Lena Dunham: «Mi marido no ha visto ‘Girls’ y eso es genial»
A los 36, Lena Dunham se ha recuperado del raro viaje que fueron sus veinte. Tras unos años en el segundo plano, vuelve con un libro y dos películas. La primera de ellas, ‘Birdy’, está en Amazon y la protagoniza Bella Ramsey.
Ojo con las plegarias atendidas, dijo Truman Capote. O algo parecido. Hubo unos años en los que pedimos una entrevista con Lena Dunham, para esta misma revista, cada año puntualmente cuando estrenaba temporada de Girls. Creo que también lo hicimos cuando publicó su primer libro, No soy ese tipo de chica (Planeta). Nunca nos la dieron. En aquella época, entre 2012 y 2017, Dunham generaba una polémica nueva cada semana y sostenía ella sola la industria del artículo de opinión cultural (en su Wikipedia, el apartado de “controversias” es más largo que el de “éxito mainstream”). Entre tanto, dirigía, escribía y protagonizaba una serie que dejó una veintena de capítulos redondos y tenía, en cada episodio, al menos cinco líneas de diálogo por las que un guionista ambicioso se plantearía vender algún órgano poco vital.
Cuando por fin llega la posibilidad de entrevistarla, las circunstancias no son ideales: 15 minutos por zoom y no va a estar sola, sino con otra estrella por sí misma, la jovencísima Bella Ramsey, que protagoniza Birdy, la película de época que estrenan ambas en Amazon Prime, basada en una novela juvenil que obsesionaba a Dunham de niña, Catherine called Birdy, de Karen Cushman. La entrevista se retrasa un par de horas. Hay una sala de espera virtual y una sala de espera de la sala de espera. ¿Qué se pregunta en estos casos? Algo rompedor, tipo:
-¿Cómo se conocieron?
Lena Dunham: “Trabajo con una directora de casting increíble, Nina Gold, y ella hacía también el casting de Juego de tronos [donde Ramsey hacía de Lady Lianna Mormont]. Me dijo que tenía a la persona adecuada. Bella nos envió un monólogo y desde ese día estuvo clarísimo, ya no hubo ninguna duda”.
-¿Cómo es Birdy?
L.D.: Amo este personaje desde que descubrí el libro a los diez años. De pequeña, siempre me abrumaban las expectativas que había para las niñas. Y me encantó encontrar a esta persona de otro tiempo que estaba, como yo, dispuesta a luchar contra las convenciones sociales. Mis padres no eran para nada como los del libro, pero me sentía conectada a ella. Me hacía gracia ver como alguien como Bella, que es mucho, mucho más joven que yo, también siente eso.
-Bella Ramsey: Conecto con lo rara y lo desastrosa que es. Ella es imperfecta, una persona real.
Salta a la vista que ambas se adoran y Dunham ejerce de algo así como la tía enrollada de su protegida. La directora lleva un vestido negro con transparencias; la actriz, que ha cumplido los 19 y en breve estará también en The Last of Us, la multimillonaria serie de HBO basada en el videojuego del mismo título, una camisa blanca abrochada hasta arriba que recuerda al Comme des Garçons de los noventa y gafitas redondas. Hasta en eso se complementan.
Birdy fue el primer proyecto que Dunham se planteó hacer cuando la industria le ofrecía cheques en blanco para hacer lo que quisiera, a ser posible más proyectos sobre chicas blancas deslenguadas con vidas sexoafectivas interesantes en Brooklyn y la zona sur de Manhattan. Pero ella se acordó de ese cuento sobre una niña a la que le viene la regla en la Inglaterra medieval y se resiste a que su familia la case por dinero. Y, por supuesto, le dijeron que sí. Lo mismo que los intérpretes a los que contactó. La película, que se inscribe en esa tradición de la princesa rebelde que va de Wonder woman a Brave, es un festín actoral por el que se pasan Joe Alwyn (pareja en la vida real de Taylor Swift) en el papel de tío y objeto de los suspiros de Birdy, Billie Piper como la madre y Andrew Scott, es decir el cura cachondo de Fleabag como el padre.
Fue Birdy lo que le llevó a Gran Bretaña, donde terminó quedándose para trabajar en el piloto de Industry, donde pasó la pandemia, donde se recuperó de su ruptura con Jack Antonoff, de su operación de histerectomía y de su periodo de desintoxicación de las benzodiazepinas, y dónde conoció a su marido, el músico Luis Felber. “Y el resto es Historia”, resume con una sonrisa. “Siempre he sido una fan de la literatura británica y del humor británico. Y me gusta vivir en un lugar diferente al que he crecido, donde no domino del todo los códigos culturales”.
-B.R.: “además tu acento inglés es muy bueno, muy gracioso”
-L.D.: si te hace reír a ti, ya es suficiente.
¿Qué opina Ramsey de Girls?
-B.R.: No la he visto, y no sé si quiero. Siempre tengo resistencia a ver algo que ha hecho la gente que me importa.
-L.D.: Dos de mis personas favoritas en el mundo, Bella y mi marido, no han visto Girls. La gente siempre tiene prejuicios sobre mí después de ver la serie y me encanta que ellos dos hayan entrado en mi vida sin ningún tipo de idea preconcebida sobre quién se supone que soy o como actúo.
-¿Su marido no ha visto Girls?
-L.D.: No, él estaba ocupado haciendo otras cosas y eso es genial. [A Bella]: Tú sigues siendo seis años más joven que las protagonistas, quizá es mejor que la veas cuando esté más cerca de tu realidad. Aunque confío en que esa nunca sea tu realidad.
-Es difícil que la gente de su edad entienda hasta qué punto la serie dominaba la conversación.
-L.D.: Durante un tiempo es lo que sentí, que cada cosa que hacía y decía era noticia y ha sido muy agradable poder retirarse de eso y simplemente contar historias, que es lo único que siempre quise hacer.
-Pero ahora, además de Birdy, ha hecho otra película, Sharp Stick, y el año que viene publicará un libro nuevo ¿Está lista para volver a la primera línea?
L.D.: En mi veintena, aprendí a las duras cuánta exposición pública puedo llegar a manejar y aprendí también a cuidarme. No es que alguien como Bella necesite mi consejo porque ella está ya muy formada pero le diría: está bien decir que no a algunas cosas, está bien guardar espacio para ti misma. No sé si siempre lo entendí cuando tenía veintitantos, pero estoy contenta de poder expresarme. El libro, que ya no va a titularse Famesick, como dijimos al principio, es la historia de esos primeros 12 años desde que empecé mi carrera. Espero que resulte útil a las chicas más jóvenes. Va de mi cerebro, y de mi cuerpo y de cómo se conectan ambos.
-¿Volvería a hacer una serie también?
L.D.: Claro que volvería. En el fondo me encantan las jornadas de 16 horas y los proyectos de largo aliento. Pero la gente siempre espera Girls 2. La historia de esas cuatro chicas a los 36 con dolores de espalda y problemas de fertilidad no es lo que los fans desean de verdad. Creen que lo quieren, pero en realidad no.
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