El inesperado ‘boom’ de las mochilas ‘Made in Barcelona’
La capital catalana despunta como epicentro de marcas jóvenes que modernizan su diseño y copan el mercado nacional e internacional.
«Creo que en Barcelona existe más tradición mochilera que en otras ciudades españolas. No sé por qué pero, por ejemplo en Madrid, a pesar de que nuestros diseños gustan mucho, al final se venden menos». Quien sostiene estas palabras a S Moda es Adriana Dumon, una de las fundadoras de la firma de mochilas Ölend. Según cuenta, la idea de crear una marca dedicada a este complemento surgió por casualidad. Tanto ella como los otros dos fundadores, Fran Ríos y Antonio Longás, se vieron obligados a reinventarse por culpa de la crisis. Venían del sector audiovisual pero se sentían muy atraídos por la idea de crear su propia enseña. Un buen día decidieron apuntarse a un curso para aprender a hacer mochilas. «Colgué el resultado en Instagram y un montón de amigos nos hicieron encargo. Además, yo siempre he sido de llevar mochila en lugar de bolso así que decidimos emprender la firma», detalla. Sus diseños, inspirados en la estética de las mochilas que utilizaban los alpinistas en los años 50, se producen en su pequeño taller en Barcelona. No es la única marca especialista en este accesorio que ha surgido recientemente en la ciudad.
«Creo que se debe a que Barcelona se nutre muchísimo del turismo. Además tiene playa y carril bici en una amplia zona por lo que las mochilas resultan mucho más cómodas que los bolsos. Basta con darse una vuelta por sus calles para comprobar que son una plaga». Con este argumento justifica Pedro Tortosa, CEO de la marca de mochilas Bismärkk, el inesperado boom de este complemento en la capital catalana. Al igual que ocurre en multitud de ciudades europeas, en las que se utilizan en el día a día más allá de ir a la montaña o al colegio (¿cómo harían de otro modo las escandinavas para ir en bici con un clutch de mano?), en nuestro país las mochilas no dejan de ganar adeptos. El caso es que a pesar de que en toda España han surgido multitud de firmas especializadas en este complemento como la valenciana Ribags –que diseñó una colección para uno de los desfiles de Moisés Nieto–, el verdadero grueso de las marcas mochileras emergentes se concentra en Barcelona. A continuación cinco ejemplos que lo demuestran:
1. Ölend
Tres amigos en apuros por la crisis iniciaron este proyecto en 2012. A día de hoy sus diseños se venden en tiendas multimarca repartidas por el mundo además de en su tienda online. Lo especial de su propuesta radica en su diseño minimalista inspirado en la estética alpinista de mediados del siglo pasado. «Mi padre es del Norte de Francia y mi familia solía ir a los Alpes. Desde pequeña me he topado con fotografías antiguas en las que lucían mochilas parecidas. Nosotros decidimos hacerlas más minimalistas y urbanas porque los tres fundadores vivimos en la ciudad, pero la esencia es la misma», confiesa Dumon. Durante los cinco años que la enseña lleva en activo el crecimiento ha sido constante y muy impulsado por las redes sociales. «Lo más bonito es ir caminando por Barcelona y toparnos con nuestras mochilas por la calle. Esa es nuestra mejor publicidad y la forma en la que las ventas van creciendo», cuenta la diseñadora. Pero aunque España continúa siendo su primer mercado, Ölend triunfa en países como Alemania y Suiza, el segundo y tercer lugar donde más venden. «Creo que este complemento se adapta muy bien al ritmo de vida actual en el que salimos de casa cargados con el portátil, el libro, el tupper… Son cómodas y aguantan bien el peso», concluye Dumon.
2. Bismärkk
La marca Bismärkk nació hace apenas diez meses y apuesta por mochilas elaboradas en piel de calidad a precios razonables. «Somos cuatro fundadores y arrancamos la firma con una inversión inicial de 15.000 euros. Nos dimos cuenta de que en el mercado no había mochilas de calidad con un diseño cuidado. O te compras una Made in Vietnam que te dura un año o te haces con una de una firma de maletas que deja la estética en segundo plano. La otra opción es pasar a las de grandes firmas de lujo pero cuestan más de 800 euros. Nosotros somos de Elda y con la tradición artesana que hay de esta ciudad pensamos que sabíamos cómo cubrir esa franja del mercado», explica Pedro Tortorsa a S Moda. Por eso Bismärkk diseña en Barcelona y produce en la ciudad alicantina en un pequeño taller formado por cuatro artesanos.
En menos de un año de vida, la firma está valorada en cuatro millones de euros, según nos cuenta su fundador, y ha llegado a los armarios de celebrities como Iker Casillas y Sara Carbonero, Amarna Miller, Santiago Segura y otras 400 personalidades y prescriptores. Incluso ya han colaborado con Sony en la edición especial de un modelo inspirado en la película de Spiderman. «La aceptación está siendo muy buena pero es cierto que vendemos más fuera de nuestro país», confiesa Tortorsa. Pero ese es precisamente el objetivo de la marca: «Bautizamos así la firma en honor a Otto von Bismarck porque él fue el artífice de la unificación alemana. Nosotros también queremos unir países y romper fronteras conquistando el mercado extranjero. Además Bismarck es una especie de tortuga, por lo que nos pareció muy divertido el paralelismo entre el caparazón y una mochila», añade. Al parecer tienen en mente ampliar la oferta incluyendo colecciones de calzado y accesorios. Mientras tanto, sus cuidadas mochilas de piel unisex están a la venta en su tienda online.
3. Fahrenheit
«No sé si en Barcelona se venden más mochilas que en el resto de España pero es verdad que hay bastantes marcas. En cualquier caso, nosotras donde más vendemos, sin duda, es en Alemania». Andrea Otin, cofundadora de la firma de mochilas Fahrenheit junto a Xenia Sánchez, asegura que sus diseños Made in Spain arrasan en el Norte de Europa. La firma nació a finales de 2013 casi por casualidad. «Nosotras diseñábamos ropa de hombre y antes de presentar una de nuestras colecciones en Holanda decidimos completarla con accesorios. Lo cierto es que gustaron mucho más las mochilas que las prendas así que empezamos a investigar», relata al otro lado del teléfono. Su investigación dio como resultado unas mochilas bastante especiales: se cierran a través de los tirantes por lo que son más seguras que el resto. «Digamos que si te fueran a robar lo notarias, así que es la solución a la inseguridad que algunos sienten al llevar sus cosas en la espalda».
Todos sus diseños son unisex y atemporales. «Buscamos la calidad por encima de la cantidad. Por eso producimos todo artesanalmente en Barcelona a excepción de una pequeña colección de marroquinería que hemos empezado a hacer en Ubrique«, cuenta la diseñadora. Además, la filosofía de Fahrenheit va más allá de las mochilas y se vincula con el arte. Su última colección cápsula está firmada en colaboración con el artista David Méndez Alonso. «Nosotras hemos notado que cada vez más gente apuesta por las mochilas porque están cansados de llevar bolsos bandolera que cargan el peso en un solo hombro. Lo que ocurre es que antes se vinculaban con el estilo sport y ahora esto está cambiando», cuenta Otin. Desde luego, sus exquisitos diseños en piel se alejan del mundo deportivo para convertir las mochilas en el complemento perfecto para la ciudad.
4. Nukak
Las piezas de Nukak son una segunda oportunidad para las pancartas publicitarias o los neumáticos. Todos sus diseños se elaboran con materiales reciclados en Barcelona y en otros puntos de Cataluña. Patricio Abreu está detrás de la firma. Después de vivir un
en Vahio, su firma anterior en la que trabajó catorce años, el creador vuelve con ilusión con Nukak, que despegó hace unos meses. Todos sus productos nacen de materiales reciclados y, aunque también comercializan bandoleras y otro tipo de bolsos, otorgan un lugar privilegiado a las mochilas. «Cada vez hacemos más porque son prácticas y ha aumentado la demanda. Antes se consideraban más masculinas pero ahora cada vez son más femeninas y urbanas», explica Abreu a S Moda. En su catálogo es fácil toparse tanto con modelos pensados para llevar el portátil como con otros diseños más ligeros para dar un paseo o ir a un festival. «Nosotros vendemos más fuera de España que dentro. Hemos notado que ha bajado la demanda de bandoleras y totes en favor de las mochilas y en nuestro taller seguimos invirtiendo en I+D para buscar nuevos materiales con los que seguir creando», asegura.5. Sur/Sac
Entre los bolsos de piel de Sur/Sac se cuelan unas cuantas mochilas. «Ya en la primera colección decidí incluir un modelo de mochila. Quise hacer un diseño muy minimalista y un poco más sofisticado que el clásico concepto que tiende a ser más deportivo. La verdad es que se ha vendido muy bien», relata Ana Gallego, fundadora y diseñadora. Sus propuestas son una especie de híbrido que también permite llevarlas a modo de bolso con la ventaja de poder guardar un portátil. «En Barcelona han funcionado especialmente bien al igual que en Berlín y Londres. Pero también las vendemos en París porque tienen unas líneas muy puras y una estética alejada de modelos más deportivos», confiesa.
Sur/Sac apuesta por los accesorios de estética depurada y reivindica el papel de la industria local con piezas hechas a mano. Por eso sus complementos se fabrican en talleres especializados de Barcelona. «Desde el principio tuve claro que quería controlar el proceso de fabricación haciéndolo en mi ciudad. El mayor inconveniente es que se encarece el coste final pero creo que el cliente empieza a entenderlo y a valorar la artesanía de lo que compra». Todas sus creaciones tienen nombre de mujer en honor a las mujeres que la inspiran. Sus mochilas se llaman Adèle y Léo y ya se han convertido en uno de sus best seller.
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