Lo que veremos en Jil Sander con Jil Sander
A la tercera va la vencida: parece que la alemana retoma las riendas de su propia firma tras siete años de ausencia.
El extraño movimiento de ficha que hizo ayer la casa Jil Sander a través de un comunicado en el que anunciaba que Raf Simons, director creativo de la firma desde 2005, abandonaba su cargo, hace que vuelvan a tomar cuerpo los rumores que colocan al belga al frente de Dior. Lo que ha pasado de suposición a hecho prácticamente consumado –según Suzy Menkes– es que la diseñadora que le da nombre al grupo, ahora en manos de una corporación inglesa de capital privado (tras haber pertenecido a Prada), volverá a controlar la empresa que fundó a finales de los años sesenta.
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Los motivos que forzaron la salida en primer término de Jil Sander, de Jil Sander, responden a la adquisión en 1999 del 75 % de su firma (que hasta el momento se autofinanciaba) por parte del conglomerado que dirige el marido de Miuccia Prada. Tan sonadas e irreconciliables fueron las desaveniencias entre una de las impulsoras del minimalismo y Patrizio Bertelli, que tras su primera salida en 2000, regresó en 2003 para tirar la toalla de nuevo dos años después y labrarse una carrera fuera de sus dominios, concretamente en Uniqlo, cadena japonesa con la que estuvo colaborando hasta que en junio del año pasado se anunció el fin de su acuerdo.
Marina Pérez presente en el último desfile hasta la fecha de Jil Sander para Jil Sander. El de otoño-invierno 2005.
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La diseñadora alemana a las puertas de su tienda de Hamburgo en 1968.
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Diseño primavera/verano 2005 de la firma.
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