La historia (y el mensaje oculto) detrás del ramo de novia de Meghan Markle
La elección de las flores que ha llevado la duquesa de Sussex el día de su boda no es casualidad. Analizamos su significado
Lady Di también ha estado presente en la boda del año, y no solamente por haber incluido el himno ‘Guide Me, O Thy Great Redeemer’ que se cantó en su funeral en 1997. A su manera, Meghan Markle ha decido rendir tributo a la madre de su esposo a través del ramo de novia que ha llevado durante la ceremonia. Un bouquet sencillo, acorde con la elección de su vestido, pero con mucho significado detrás.
Según explica Bustle, el propio Harry habría recogido a mano las flores del jardín privado del palacio de Kensington, donde residió oficialmente Lady Di desde 1981 hasta su fallecimiento. Entre las flores, arregladas por la florista Philippa Craddock, se encontraban los nomeolvides, la flor favorita de Diana: “la pareja ha elegido específicamente incluirlas en el ramo de Ms. Markle en honor a la memoria de la princesa en este día especial” recogía Town and Country.
Además, el ramo también ha llevado arvejillas aromáticas, jazmín, astilbe, astrantia y lirios del valle, una flor que Shane Conelly incluyó en el ramo de novia de Kate Middleton hace siete años y que también llevaron la propia Lady Di y Grace Kelly en sus respectivos enlaces.
Pero la flor principal, aparte del tributo a la princesa de Gales, es la delicada pieza que sigue la tradición en las bodas reales británicas: el mirto. Una flor que une en el tiempo a Meghan Markle con la reina Victoria, la responsable de varias tendencias nupciales que perduran décadas (y siglos). Aparte de vestir de blanco gracias a ella, la boda de su propia hija en 1858 sentó cátedra en el uso de esta flor que ha crecido desde hace 170 años en la Osborne House, la residencia de vacaciones de la reina Victoria en la isla de Wight. En un viaje a Gotha, Alemania, la abuela de su marido Albert le regaló un ramillete de mirto y al adquirir Osborne como retiro familiar, decidieron plantarlo contra las paredes de la terraza, donde sigue hasta el día de hoy. Las propias flores del ramo de Meghan Markle vienen de esta planta que también usó la reina Isabel en su ramo nupcial en 1947.
Many Royal Brides across the generations have chosen to carry a sprig of Myrtle, which represents love, in their bouquets.
— The Royal Family (@RoyalFamily) May 11, 2018
This tradition dates back to the wedding of Queen Victoria and Prince Albert’s eldest daughter. Find out more → https://t.co/s88dWSfqvC pic.twitter.com/kKWjay4S0c
Victoria, una gran asidua del lenguaje de las flores que puso tan de moda en su época, vio en el mirto el significado perfecto para una boda. Si el lirio del valle significa “confianza”, la flor del mirto implica “amor y esperanza”. No en vano, fue la flor que históricamente consagraron los griegos y los romanos a Afrodita o Venus, la diosa del amor, como se puede ver en alguno de los cuadros del pintor renacentista Sandro Botticelli. Según Jerôme Carcopino, autor de La vida cotidiana de Roma en el apogeo del imperio, en la época del emperador Augusto las novias de la antigua Roma también utilizaron mirto, junto a la flor de naranjo (las mismas que utilizó precisamente la reina Victoria para el pelo el día de su boda) en una corona trenzada que complementaba el velo, por aquel entonces, de color naranja.
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