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Entre la intimidad y el escapismo: así es la imponente colección de Bottega Veneta

Daniel Lee cambia el entramado de cuero por el de punto para reflexionar sobre el confinamiento, la libertad y el poder protector de las prendas.

El pasado 9 de octubre, un muy reducido  y variado grupo de personalidades (Kanye West, Skepta, Neneh Cherry o Michael Clark, entre otros) se reunió en uno de los auditorios de danza más importantes del mundom el teatro Sadler’s Wells de Londres, para presenciar ‘Salon 01’, la nueva colección de Bottega Veneta. Nadie publicó nada en sus redes. El evento transcurrió con la privacidad y la exclusividad que caracterizaron a los desfiles de moda tradicionales. Dos meses después, Daniel Lee, director creativo de la casa (y quizá el diseñador más aclamado del momento) ha compartido el resultado en formato vídeo, un desfile en el que se respiraba una paz inusual y en el que la voz de Neneh Cherry acompaña de forma sensorial la colección, describiendo los estados de ánimo que han inspirado la creación de las prendas.

Junto con el vídeo, Lee ha querido compartir con la prensa tres libros para poder entender su proceso creativo; el primero, una espeice de moodboard de inspiración en el que se entremezclan imágenes de Peter Lindbergh, retratos de P.J. Harvey o Pina Bausch y hasta detalles del cinturón de seguridad de un Volvo antiguo. El segundo, lleva por título «La importancia del vestir», y son una serie de obras realizadas por la artista Rosemarie Trockel (famosa por utilizar el punto en sus creaciones) a partir de las muestras y los materiales que el propio Lee iba enviándole. El tercero, es la propia colección vista a través de la mirada del fotógrafo Tyrone Lebon. Los tres volúmenes, sumados a un manifiesto grabado por Neneh Cherry en el que se habla de la ropa como protección y liberación, permiten hacerse una idea completa de por qué, en esta ocasión, Bottega Veneta ha optado por mezclar, comodidad, intimidad y colorismo.

Las prendas y los accesorios de Lee siguen siendo absolutamente identificables (e instagrameables) pero, en esta ocasión, los juegos con los trenzados de cuero, marca de la casa, se han convertido en punto. Esa idea de manufactura artesanal de vanguadia continúa presente, pero de una forma mucho más confortable en prendas con patrones de corte sesentero. La idea del interior y los espacios privados, que ha marcado cualquier tipo de manifestación creativa este año, es palpable en piezas que, como marca la tendencia, son aptas para casi cualquier espacio; solo el hecho de que casi todas estén teñidas de colores flúor habla implícitamente del sentimiento de optimismo (y escapismo) que es capaz de aportarnos el acto de vestir.

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