Melena al viento (y otros momentos auténticos según los españoles)

En la playa, con la melena al viento y descalzos por la arena. Así es para muchos españoles la viva imagen de lo auténtico. También lo son la paella en familia de los domingos, incluido el tupper que mamá te llena con las sobras y que sabe a gloria recalentado el lunes en la oficina, o esas siestas de varias horas que cuando abres el ojo ya es de noche. Son las conclusiones de un estudio elaborado a partir de 1.342 mensajes enviados a través de Instagram, Twitter y de la web Elpoderdeloautentico.es en respuesta a la pregunta ¿Cuál es tu momento más auténtico?. La encuesta se enmarca dentro de la campaña de difusión de Original Remedies, la revolucionaria nueva gama capilar de Garnier que apuesta por las propiedades legendarias de los ingredientes más auténticos de la naturaleza y sin parabenos, para cuidar eficazmente el cabello respetando a la vez al planeta.

La pregunta no es baladí. Precisamente el universo 2.0, el mismo que ha servido de vehículo para este estudio, abre la puerta a conocer y disfrutar de emociones nuevas como destinos exóticos, restaurantes mil veces premiados o chats online con infinitos ‘amigos’ virtuales. Y a pesar de esa realidad tan tentadora los españoles lo tienen claro: más del 60% identifica lo auténtico con valores como el amor, la felicidad o la belleza (todos quieren ser más guapos, más amados y más felices, siempre que no suponga perder su identidad) y el 40 % quiere vivirlos con los suyos. Con los de siempre, en especial, con las madres, los hijos y los amigos.

Las respuestas no dejan lugar a dudas. ‘Bailar sola en casa con movimiento de pelazo incluido y el más que común cepillo micrófono’, ‘esos cinco minutos más por la mañana’, ‘bajar a tomar una caña y que acabe convirtiéndose en una boda’, ‘las fiestas sin planear’, ‘la sonrisa de un niño’, ‘las lentejas de tu abuela’ o ‘terracita, sol y vermú’ son algunos de los mensajes en los que los internautas dejan claro qué entienden como auténtico sin renunciar a su propia identidad. “En esos mensajes cortos se reflejan algunas de las características definitorias de los españoles y de nuestra cultura: su sentido del humor, la importancia de la comida y la bebida en grupo, la familia y los amigos”, explica Escobar. Siempre, con un denominador común: “Ser tú mismo, no imitar a nadie, actuar como uno quiere y no como los demás desean”. Respuestas que evidencian que, en la era de los ‘me gustas’, los incontables ‘amigos’ de las redes sociales y las fotos de perfil retocadas, en el fondo, nuestros compatriotas se sienten a gusto con lo de siempre y compartido con los de siempre.

Otra de las conclusiones es la identificación de las sensaciones naturales con la autenticidad. Por eso se valoran muy positivamente situaciones carentes de artificiosidad, muchas veces con pequeñas briznas de rebeldía, como secarse el pelo al aire, soltarlo al viento o andar descalzo por la playa. Algo similar sucede con los olores, sonidos o emociones táctiles que evocan recuerdos positivos.

Por último, lo auténtico se asocia a la belleza natural o a la aceptación de la propia imagen, sin pretender ser lo que no se es. Sin lujos ni excentricidades. Posiblemente porque nada de eso proporciona tanta felicidad como esa brisa de verano en la melena y junto a tus seres queridos. Y luego, que vengan la paella y la siesta.