_
_
_
_

La obsesión por la cinta negra de pelo que Rosalía no se quita (y que antes llevaron Linda Evangelista y Brigitte Bardot)

Este accesorio humilde y al alcance de cualquiera vive un nuevo momento de gloria y fue el elegido por la cantante para presentarse en Inditex

Brigitte Bardot durante el rdaje de 'Le Mepris'
Brigitte Bardot durante el rdaje de 'Le Mepris'.Sunset Boulevard (Corbis via Getty Images)

Rosalía acudió el martes al kilómetro cero de la moda mundial. No hablamos de París (adonde viajó hace unos días como invitada del último desfile de Dior) sino de Arteixo, donde Inditex, la casa madre de Zara, tiene su sede central. Allí se encuentra el despacho de Marta Ortega, quien recibió a la artista en las oficinas, y de allí salen las ideas que después se materializan en la ropa que la cadena vende en todo el mundo. ¿Qué ponerse para visitar las tripas de la moda?

La artista lo ha resuelto con un conjunto de chaqueta entallada y falda tableada, zapatos destalonados de tacón bajo, todo en un riguroso color negro, en una silueta de reloj de arena que recuerda de hecho mucho a Dior, que tiene también algo de la rigurosidad de Prada y que por supuesto podemos encontrar entre las prendas de Zara esta temporada. Y ha sellado el atuendo con el elemento del que no se desprende últimamente: una cinta elástica negra, colocada en el nacimiento del cabello.

@rusi_la_millor

Rosalía llegando esta mañana a las oficinas de Inditex en A Coruña, para una posible colaboración con Zara. #rosalia #colaboración #ropa #zara #nuevacolaboracion #tendencia #new #inditex

♬ sonido original - rusi_la_millor

Efectivamente, este accesorio lo hemos visto antes en la moda. Fue Linda Evangelista, una de las cinco en el exclusivo club de las supermodelos de los años 90 (quien por cierto también visitó Arteixo en septiembre de 2023), la que hizo de un trozo elástico de tela negra un accesorio deseable y de moda.

“Estoy en la apertura de la tienda de Versace. Llevo Versace. Fui por un ‘look’ andrógino. Y esto [señalando la cinta negra que lleva en la cabeza] es un par de medias: la pierna, cortas, diadema. Ese era mi ‘look’ favorito: una cinta de pelo te lo arreglaba todo”. No queda del todo claro qué es lo que había que solucionar cuando la que cuenta la anécdota es Evangelista, pero lo que sí es visible es que el resultado era fabuloso entonces y sigue siendo relevante 34 años después. Además de Rosalía, la llevan infinidad de mujeres en TikTok, donde se acumulan cientos de miles de visualizaciones los tutoriales sobre cómo llevarla. Un análisis de 2023 de Stylight Insights encontró que la diadema elástica negra experimentó un aumento del 114% respecto al año anterior.

Linda Evangelista en la apertura de una tienda de Versace.
Linda Evangelista en la apertura de una tienda de Versace.Ron Galella (Ron Galella Collection via Getty)

La foto de la que habla Evangelista pertenece a uno de los atuendos más memorables en su vida y carrera, según ella misma contó a la edición británica de Vogue en su regreso a la moda en 2022, y fue tomada en un año crucial para la moda: en 1990 se creó la categoría de la supermodelo tras una foto tomada por Peter Lindbergh en la que se ve a Linda con sus colegas Naomi Campbell, Tatiana Patitz, Christy Turlington y Cindy Crawford, y fue también el año en que la canadiense protagonizó el icónico videoclip de la canción Freedom! de George Michael. Aquellos meses Linda cambió incontables veces de peinado: lo llevó platino, cortísimo y rizado, lo llevó castaño y liso, y casi siempre lo llevó con una cinta elástica negra de unos cuatro dedos de grosor.

Esa cinta, negra y elástica, ya había tenido su momento protagonista en la moda los años anteriores, como en el desfile del otoño 1980 de Chanel y en el de la colección de primavera 1983 de Thierry Mugler, pero fue en la década de los noventa cuando su presencia se volvió de lo más ubicua en el ecosistema de las modelos y grandes marcas. De hecho, en 1990 Linda hizo cuatro apariciones en el desfile de otoño de Versace con su elástico y en los siguientes años Kate Moss la lució en la pasarela de Calvin Klein (en el desfile para la primavera 1995) y Naomi Campbell (en versión de cuero) en el show de la colección de otoño de Versace en 1997, la última de prêt-à-porter que diseñó Gianni Versace antes de su asesinato. La cinta negra pasó a ser un elemento en la imagen de mujeres famosas, con éxito e influencia como las Spice Girls, Nicole Kidman, Drew Barrymore o Kim Basinger.

Helena Christensen desfilando para Chanel en 1991 con cinta negra en el pelo.
Helena Christensen en el desfile de Chanel otoño-invierno 1990-1991.Victor VIRGILE (Gamma-Rapho via Getty Images)

La diadema elástica fue el elemento perfecto para marcar a la generación de postadolescentes del momento porque representaba un estilo de vida, de mujer y de belleza pero sobre todo porque tenía los dos elementos esenciales para convertirse en popular: era asequible y era accesible. Cualquiera podía procurarse una en una mercería o hacerse una en casa con un par de medias negras y una tijera.

La historia ha dejado claro que un elemento a priori tan sencillo como un trozo de tela anudado en la cabeza puede adquirir infinidad de significados: de hecho, en los últimos 100 años distintas versiones de la diadema han coronado a las “flappers” de los años 20, a las feministas de los años 40 (a lo Rosie The Riveter) y a una larga lista de subculturas. La cinta monocromática y sencilla que hoy vuelve a estar de moda surgió a finales de la década de 1950 al mismo tiempo que la invención de los tejidos elásticos y la llegada de peinados menos estructurados que se adaptaban mejor a un estilo de vida más dinámico. En estos años se acompañaban de algún pequeño lazo y mujeres como Grace Kelly o Audrey Hepburn la dotaron de un nuevo glamour. En la década de 1960 capturó un nuevo zeitgeist cuando Brigitte Bardot adornó con una cinta negra su rubia melena en la película de Jean Luc Godard Le Mépris. La suya seguía siendo muy femenina, pero resultaba claramente menos naíf.

El accesorio encontró de nuevo una enésima vida y una nueva interpretación cuando la moda puso sus ojos sobre las posibilidades del deporte. Eso sucedió en la década de 1980 cuando la diadema elástica se anticipa a las tendencias y transita con facilidad desde el fenómeno del athleisure con divas como Jane Fonda a las musas del minimalismo como Carolyn Bessette Kennedy, y de ahí a la cultura pop a través de películas como Clueless, o la ristra de modelos y actrices mencionadas arriba y que dominaron la década.

Sydney Sweeney en una cena organizada por Miu Miu en París, el pasado octubre.
Sydney Sweeney en una cena organizada por Miu Miu en París, el pasado octubre.Victor Boyko (Getty Images for Miu Miu)

Puede que sea un peinado fácil de emular pero no es solo por una cuestión práctica que la década que aupó cierta imagen de mujer poderosa eligiera un “look” que llamara tanto la atención sobre el rostro femenino: al situar la cinta sobre la línea decrecimiento del cabello, el pelo queda recogido hacia atrás, dando el protagonismo a la cara.

Con todo lo relacionado con los años 90 impregnando los gustos actuales, las cintas de pelo negras son el accesorio elegido por algunas marcas de lujo con reminiscencias noventeras como Prada (por 410 euros) o Calvin Klein (por 39,90 euros) y no ha pasado mucho tiempo para que celebridades como Rosalía, las hermanas Kardashian-Jenner, Kaia Gerber, Sydney Sweeney, Bella Hadid o Nicola Peltz Beckham la adoptaran, en una lista que no deja de crecer y que escribe un nuevo capítulo en la historia del accesorio de moda más humilde.

Nicola Peltz, con cinta de pelo negra para acudir a la Women In Entertainment Gala.
Nicola Peltz, con cinta de pelo negra para acudir a la Women In Entertainment Gala.Jon Kopaloff (Getty Images)



Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_