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Ab Fab, la mejor parodia del negocio de la moda

Kate Moss, Stella McCartney y Vivienne Westwood han querido estar en la versión cinematográfica de la serie de culto de Joanna Lumley y Jennifer Saunders. Narcisistas antes de la era del selfie, Edina y Patsy se ríen de la cara B de la moda.

Jennifer Saunders (Inglaterra, 1958) y a Joanna Lumley (India, 1946) se las ve venir. Juntas reciben a S Moda en la suite de un hotel de Londres con una botella de champán… y sin copa para la periodista. No esperábamos menos. Eso es exactamente lo que harían sus alter ego, Edina y Patsy, de Absolutely Fabulous, la serie británica de culto, que ahora llega a la gran pantalla y se estrena el 4 de noviembre en España.

Ab Fab (como la llaman sus fans) marcó un antes y un después en la programación de la BBC. Escrita y protagonizada por la humorista Jennifer Saunders, enseguida se consolidó como un éxito improbable: una comedia de mujeres con una visión mordaz de la industria de la moda, que precedió a Sexo en Nueva York y Zoolander.

La serie se asoma a las disparatadas vidas de Edina Monsoon (Saunders), una publicista víctima de la moda y con una menguante cartera de clientes, y Patsy Stone (Lumley), una editora de revista que no prueba bocado desde los 70 y dice ser transgénero. Sus peripecias pusieron la televisión británica patas arriba. Se trataba de la primera comedia de ese país dedicada a dos mujeres maduras: los hombres eran accesorios y, salvo algún ex o ligue de una noche, prescindibles. Y no solo eso, las féminas nunca se habían comportado tan mal y lo habían pasado tan bien en la pequeña pantalla. Patsy y Edina eran unas impresentables que se divertían a lo grande. Hacían su compra diaria en Harrods, bebían StoliBolli –una letal mezcla de champán Bollinger y vodka Stolichnaya– y eran narcisistas antes de la era del selfie. Malhabladas e irresponsables, pasaban los ratos muertos fumando, mintiendo y siguiendo modas absurdas. Saffy, la hija recatada de Edina, era la única voz sensata en aquel ambiente enloquecido. Fue un auténtico hito y hasta la industria de la moda, que criticaba tan despiadadamente, cayó rendida a sus pies.

La serie está tan presente en el imaginario pop británico que el dúo Pet Shop Boys tituló uno de sus discos como Absolutely Fabulous, y los retratos de Patsy y Edina adornaron las latas de Coca-Cola Light. El apelativo de las amigas, Sweetie Darling (algo así como cielo cariño), se sigue usando en tono jocoso. Y Kate Moss, con cameo estelar en la película, es una de sus fans. «La sigo desde que empezó, que coincidió con el comienzo de mi carrera. Siempre la vi como una increíble parodia del negocio de la moda. Me hacía partirme de risa, y me encantaba, porque este sector no siempre logra ser divertido», declaró la modelo al acabar el rodaje.

El universo Ab Fab no cayó en el olvido, pero a Jennifer Saunders, recién recuperada de un cáncer, le daba cierta pereza escribir la secuela cinematográfica que todos le solicitaban. Prefería limpiar el teclado del portátil que sentarse a escribir. La ex chica Bond Joanna Lumley quiso convencerla para sacar adelante el proyecto alegando que era algo que había que cerrar antes de morir. Pero el empujón definitivo fue a través de Dawn French, otra amiga y humorista, que le apostó 10.000 libras a que no conseguía rematar el guión en un año. La idea de perder el equivalente a unos 11.000 euros pudo más que la mención de la de la guadaña. Y de esta manera podemos reencontrarnos con Patsy y Edina en un mundo en el que ya no hay fax y donde las tostadas de aguacate han sustituido a las borracheras con el estómago vacío.

En la película vemos a Patsy y Edina en un mundo que cada vez está más desbocado. ¿Son capaces de desenvolverse en él?

Jennifer Saunders: Están tan perdidas como nosotras. Yo he dejado de interesarme por las novedades musicales, no uso iTunes y no me gusta el hip hop. No tengo sitio para más información. Patsy y Edina vienen de una época sin redes sociales en la que lo único que había era revistas y algunos famosos. Ahora no se apañan. Y Bubble, su asistente, tampoco. Se ha vuelto aún más excéntrica e inútil, y se empeña en llevar un vestido de hashtags. Tiene demencia [carcajadas].

¿No le ven ventajas a las redes sociales?

Jennifer Saunders: Yo probé con Twitter, y tengo más de medio millón de seguidores, pero apenas publico. Si trabajo, no tengo tiempo. Prefiero pasar cinco minutos montando un gag que buscando algo gracioso que tuitear. Y luego está el hecho de que se trata de un medio en el que la gente se vuelve muy agresiva.

¿Creen que Ab Fab se podría haber puesto en marcha en el panorama televisivo de hoy?

Jennifer Saunders: Definitivamente no lo creo. Era demasiado polémica… y divertida. Entonces hicimos exactamente lo que nos dio la gana y nadie nos paró los pies. Hoy es muy diferente.

Pero ¿no vivimos en la edad de oro de la ficción televisiva?

Jennifer Saunders: No. Los ejecutivos no saben lo que quieren. Te piden que hagas algo similar a otro producto o que escribas con alguien en mente. Y solo funciona al revés. Los mejores guionistas trabajan ahora en Estados Unidos, como por ejemplo Sharon Horgan, de Catástrofe. Y la televisión británica es hoy más que nunca un club solo para hombres.

Joanna Lumley: Tenemos a niños de 12 años tomando decisiones.

Patsy y Edina son derrochonas, ¿cómo han vivido la recesión?

Jennifer Saunders: Siempre han estado al borde de la bancarrota, la verdad.

Joanna Lumley: Aunque la situación actual de ellas refleja la de muchas personas que en la vida real han gastado todo el dinero que no tienen porque creen que se lo merecen.

Jennifer Saunders: Es algo así como: «Vamos a pedir créditos y hacer como si fuera dinero», y engañarse hasta que alguien les abra los ojos y les diga que el dinero prestado no es realmente dinero.

Las pintas de Edina eran excesivas hace 25 años, pero ahora, con el afán de protagonismo que han traído Instagram y los blogs de street style, nadie la miraría dos veces en el metro.

Jennifer Saunders: Yo no entiendo nada. Veo a Alexa Chung y me parece que viste como una abuelita. Actualmente, todas las personas quieren tener un estilo individual y sartorial, llevan chaquetas pequeñas y pantalones pequeños, van sin calcetines y se dejan barba… [risas]. Se me hace muy raro.

En la serie, Edina iba de Christian Lacroix, que es fan. Para la película han contado con la colaboración de Stella McCartney, Vivienne Westwood y Giles Deacon. ¿Cómo ha sido esta nueva participación?

Jennifer Saunders: El rodaje coincidió con la semana de la moda de Londres, y no había ropa disponible. Estos diseñadores y Net-a-Porter solucionaron el tema del vestuario.

¿Qué estilo han adoptado esta vez Patsy y Edina?

Jennifer Saunders: Patsy siempre va clásica e impecable, ahora y antes. Edina, por el contrario, lleva ropa de Vivienne Westwood de tres tallas menos y todo le queda fatal. Ves el vestido en la percha y es maravilloso, y en ella parece que se le ha quedado enganchado en la ropa interior. Resulta obsceno.

Kate Moss es una de las participantes en la cinta; de hecho, las protagonistas tienen que escapar de Londres tras un accidente con la modelo en una fiesta. ¿Cómo fue tenerla en el rodaje?

Jennifer Saunders: Fue increíble, porque es muy relajada. Le pregunté si quería quedar antes para trabajar en el guión y me dijo que no, que prefería hacerlo en el día y no darle demasiadas vueltas. Llega puntual, se pone la ropa que le traen, no tiene maquillador propio… Antes de empezar, está ahí, fumando un cigarrillo [se encoge y mira de lado, imitándola a la perfección], pero en el momento en el que se enciende la cámara se transforma en una diosa, emana luz y es extraordinaria. Al terminar la escena, vuelve a ser la chica de antes.

Sentirían la presión de montar la fiesta de fin de rodaje a su altura…

Jennifer Saunders: Kate no pudo venir, y de esta manera nos libramos [ríe]. A ella le encanta salir de fiesta, sin duda, nos podría haber arrastrado a una sin fin… Seguramente habríamos acabado fatal o tal vez estaríamos todavía de juerga.

¿Qué hacen Patsy y Edina en un mundo en el que ya no está permitido fumar en espacios públicos y los smoothies de kale son más populares que un cóctel de vodka?

Joanna Lumley:   Yo todavía fumo.

Jennifer Saunders: Yo no, pero en la película lo hacemos, aunque no tanto como antes. Y tenemos que salir. También vapeamos.

Joanna Lumley: Patsy no come desde 1973, así que la fiebre de la comida sana no le afecta. No tiene intestino y dice recibir vitaminas de la cocaína [carcajadas locas y trago de champán].

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