”.
Las dueñas de Stature no son las únicas que piden su sito en la moda para bajitas. Firmas como la imparable Reformation han decidido relanzar su línea Petite, una colección para tallas pequeñas que lanzó de forma efímera en 2015 (agotándola al instante) y que ahora estará siempre disponible en su página web. El lema de la línea llama a una rebelión de actitud: Don’t call me cute (“No me llames monada”). Toda una declaración de intenciones materializada en minivestidos en cuadros vichy, monos ultrasexy e incluso un vestido de novia porque, según afirman desde la firma, “tú no eres una monada. Los Koalas y los niños sí. Tú estás buena”.
Y no solo se trata de vestidos o calzado. La lencería de diseño para las que la industria consideraría como XXS también satisface a este sector del mercado. Elma Lingerie, una marca de San Francisco para mujeres con pecho y una estructura más pequeña de la estandarizada, ha triunfado en apenas dos años vendiendo sujetadores y lencería “para mujeres más pequeñas que una copa B”. Elma Valerio, su creadora, pasó por el Fashion Institute of Design de Los Angeles, por la Central Saint Martins de Londres y cuando se hartó de diseñar uniformes médicos para una compañía en California, decidió fundar su propia marca en 2015. Lo hizo en Etsy, donde su romántica, sensual y cuidada lencería “para mujeres que nunca encuentran su talla” y después saltó a su propia e-boutique, y ahora cuenta con varios puntos de venta en EEUU y un mercado online que abarca especialmente Japón y Singapur.
“Nos encanta ver que la industria haya empezado a reconocer y atender a tallas que no son las estandarizadas”, cuentan desde Stature. Una industria que sigue copada por figuras filiformes pero que cuenta con la excepción del metro y medio de Amina Blue, la Twiggy de 2017 , que desfila para Yeezy, musa de PETA y con la bendición de Carine Roitfield. Una joven que en la era post Kate Moss busca su hueco en un gremio plagado de mujeres que le superan en 30 centímetros de media.
La incursión de estas marcas y su normalización supone un paso más en un movimiento inclusivo que iniciaron hace unos años firmas del fast fashion como la línea Petite de Asos o la británica Topshop. Con un mercado de ropa asequible copada, la falta de opciones llegaba a la hora de encontrar ropa más alternativa y selecta, según apuntan las dos emprendedoras de Staure cuyos mujeres bajitas icónicas que les inspiran pasan por figuras tan poliédricas como “las hermanas Olsen, FKA Twigs, la escaladora de 15 años Ashima Shiraishi, la juez del Supremo Ruth Bader Ginsburg o Emilia Clarke, ¡la madre de Dragones!”.
“Somos fanáticas de las marcas independientes, así que vimos una oportunidad de poder gestionar una boutique para mujeres como nosotras, que buscamos prendas especiales que duren para siempre”. Diseñadores fuera del ámbito más comercial pero fuertes en el mercado online, grandes cadenas y lencería: la inclusión de las tallas pequeñas gana adeptos en nuevas formas de negocio, como ya fue en su día la integración de líneas de ropa más allá de la talla 40. Inditex, ¿a qué esperas?
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