El renacer de la camiseta de fútbol como prenda de culto
En cuestión de meses la camiseta de futbol se ha posicionado como la nueva prenda de culto. Probablemente, estemos viviendo el momento histórico de mayor acercamiento entre los mundos de la moda y el fútbol.
Las camisetas de fútbol han experimentado una evolución significativa en los últimos años. De estar relegadas a un espacio principalmente deportivo, como un elemento identitario de las aficiones, han pasado a formar parte de un universo en el que la moda y este deporte se han convertido en el tándem perfecto.
Desde luego, no es la primera vez ni será la última que el mundo del deporte hace su incursión en el de la moda. Desde que Virgil Abloh sentara las bases del nuevo paradigma, el streetwear se ha convertido en un pilar que sustenta el sistema de consumo, atravesando todas las generaciones y clases sociales. “De alguna manera siempre ha existido el gusto por la ropa deportiva. Antes se centraba en todo lo que venía de América (beisbol, baloncesto…); ahora viene de algo mucho más europeo, centrado en la cultura del fútbol”, explica Marina Bernabé, TikToker especializada en moda vintage.
La camiseta de fútbol se cuela ahora en el armario de todo aquel que rescata reliquias de segunda mano y las convierte en objeto de culto. El también Tiktoker Brandon Hutley, bromeó sobre esta tendencia cuando la bautizó como “la más hot de 2022”, mientras vestía un look extremadamente blokecore: camiseta de fútbol, jeans rectos y unas Adidas Samba.
El look ya lo conocemos; no es más que el clásico look del aficionado inglés de los 80 que simplemente cumplía con el ritual de ponerse la camiseta de su equipo e ir al pub horas antes de presentarse en el estadio. Ahora no hace falta ir al estadio para vestir la camiseta, ni siquiera conocer el equipo del que la llevas probablemente; pero hay un florecimiento de la cultura hincha palpable en las dinámicas culturales y comerciales actuales.
La colaboración ha sido clave para mantener la camiseta de fútbol siempre presente. Palace unió fuerzas con Adidas para crear una equipación para que la Juventus lo usara en un partido de la Serie A contra el Génova allá por 2019. Stella McCartney diseñó una equipación de fútbol con estampado de leopardo para el Arsenal el año pasado. Rosalía firmó Motomami en la equipación del Barça para el clásico del mes de marzo. Esta misma semana ha llegado la asociación de la Federación de Fútbol de Jamaica con Adidas y Grace Wales Bonner. Javi, Fundador de la agencia creativa Futbola, dedicada a promover la cultura en torno a este deporte, lo tiene claro: “Si ha ocurrido todo esto es, en parte, por falta de visión de los clubes de fútbol. Hay equipos que sí se están dando cuenta del poder que adquieren al convertirse en marcas de moda. Muchos de ellos ya están entrando de lleno en ese espacio y colaborando con marcas, como es el caso de la colaboración entre Palace y Juventus, o el AC Milan con Off-White. Clubes como el Red Star, el propio Venecia, están ganando visibilidad y beneficio al situar la moda como un pilar clave en sus estrategias de marketing”.
El símbolo de una afición se ha convertido claramente en una moda. Las marcas ya reproducen sus propias versiones de la camiseta de futbol. Ahí tenemos el ejemplo de Balenciaga, KidSuper, Rhude o la joven Martine Rose. Esta temporada CRTZ y Supreme han dejado caer sus propias iteraciones de camisetas clásicas con sus patrones originales. Los clubes se han convertido en una marca en sí, y las marcas se han convertido en un club de futbol con hooligans llevando sus piezas para reconocerse de igual a igual. El partido de futbol se juega en la calle.
La prenda en cuestión también se ha colado en el armario de las celebrities. Lo lleva haciendo décadas, también es verdad. Drake lleva años vistiendo las camisetas de la Juventus, el Barça. Beyoncé y Rita Ora han sido vistas en varias ocasiones con piezas exclusivas de la colaboración entre Paris Saint-Germain y KOCHÉ a lo largo del 2018. Pero ahora la más fan es Kim Kardashian. La de Skims ha sido vista últimamente luciendo la camiseta del AS Roma del año1997/1998, y la del PSG del año 2001.
El auge de la camiseta de fútbol en la pasarela y en el armario de los nuevos ricos es un gran ejemplo de cómo ha cambiado la transferencia cultural en el sistema capitalista actual, en el que la moda se difunde tanto hacia arriba como hacia abajo en la jerarquía social. La gente de a pie ya no quiere llevar la ropa delos adinerados (algo propio en la sociedad pre-consumista de Veblen); ahora la clase trabajadora y otros grupos sociales influyen en sentido inverso y se convierten en modelos de referencia para los nuevos ricos. Y como pasa con todas las modas y actitudes sociales, todo dependerá de por qué te decidas por una pieza u otra.
La camiseta de fútbol puede ser una moda o una forma de vestir identitaria de un cierto grupo con conductas cuestionables. Para algunos, el look futbolero es una celebración de su equipo; también puede ser una forma de sacar a relucir algunas conductas como el racismo, la homofobia, y un concepto de masculinidad cada vez más demodé y tóxico. Para otros, como Javi de Futbola, es un gran paso para tornar la cultura futbolera más inclusiva y hacer piña fuera del campo:“Este movimiento trata de incluir a todo el mundo en un espacio que ha sido muy tóxico de manera tradicional. Cuanta más gente llegue al mundo del fútbol con nuevas tendencias, sensibilidades, estilos, hará mejor a todo el conjunto. Dará una visión diferente a los clubes y se interesarán por estas nuevas voces”.
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