Nadie homenajea a Amy mejor que Amy (con permiso de su padre)

El homenaje de Jean Paul Gaultier a Amy Winehouse en la pasada Semana de la Alta Costura de París ha encendido las iras de los familiares de la cantante. Especialmente montado en cólera está su padre Mitch, el mismo que lleva varios días demostrando su descontento en redes sociales y periódicos por una colección que ha tildado de inoportuna y de mal gusto justo cuando se cumplen seis meses de la muerte de Amy.

Varios son los motivos por los que no acepta que la maison francesa haya elevado los atributos de su hija a prendas de culto: que no le hayan consultado antes y que Gaultier no haya hecho ademán ninguno de donar parte de sus ganancias a la fundación que creó en nombre de la artista cuando murió. Parece que el buen señor se ha hecho eco de que las ventas en la haute couture van viento en popa y no ve nada claro que sean otros los que exploten la condición de Amy como icono de moda. Ahora, cuando Karl Lagerfeld se inspiró en ella para su colección Pre-Fall 2008, parece que no le molestó.

En Fred Perry se toparon con la misma piedra el día que decicieron lanzar la segunda colaboración de Amy Winehouse con la firma. Las prendas que la cantante dejó ideadas de cara a esta primavera/verano 2012, cuyos primeros diseños vieron la luz en diciembre y llegarán paulatinamente a las tiendas, por poco se quedan en el tintero si no llega a ser por el compromiso de la marca a ceder todos los fees y royalties recaudados con su venta a la fundación Amy Winehouse  además de asegurar una donación periódica.