Estas son las dos reglas de oro para que unos vaqueros ‘slouchy’ te sienten bien
Poniendo en práctica estos trucos sencillos no abandonarás el probador sin llevarte los pantalones de la temporada.
Puede que en algún momento de este verano la palabra slouchy haya llegado a tus oídos. Pero, en chanclas y a lo loco, pensar en cualquier cosa que no fueran las vacaciones y el biquini que tocaba ponerse ese día era pedir demasiado. De vuelta a la rutina y con el otoño ya instalado en nuestras vidas, aquel anglicismo que sonaba como un lejano rumor es ya toda una revolución, ¿por qué todo el mundo habla de los slouchy jeans? Y, sobre todo, ¿qué demonios es eso?
Se trata de la nueva silueta que veremos hasta la saciedad en la temporada que entra. Un estilo de pantalón ‘desgarbado’, que es una de las traducciones de la palabra slouchy, que una vez superados los prejuicios combinan con todo.
El primero de ellos que hay que desechar es que el volumen que tienen lo convierten en prenda non grata para todos los cuerpos. Nada más lejos de la realidad. El slouchy es un pantalón de cintura alta, de efecto bombacho en las caderas para volver a ajustarse de nuevo al tobillo. Un diseño que podría haberse inspirado en varios estilo de la década de moda, la de los 90. Por un lado, aquellos trajes de chaqueta relajados con pantalones fluidos que en 1997 fueron acuñados por Vogue como el ‘Slouch suit’, súmum del minimalismo de la época. Por otro, los pantalones harén que también alcanzaron su punto álgido veinte años atrás. Tomando el volúmen de los primeros y lo ajustado al tobillo de los segundos tendríamos como resultado el famoso pantalón slouchy. Pero estos son también el resultado de una evolución. Esta complicada silueta no ha llegado de la noche a la mañana. Llevamos ya varias temporadas adaptando nuestros gustos y, donde antes solo había vaqueros pitillos, ahora hay palazzo, pantalones cropped, culottes y hasta mommy jeans, posiblemente el modelo más arriesgado de nuestro armario. En la moda, como en la Naturaleza, sobrevive el mejor de la especia y ésta se va adaptando a su medio quedándose con lo mejor de cada camada. El resultado es el híbrido perfecto, el pantalón slouchy.
La clave para que queden bien
Para no abandonar antes de salir del probador, hay una regla básica: marcar cintura. Es la clave del éxito y la única manera de que un pantalón así favorezca. Así que hazte con un cinturón que te guste y llévalo bien ajustado. La segunda regla de oro es enseñar tobillo. Si el modelo en cuestión no lleva elástico en el bajo, dale un par de vueltas al dobladillo y estiliza así un par de centímetros las piernas. Y, llegados a este punto ¿con qué lo llevo? Con lo que quieras. En este punto no hay normas estrictas. Jerséis de lana gruesa, camisas estilo masculino, blusas de seda súper sofisticadas o cuerpos de noche…. Lo bueno del pantalón slouchy, como decíamos al principio, es que podrás llevarlo de la mañana a la noche. Y una vez que lo pruebes, su comodidad, su versatilidad y lo bien que sientan terminarán por conquistarse. Un último consejo, si combinas esta nueva silueta con otra de las tendencias de la temporada, las mangas con volumen, el éxito estará asegurado. Porque en esta ocasión, más es más.
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