A la moda le da igual que seas hombre o mujer
Cada vez son más las marcas y diseñadores de todo tipo que apuestan por borrar la barrera del género en sus creaciones.
Si ella lo dice, será por algo. Miuccia Prada no da puntada sin hilo. Puede que sus prendas parezcan, a priori, excesivas, perturbadoras e incluso feas. Pero a posteriori demuestra que sus conjeturas indumentarias terminan por convertirse en tendencias globales. La creadora milanesa lleva un tiempo teorizando sobre la línea (cada vez más fina) que separa a las prendas masculinas de las femeninas. “Siento que lo que debe hacerse ahora es trasladar la misma idea a ambos géneros”, confesó tras su desfile para hombre del pasado verano. En el que presentó la semana pasada, Miuccia decidió saltarse sus extrañas normas y explicitar por primera vez el concepto creativo de la colección en una nota de prensa. “Cada día la vida nos recuerda los múltiples intercambios que históricamente se han ido dando en los géneros”, escribió. No presentó propuestas unisex, pero sí se atrevió a jugar con piezas muy similares para ellos y ellas.
La estrategia de Gucci fue muy distinta. En su primera colección como director creativo de la casa, Allessandro Michele quiso feminizar el armario masculino. La suya fue una colección transgresora pero no insólita. Desde que la industria descubriera que ellos están cada vez más abiertos a tendencias y novedades, muchas firmas de pasarela han apelado a la innovación a golpe de androginia. Los estilismos ‘confusos’ del joven diseñador J.W. Anderson le llevaron el año pasado hasta Loewe. Su función es modernizar y rejuvenecer una enseña basada en la tradición y el clasicismo. Hasta Raf Simons se la ha jugado: presentó hace un par de días propuestas masculinas que bien podrían entrar en el armario de ellas. Y eso que las semanas de la moda no han hecho más que empezar.
¿Hasta qué punto la moda está comenzando a borrar barreras de género? Podría pensarse que las marcas que desfilan necesitan la transgresión para generar eco mediático, y que en la vida cotidiana hombres y mujeres siguen estéticamente apartados. Pero lo cierto es que la pasarela se ha hecho eco (aumentado, eso sí) de una demanda social. En los últimos años han florecido las marcas que proponen líneas unisex, o prendas casi idénticas para ambos. “Es parte de un movimiento hacia un modo de vestir mucho más simplificado”, contaba la marca Personnel of New York a la revista Fashionista. Comercializan sus básicos en tres secciones: hombres, mujeres y todos. En esta última proponen camisetas , camisas y pantalones con un amplio rango de tallas para ajustarse tanto a ellos como a ellas.
Modelo de la colección Boyfriend de Kling, disponible para ambos géneros
Kling
El diseño de las prendas de fondo de armario ha sido el primero en homogeneizarse. La veda la abrieron algunas líneas de American Apparel o Uniqlo, que si bien estaban confeccionadas con distintos cortes y tamaños en función del género, no diferían en cuanto al diseño. Hoy, junto al auge del denominado normcore (o vestimenta normalizada), vivimos inmersos en una macrotendencia deportiva. Llevamos el mismo modelo de zapatillas y hasta la misma sudadera.
Si marcas como Collective o la belga Neuw han sido pioneras en mezclar minimalismo y ausencia de género, en España algunas firmas con clientela real se han dado cuenta a través de ella de que las preferencias en materia de estilo cada vez están más unificadas. No se trata de calzarles tacones a ellos ni de enfundarlas a ellas en un traje de tres piezas. Las propuestas son menos audaces y más realistas, pero igualmente novedosas.
El año pasado, Kling lanzó su línea Boyfriend, en la que algunos diseños femeninos pueden encontrarse en tallas y cortes que se ajustan perfectamente a los cuerpos masculinos. El desfile que presentará el próximo día 26 la marca masculina García Madrid incluirá por primera vez prendas femeninas. “Hemos desarrollado una serie de looks para ellas con los mismos tejidos y estructuras similares”, cuenta a SModa Manuel García Madrid, dueño y diseñador de la firma. En realidad, la decisión de abrirse a ambos género la han tomado sus clientes. “Las chicas que vienen a la tienda pedían las mismas piezas para ellas. Quieren ropa más realista, estaban cansadas de los modelos ultrafemeninos. Las mujeres son más libres de lo que muchas veces solemos proponer en las presentaciones de moda”, explica.
La colección actual de García Madrid ya hace guiños a esta tendencia a través de cortes y colores.
García Madrid / Michael Oats
Él está a punto de transitar el camino contrario al visto frecuentemente en las pasarelas. Llevamos años presenciando cómo ciertas marcas se inspiran en la mujer para vestir al hombre (de la falda al stiletto) , más como un juego transgresor que como una apuesta real. “Es mucho más difícil que ellos se muevan hacia el terreno de ellas.”, opina Manuel, “pero poco a poco la línea de diferenciación va a ser más tenue”.
Por ahora las mujeres siguen moviendo el mercado de la apariencia, y quizá ese sea el motivo por el que las marcas introducen salidas femeninas en sus pasarelas masculinas. En cualquier caso, cada vez hay más desfiles mixtos y, a su vez, más colecciones que borran las históricas barreras estéticas. El deseo de innovación unido a la vuelta al minimalismo y la funcionalidad están, por fin, equilibrando la balanza. Y dando a entender que no hace falta apelar al disfraz, basta con dejar que ellos y ellas decidan qué quieren ver colgado de sus armarios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.