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No doubt: el enfado monumental que convirtió a Gwen Stefani en una estrella

Este año se cumplen 25 años de la publicación de Tragic Kingdom el álbum que lanzó a la fama a Gwen Stefani. Repasamos cómo la cantante consiguió coger las riendas de su carrera cuando todo parecía perdido.

Gwen Stefani en un concierto de No Doubt.
Gwen Stefani en un concierto de No Doubt.Getty

A mediados de la década de los 90, Gwen Stefani estaba bastante cabreada. Su hermano Eric había dejado la banda en medio de la grabación de un disco y Tony Kanal, su novio desde hacía siete años y bajista del grupo, la había dejado. Hasta el momento ella solo había sido la cantante, pero alguien tenía que escribir las letras así que le contó su enfado y su despecho al mundo y lo bordó.

Tragic Kingdom, el tercer álbum de No Doubt, se lanzó en 1995 y aunque su entrada en las listas de éxitos fue tímida, enseguida subió puestos gracias al primer single, Just A Girl. Con su mezcla de ska, new wave, reggae y rock les hizo llamar la atención entre los deprimidos del grunge, los poperos del Britpop, los exaltados del punk californiano y toda la amalgama de estilos que competían en la entendida como escena alternativa de la época.

La portada del disco ‘Tragic Kingdom’ de No Doubt.
La portada del disco ‘Tragic Kingdom’ de No Doubt.

Pero más allá de su calidad musical, fue la figura de Gwen Stefani la que les llevó al éxito. Jimmy Iovine, el directivo de la discográfica Interscope, lo vio claro la primera vez que les vio actuar. “Esta chica va a ser una estrella dentro de cinco años”, sentenció y acertó en el cálculo. En 1996 la cantante protagonizó una portada de la revista Spin y el autor del artículo, Jonathan Bernstein, calificó de ‘Gwennabees’ a las fans de la banda.

El cambio de roles en No Doubt llegó en un momento crucial. En aquel momento las chicas blancas enfadadas estaban tomando su lugar en la industria musical. Desde Kathleen Hanna y el resto de Riot Grrrls, pasando por Alanis Morissette, hasta llegar a Courtney Love. Fue el inicio del ‘girl power’ que después las Spice Girls exportaron con coreografías al mainstream.

Gwen Stefani entró a formar parte del club de las indignadas y No Doubt empezaron a tener reconocimiento. Eric Stefani había montado la banda con su hermana y su amigo John Spence –respondió ‘No doubt!’ cuando se lo propusieron en 1986. Más tarde llegó Tony Canal y después del suicidio de Spence en el 87, Tom Dumont y Adrian Young.

Lanzaron dos discos No Doubt (1992) y The Beacon Street Collection (1995), pero hasta el tercero sus ventas se medían por las copias que la gente adquiría en los conciertos. Con Tragic Kingdom -el título es un juego de palabras con el Magic Kingdom de Disney que está en la ciudad de la que proceden, Anaheim- ha vendido más de diez millones de copias en todo el mundo.

La propia banda ironiza –en teoría– con el estrellato de Stefani que les hace sombra en el videoclip de una de sus canciones icónicas, Don’t Speak, dirigido por Sophie Muller en 1996. En él se ve cómo los fotógrafos y encargados de la promoción del disco la ponen a ella por delante del resto que solo hacen el papel de figurantes.

Por supuesto, también se convirtió en un icono gracias a su estilo, una mezcla de grunge deportivo y el cincuentero de las pin-ups. Stefani salía decorada con bindis (el adorno que se coloca en la frente propio de la India), con pantalones Dickies caídos, crop-tops, peinados victory roll, vestidos vintage, zapatillas deportivas o sandalias de tacón intermitentemente en videoclips y escenario sin que nada chocase. Siempre tenía buen aspecto y llegaron a llamarla anti-Courtney Love (la viuda del grunge ha participado en unos cuantos episodios de su vida y pocas veces para bien).

En la gira de presentación del disco, que duró dos años y medio, Stefani conoció a Gavin Rossdale, líder de la banda británica Bush y uno de los mitos eróticos de la escena del ‘grunge aseado’ de la época. Se casaron en 2002 en Covent Garden (Londres), ella con un vestido rosa diseñado por John Galliano que después donó al museo Victoria & Albert porque lo consideraba una obra de arte. Tuvieron a su primer hijo Kingston en 2006, a Zuma en 2008 y a Apollo en 2014.

La boda de Gwen Stefani con Gavin Rossdale.
La boda de Gwen Stefani con Gavin Rossdale.Getty

En paralelo, la carrera de Stefani fue evolucionando hasta convertirse en la diva de la música que es ahora. En el año 2000 lanzó, todavía junto a No Doubt, el disco Return to Saturn y al año siguiente Rock Steady, que no obtuvieron tanto éxito como el Tragic Kingdom. En 2003 sacaron tres recopilatorios, The Singles 1992-2003, Boom Box y Everything in Time. Ese año empezó el paréntesis de la banda y el inicio de la carrera de Stefani en solitario.

En 2004 salió su primer álbum, Love. Angel. Music. Baby., que puso su nombre de nuevo en las listas de éxitos y en los titulares de las revistas. Uno de sus grandes hits fue Hollaback Girl, una pulla a Courtney Love, quien en una errática entrevista en Seventeen Magazine en 2004 la había despreciado llamándola “animadora” [en el videoclip sale vestida como tal].

Gwen Stefani en una actuación.
Gwen Stefani en una actuación.Getty

Pero también recibió acusaciones de racismo y apropiación cultural debido a sus ‘chicas Harajuku’, cuatro jóvenes japonesas cuyos nombres artísticos corresponden al título del disco. Aparecen como acompañantes en sus videoclips y en sus conciertos de la época, pero “como mascotas” tal y como señalaron sus detractores. Stefani se defendió respaldándose en su admiración por la cultura japonesa, como en su momento también hizo por utilizar el bindi. La historia quedó ahí, aunque la prensa aún se lo recuerda de vez en cuando.

Ese mismo año llegó su primer disgusto matrimonial, cuando la diseñadora de moda Pearl Lowe destapó que tenía una hija de 17 años fruto de una relación con Gavin Rossdale. La pareja superó el bache, tuvieron su primer hijo y ella lanzó su siguiente disco The Sweet Escape (2006). También gestionaba su marca de ropa y complementos L.A.M.B., con la que se convirtió en una de las famosas que más dinero estaba ganado gracias a su nombre.

Volvió a ir de gira con No Doubt y sacaron un disco, Push and Shove (2012) pero hasta 2016 no publicó un nuevo disco en solitario. This Is What The Truth Feels Like está lleno –de nuevo– de cuchillos contra un ex, en este caso Gavin Rossdale, de quien se acababa de separar.

El matrimonio había tenido algunos altibajos: después del tema de la hija secreta de 2004, en 2010 Courtney reapareció para contar en los medios que en 2002 ella y Rossdale habían tenido un affaire. El matrimonio emitió un comunicado para decir que esas declaraciones no habían causado ningún impacto en la familia, pero en 2015 cayó la bomba definitiva. Una de las parejas más icónicas y duraderas de la música –los Brad y Jennifer de la generación X– se rompió por un cliché tan simplón como que él se acostaba con una de las niñeras. Inquietantemente parecida a Stefani, además.

“Mis sueños se hicieron añicos. Todo lo que quería toda mi vida era tener bebés, casarme, como lo hicieron mis padres”, declaró a Harper’s Bazaar un año después del escándalo. La separación no fue fácil: hubo lucha por la custodia de los niños, que finalmente se declaró compartida.

Una estrella hecha a sí misma, por muy familiar y devota que sea (de vez en cuando aparecen estampitas católicas en su cuenta de Instagram) no se iba a encerrar a llorar. Poco después de separarse, mientras trabajaba de jurado en la versión estadounidense de La voz conoció al cantante de country Blake Shelton. Él también estaba en proceso de divorcio y según el storytelling de la pareja, el amor floreció y ahora son tremendamente felices. En 2017 grabó un disco de canciones navideñas y actualmente tiene una residencia en Las Vegas hasta el mes de mayo, dos trabajos que la acreditan como una diva estadounidense consagrada.

Hay dos cosas que el paso de los años no ha cambiado. Una, su estética: ahí siguen el rubio platino, los peinados de pin-up, los labios pintados y las camisetas de tirantes (la revista People la nombró icono de estilo el año pasado). Y la otra, su rivalidad de instituto con Courtney Love. Lo dejó claro el Carpool Karaoke de James Corden, que le preguntó que a quién hace referencia la canción Hollaback Girl. Ella, con George Clooney y Julia Roberts en los asientos de atrás, se niega a revelar el nombre pero sí le manda un mensaje: “Yo gané”.

Gwen Stefani y su nueva pareja Blake Shelton en la última edición de los Grammy.
Gwen Stefani y su nueva pareja Blake Shelton en la última edición de los Grammy.

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