“Creo que el azul para niños y rosa para niñas es un estereotipo que se ha quedado antiguo”

Dawnn Karen sostiene que «a través de la ropa se expresan emociones» y por eso en 2012 esta exmodelo, graduada por Columbia, comenzó a desarrollar el campo de la Psicología de Moda, planteado ya en el siglo XIX por el profesor de Harvard, William James. También se convirtió en la primera mujer negra en dar clases de Psicología en el FIT (Fashion Institute Technology, en Nueva York) y, a través de su Fashion Psychology Institute, ofrece asesoría y cursos para ahondar en la relación entre carácter y ropa.

Su lema es «hacer estilismos de dentro afuera». ¿Por qué?

Porque la mayor parte del tiempo vamos con el piloto automático, tenemos diferentes roles y vestimos para desempeñarlos, como con uniformes inconscientes, sin pararnos a pensar en qué sentimos.

¿A qué edad empieza a manifestarse el estilo personal?

Muy pronto, sobre los 3 años. Al empezar a caminar los niños comienzan a ser independientes y pueden desarrollar su estilo personal. Y digo ‘pueden’ porque en la mayoría de los casos son los padres los que eligen lo que el niño viste a esas edades.

¿Deberían darles libertad para elegir lo que llevan?

Los niños deberían ser capaces de desarrollar su independencia a la hora de elegir ropa, porque les afectará más tarde en la vida. Tuve un cliente incapaz de cambiar su estilo, lo analicé y determinamos que como de niño no le habían permitido explorar, porque había ido a un colegio con uniforme, no era capaz de cultivar esa independencia y seleccionar su propia ropa, y eso le estaba afectando como adulto.

¿Hay muchos clichés en la moda infantil? Brillos, rosa y azul…

Creo que el azul para niños y rosa para niñas es un estereotipo que se ha quedado antiguo. Hemos evolucionado, ahora está el millennial pink para todos, y las prendas tienden al género neutro. Todo va a seguir evolucionando y nos alejaremos de estos conceptos tradicionales, habrá más variedad.

¿Qué colores prefieren los niños?

Les atraen los primarios, y los pueden utilizar para expresar sus sentimientos: rojo, rabia; azul, tristeza; amarillo, alegría… Que los niños seleccionen lo que visten puede dar pistas a los padres, información interna de cómo se sienten ellos, cosas que a veces no saben comunicar verbalmente, pero que pueden mostrarnos a través de su indumentaria.

¿El estilo de los padres influye en ellos?

Sí, porque los niños siempre están mirando a los padres como un ejemplo, son su referencia.

¿Cómo puede marcar su carácter que les hagan llevar un determinado tipo de ropa?

Coarta su independencia, su creatividad y su confianza, porque empiezan a buscar la aprobación, y quizá cuando sean adultos van a seguir buscando que otros aprueben lo que llevan o lo que hacen.

¿Es una buena idea que los hermanos vistan igual?

Es como llevar uniforme, no impulsa la individualidad, pero sí promueve el colectivismo, te hace pensar en el grupo antes que en ti mismo. Por eso no digo que resulte malo que vistan de forma similar, siempre se cultiva algo.

¿Y que vayan como pequeños adultos?

Si vistes a los niños como adultos la percepción que la gente tendrá de ellos será que son más maduros.

¿Quién ha sido su cliente más joven?

Un niño de 7 años al que llevé a elegir ropa desarrollando la selección multisensorial: es muy importante que vean las prendas, pero también que las toquen, las huelan y escuchen si emiten algún sonido.